Hace tan sólo unos días, la OCDE
publicaba la sexta edición del informe “Corporate Tax Statistics”, “una
publicación anual que integra información sobre la imposición de sociedades y
las prácticas de erosión de bases y traslado de beneficios (BEPS) que
anteriormente no estaban disponibles para los investigadores de la política
impositiva ni para los responsables políticos”. El soporte estadístico
representa un elemento crucial para el desarrollo de las acciones previstas en
el Marco Inclusivo OCDE/G20 sobre tributación de las multinacionales, que,
después de acumular algún retraso sobre el calendario inicialmente previsto, se
dispone a echar andar, a comienzos de 2024, con la puesta en marcha del Pilar
Dos, relativo a la tributación mínima global de las grandes corporaciones
multinacionales.
Aun cuando son cerca de 140 los
países acogidos al referido Marco Inclusivo, ya desde hace algún tiempo se
venían expresando discrepancias por parte de algunos países (no integrantes de
la OCDE) respecto a los acuerdos adoptados[1].
A este respecto, el grupo de países africanos de la ONU presentó, hace un año,
una propuesta de resolución a la Asamblea General -adoptada por consenso- en la
que se urgía a la ONU a trabajar en el ámbito de la cooperación fiscal internacional.
Circunstancialmente, sólo un día
después de la publicación del referido informe estadístico, los países miembros
de la ONU adoptaron una resolución con el propósito de que la propia ONU asuma
un papel más activo y relevante en el ámbito de la fiscalidad internacional de
las multinacionales, en detrimento del que, hasta ahora, ha venido desempeñando
la OCDE. Ahora bien, el documento aprobado ha contado con la oposición de
Estados Unidos, los países de la Unión Europea, y la OCDE. La resolución
concierne a la “Promoción en las Naciones Unidas de la cooperación
internacional inclusiva y eficaz en cuestiones de tributación”. En ésta se prevé
el establecimiento de “un comité intergubernamental especial de composición
abierta, dirigido por los Estados Miembros, con el fin de redactar los términos
de referencia para una convención marco de las Naciones Unidas sobre
cooperación internacional en cuestiones de tributación”.
Thabo Mbeki, expresidente de
Suráfrica, quien respalda plenamente las iniciativas de los países africanos,
considera que “desafortunadamente, el progreso en esta cuestión vital podría aún
verse frenado por una amarga disputa sobre si esta convención internacional
debe ser negociada a través de la ONU o de la OCDE”[2].
A la vista de esta disputa
sobrevenida, ¿cabría hablar del surgimiento de una nueva forma de “competencia
fiscal perjudicial”?
[1]
Vid. I. Faes, “La ONU irrumpe en el diseño de la nueva fiscalidad internacional”,
Expansión, 29-11-2023.
[2]
Vid. “Use the UN to tackle the scourge of global tax abuse”, Financial Times,
15-11-2023.