27 de abril de 2024

El rostro del redactor de exámenes

 

El examinando, sólo ante el peligro, se enfrenta al texto desafiante que ve ante sus ojos. “El 1 de diciembre de 1982, Clark Co. arrenda oficinas para un período de tres años por un alquiler mensual de 20.000$... Distinga entre inventario periódico y perpetuo y explique la(s) relación(es) entre el inventario físico y el coste de los bienes vendidos…”

“Costaba no imaginarse las caras de la gente que trabajaba escribiendo aquellas preguntas. Las cosas que pensaban y cuáles eran sus sueños y esperanzas profesionales. Muchas de las preguntas eran como pequeños cuentos despojados de toda la sustancia humana”. Así lo escribe Claude Sylvanshine, el protagonista de “El rey pálido, obsesionado con superar un examen para acceder a un puesto técnico en una agencia tributaria estatal. Trasunto de David Foster Wallace, autor de la obra, va salpicando el relato de innumerables referencias, que irrumpen sin previo aviso, pero con gran rigor expositivo, sobre cuestiones económicas, financieras y fiscales. Por lo que se ve, fue muy productiva su corta estancia, de poco más de un año, en un puesto de “nivel muy bajo” en la administración tributaria estadounidense.

Hay distintas formas de enfocar la elaboración del texto de un examen. En mi época de estudiante, había profesores que lo improvisaban justamente antes del inicio de la prueba. Tomaban el programa de la asignatura y seleccionaban un epígrafe, cuyo contenido debía ser desarrollado por los estudiantes. En el ámbito de la teoría de la imposición, una pregunta podía ser simplemente: “El tratamiento de la unidad contribuyente en el IRPF”. Evidentemente, una pregunta de este tipo, dada su extensión, sólo podría complementarse con una o dos más, dentro de unos límites de tiempo razonables, en una prueba escrita u oral.

“La aplicación del sistema splitting permite alcanzar simultáneamente los objetivos de neutralidad ante el matrimonio y de equidad horizontal en el IRPF. ¿Verdadero o falso? He aquí otro tipo de pregunta que centra el tiro, y cuya contestación requiere una justificación.

El Sr. A percibe una renta anual de 40.000 euros, y su cónyuge, de 50.000 euros. Calcule el tipo medio de gravamen que soportaría este matrimonio en caso de aplicarse en el IRPF el sistema splitting, con la siguiente escala de gravamen progresiva por escalones… De la teoría a la práctica; ahora se requiere aplicar las nociones teóricas a un supuesto concreto.

Por último, puede hacer acto de aparición el formato del test de respuesta múltiple a seleccionar, que admite diversas variantes. Una de ellas sería esta: La aplicación del sistema splitting en el IRPF beneficia mayormente a los siguientes tipos de matrimonio en función de la distribución de la renta entre los cónyuges: a) A aquellos en los que renta está distribuida a partes iguales entre los dos cónyuges; b) A aquellos con dos perceptores de ingresos de cuantía desigual; c) A aquellos en los hay un solo perceptor de ingresos; d) Dicho sistema beneficia por igual a todos los matrimonios, con independencia de la distribución interna de la renta.

No sé los examinandos, cuando acceden al contenido de las preguntas, tienden instintivamente, en primer término, a imaginar el rostro del artífice del escollo a superar, al igual que Sylvanshine, a valorar la fortuna o el infortunio, a calibrar el grado de dificultad, o a pensar en la estrategia a seguir en las respuestas. No siempre el rostro del examinador tiene que ser maléfico, simplemente puede ser el de alguien que trata de encontrar un enunciado que permita discernir, de forma equilibrada y objetiva, si se han alcanzado los objetivos didácticos planteados. Hay incluso exámenes que transmiten el alma errante del docente. La mejor compensación para éste no es que las preguntas queden sin respuesta o con contestaciones erróneas, sino que alguien llegue a la cota de la perfección.

Aunque, tal vez, la mejorar alternativa para garantizar que la docencia y la evaluación sean adecuadas sea separar ambas funciones, de manera que sean ejercidas por personas distintas e independientes.



25 de abril de 2024

California (taxes) dreamin’

 

“All the leaves are brown. And the sky is gray. I've been for a walk. On a winter's day. I'd be safe and warm If I was in L.A.”.

Hace años, The Mamas & The Papas inmortalizaron esta canción, convertida en emblema del Golden State, denominación adoptada en 1968, poco tiempo después de que dicho conjunto lograra su gran éxito musical.

Faltaban algunos años para que, en 1978, el Estado norteamericano pasara también a ser reconocido como exponente de la revuelta de los contribuyentes, que lograron la aprobación de la Propuesta 13, que vino a limitar normativamente el gravamen del impuesto sobre la propiedad. Casi cincuenta años después, los impuestos vuelven a formar parte de los sueños de los californianos, especialmente de comerciantes y empresarios, quienes han logrado recabar suficientes firmas para plantear una nueva medida legislativa, orientada en este caso a elevar la mayoría requerida (hasta los dos tercios de los votantes) para cualquier aumento de la presión fiscal[1].

Al menos desde el punto de vista tributario, según parece, los impulsores de la consulta popular no estarían demasiado de acuerdo con la última frase del párrafo de la letra de la canción transcrito. Sin embargo, el posible freno a la recaudación tributaria iría, según el gobernador del Estado, en detrimento de los servicios públicos básicos. Los atardeceres fiscales, por lo que se ve, pueden mostrar un cielo gris o un cielo dorado, dependiendo de dónde se sitúe el espectador: ¿California dreamin’, o leaving California?



[1] Vid. S. Saiz, “Los empresarios, en pie de guerra en California por el alza fiscal”, Expansión, 24-4-2024.


21 de abril de 2024

La Economía de las Parábolas

 

La profesión de la fe cristiana es motivo evidente para aproximarse a los textos bíblicos, pero hay otras razones no desdeñables. La destreza narrativa, la fuerza arrebatadora de las historias descritas, el halo misterioso que las envuelve, la profusión de reglas morales que contienen, las enseñanzas que pueden extraerse, o la introspección psicológica a la que invitan son, entre otros, atractivos que superan los límites de las afinidades religiosas. Es la Biblia también una fuente inspiradora para el estudio de cuestiones económicas.

Particular interés doctrinal tienen las parábolas, recurso literario empleado por Jesucristo “para anunciar a todos el mensaje del reino de Dios”. El Papa Benedicto XVI sentenció que “las parábolas son indudablemente el corazón de la predicación de Jesús”. Si bien, a tenor de esta exégesis, no son de extrañar las dudas interpretativas que puedan surgir: “A vosotros se os ha dado el misterio de Dios; en cambio a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que ‘por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan’” (Marcos, 4-11).

Consciente de que muchas de sus enseñanzas resultan contraintuitivas y difíciles de entender, Robert Sirico (“La economía de las parábolas, Deusto, 2024) trata de rasgar el velo que protege las palabras de Jesús en formato parabólico para desentrañar el significado económico y las pautas éticas que se pueden proyectar en la sociedad actual. Según este sacerdote católico estadounidense, las parábolas “son tan contemporáneas como cualquier moderno manual de ética empresarial”. Consciente de que la gestión de la economía es inseparable de la política, aspira a “corregir la politización de las Escrituras que [se ha] encontrado a lo largo de estos años”.

En su libro, efectúa un análisis de una docena de parábolas con un perceptible contenido económico. En la del tesoro escondido, incide en la licitud de los intercambios comerciales, y subraya que la obligación primordial de conocer el valor de una propiedad recae en su dueño. Queda en el aire la duda de si, en su caso, el comprador de un terreno tiene la obligación o no de revelar a su propietario que hay un tesoro escondido en él.

En la de la perla, reivindica la figura del mercader, como empresario, persona que descubre algo de gran valor y está dispuesta a correr riesgos para obtenerlo. Como en otros pasajes, muestra su respaldo a la propiedad privada, toda vez que “el acuerdo permite que lo que se posee de forma privada tenga un precio y se venda en el mercado a otros propietarios potenciales”. La misma idea se repite en la parábola del sembrador, donde sostiene que “la falta de propiedad suele desembocar en el caos”, y destaca que la moderna concepción de la “tragedia de los comunes” fue, de hecho, fundamentada por Santo Tomás de Aquino. Asimismo, citando a San Juan Pablo II, entiende que el beneficio es una indicación de que un negocio funciona bien.

La de los trabajadores de la viña sirve para argumentar, en contraposición con los postulados marxistas, que las recompensas en una economía de mercado dependen del valor subjetivo atribuido a los productos finales. En la del rico insensato recuerda que la redistribución de la riqueza requiere que previamente ésta se haya creado. La defensa de las prácticas de prestar y tomar prestado se desprende de la parábola de los dos deudores, mientras que en la de los talentos se defiende el ejercicio de la creatividad frente a la pasividad en la administración de los recursos.

La necesidad de realizar una evaluación antes de emprender un proyecto, la concepción de una economía moderna como un proceso de construcción o edificación, las exigencias permanentes para los empresarios en una economía competitiva, y la obligación de rendir cuentas surgen en relación con otras parábolas. En la del buen samaritano, reflexiona en torno a cómo el Estado moderno ha ido suplantando cada vez más esa figura. En fin, la equidad, como elemento esencial para mantener ordenadas las relaciones sociales, es abordada en conexión con la parábola del hijo pródigo.

Según Robert Sirico, “los principios morales establecidos en las enseñanzas de Cristo y sus apóstoles forman el sistema de valores a partir del cual los creyentes toman decisiones económicas, pero esto no debe confundirse con ninguna noción de ‘economía bíblica’ per se”, lo que no impide reconocer que aquellos han influido en la Economía. Frente a otras interpretaciones de la Biblia, Sirico lleva a cabo una apasionada defensa de la libertad y de la economía de mercado, que considera compatibles con los mensajes bíblicos. Asevera que el cristianismo nunca ha enseñado que la riqueza como tal sea mala, sino que ha advertido contra vicios como la avaricia y la codicia: “El antídoto cristiano contra los vicios mencionados no se encuentra en un Estado grande y redistribuidor… sino en el difícil cultivo de una vida interior de virtudes”.

(Artículo publicado en el diario “Sur”)



20 de abril de 2024

¿Estoicismo con avaricia?

 

El denominado “sesgo de la publicación” nos lleva a forjarnos opiniones acerca de los acontecimientos y de las personas en función de la información que se muestra, mientras que la que permanece oculta o soslayada, a pesar de que puede ser sumamente relevante, no ejerce ningún efecto. Con carácter general, el sesgo -o, más concretamente, la falta de conocimiento- está detrás de muchas de las percepciones que tienen una gran influencia en los comportamientos grupales. La información fidedigna, completa y veraz es un bien colectivo de enorme trascendencia cuya oferta está muy lejos, no ya del nivel óptimo, sino de unos estándares asumibles. No sólo por el efecto de posibles manipulaciones o distorsiones intencionadas, sino por la complejidad de abarcar un conocimiento suficiente del gran abanico de cuestiones básicas.

El afloramiento de facetas poco o nada conocidas de personajes históricos o de hechos acontecidos llega a veces a hacer tambalear las ideas preexistentes. Hasta tal punto de que, a veces, surge una resistencia a aceptar las nuevas imágenes percibidas.

Es lo que ocurre cuando alguien aporta evidencias de que uno de los filósofos que encarnan más acusadamente el espíritu estoico tenía “una avaricia desenfrenada”: “Al fin y al cabo, el mismo […] que ensalzaba la virtud por encima de la riqueza amasó una enorme fortuna gracias a sus servicios al emperador Nerón. Poseía varias fincas y muchas villas, y entretenía a lo grande a suma invitados”. Conocido con el apodo de “superrico”, “era un usurero de lo más codicioso”.

Cuesta, desde luego, bastante hacerse a la idea de que ese magnate, que, además, en uno de sus escritos, criticaba duramente la avaricia, fuera el autor de las cartas a Lucilio. En la obra “El precio del tiempo”, Edward Chancellor provoca un estremecimiento a los admiradores de uno de los más grandes representantes del estoicismo. ¿Habría que considerarlo como “exestoico”? (en diferente acepción a la de “extoikos”).



19 de abril de 2024

“Victimless tax rises are a myth”

 

Hay frases escuetas pero llenas de fuerza expresiva que están llamadas a erigirse en reglas de oro en campos específicos. Basta leerlas o escucharlas sólo una vez para saber que su protagonismo es insoslayable, que no podremos eludir su dictado implacable. Algunos de esos adagios se afianzan y se instalan en el acervo colectivo. La rotundidad, el rigor, la elegancia y la seducción de los aforismos latinos siguen causando admiración dos milenios después.

En su editorial del día 19 de abril de 2024, el diario Financial Times, que proclama abiertamente su carácter libre e independiente (“Without fear and without favor”) deja un título que oposita a la lista de locuciones señeras: “Victimles tax rises are a myth”.

El recurso a esta frase, que encierra una verdad en toda regla, se hace en conexión con el análisis de la abolición en Reino Unido del régimen fiscal conocido como “non-dom”. Dicho esquema permitía que los individuos que residieran en ese país, pero con residencia permanente en el extranjero, no tuvieran que pagar el impuesto británico sobre su renta exterior por un período de hasta 15 años.

Mientras que la medida adoptada por el gobierno conservador, según los analistas, “ha disminuido el atractivo fiscal de Reino Unido”, las medidas más restrictivas adicionales planteadas por el “shadow chancellor” laborista “podrían ser un catalizador para que los individuos ricos abandonen el país”.

Según el Financial Times, ambos partidos deber recordar que “no hay ninguna cosa que sea un impuesto ‘sin víctimas’”. Sí, “las subidas impositivas sin víctimas son un mito”.



18 de abril de 2024

¿Incentivos económicos para hacer frente a la crisis demográfica?

 

Desde hace años, en algunos países se viene hablando de cómo se va cebando la “bomba demográfica”, que está dando lugar a una inversión de la típica pirámide poblacional. Son varias las tendencias que inciden en ese proceso, pero, sin duda alguna, el declive de las tasas de natalidad es uno de los más determinantes. La cifra de 2,1 hijos en promedio por mujer -considerada necesaria para mantener una población estable- hoy se antoja utópica en numerosos países. De manera destacada en Corea del Sur, que, con una tasa de 0,72, se coloca en las últimas posiciones dentro del panorama mundial.

Los factores que explican la existencia de unas bajas tasas de natalidad son diversos, y engloban aspectos económicos, sociológicos, culturales, y psicológicos, entre otros. Articular un plan de actuación para estimular la natalidad se ha convertido en una prioridad en determinadas jurisdicciones. Al tratarse de un problema complejo, no resulta fácil plantear, ni, aun menos, aplicar medidas efectivas. La toma de conciencia de la situación está llevando a que los intentos de solución provengan también, en parte, de entidades privadas. Ha tenido una amplia difusión la noticia de que Booyoung, un grupo de construcción coreano, ofrece a los integrantes de su plantilla un bono de $75.000 por cada hijo que tengan. Según el presidente de la compañía, “Si la tasa de natalidad se mantiene baja, el país afrontará su extinción”[1].

Si se tiene en cuenta que las medidas públicas aplicadas en dicho país durante 17 años, con un considerable coste presupuestario ($270.000 millones), han dado escasos resultados, no parece que las expectativas sean demasiado prometedoras. Pero lo que sí es innegable es que, en caso de que haya alguna solución factible, se requeriría de una colaboración público-privada. Ahora bien, si la opinión, de una joven de 41 años, que se recoge en el artículo citado es representativa, no se vislumbra que las recetas planteadas puedan ser muy exitosas: “Mi madre quiere que tenga un hijo, por lo que jocosamente le dije que, si me daba $200.000 dólares, entonces tendré uno”.

¿Puede ponerse precio a la maternidad? Si no dinerario, en esta vida toda decisión personal conlleva algún coste económico que puede ser no desdeñable. En este caso, la misma persona, profesora de escuela, decía: “Tenía que elegir entre mi carrera y tener un hijo”. Es ésta una disyuntiva real, pero hay también otras que quizás no se perciben adecuadamente: entre una vida cómoda y tranquila, y la sonrisa de un niño. ¿Quién sería capaz de ponerle precio?



[1] C. Davies, S. Jung, y K. Buseong, “$75,000 for a baby? South Korean business float incentives as demographic crisis looms”, Financial Times, 28-3-2024.


14 de abril de 2024

Diferencias regionales en la cuota del IRPF

 

El moderno impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) arrancó en España con la Ley 44/1978, que, en su artículo segundo, declaraba que dicho impuesto se exigiría “en todo el territorio español”. El IRPF es hoy día el impuesto personal por antonomasia. Al gravar la capacidad económica individual de manera directa, ofrece la oportunidad de que todos los ciudadanos de un país, con independencia de donde tengan su residencia, contribuyan homogéneamente -atendiendo a sus circunstancias particulares- al mantenimiento de los gastos del Estado.

Quizás fue esa la razón por la que no se contó con el IRPF para el desarrollo inicial del sistema de financiación autonómica. No obstante, a comienzos de los años noventa se le dio entrada, arbitrando la asignación a cada Comunidad Autónoma de una parte de la recaudación territorializada del tributo. Más adelante se amplió la cuantía de la recaudación cedida y se otorgaron a los gobiernos autonómicos facultades para modificar la normativa del Impuesto, dentro de unos límites.

A pesar de que un alto porcentaje de la población sigue considerando el IRPF como un impuesto exclusivamente estatal, lo cierto es que es un impuesto compartido. Así, en 2009 se cedió a las Comunidades Autónomas el 50% de la recaudación del IRPF y se ampliaron sus competencias normativas, que abarcan los siguientes apartados: mínimo personal y familiar, escala autonómica aplicable a la base regular (esencialmente, renta del trabajo), y deducciones en la cuota íntegra autonómica.

La mayoría de las Comunidades han hecho uso de ese importante abanico de competencias para modular la carga fiscal de sus respectivos residentes, de manera que, frente a la uniformidad de la etapa preautonómica (dejando al margen los territorios forales, el País Vasco y Navarra, que tienen atribuidos todos los impuestos), nos encontramos con un mosaico en el que se constatan apreciables diferencias interterritoriales. El Consejo General de Economistas, a través del estudio periódico “Panorama de la fiscalidad autonómica y foral”, proporciona una valiosa información que facilita las comparaciones.

El tipo de gravamen máximo de la tarifa general es una de las mejores tarjetas de presentación de la política impositiva. Tomando conjuntamente los tipos estatal y autonómico, dicho tipo alcanza los menores valores en Madrid (45%), Castilla y León (46%), Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia, y Murcia (47%), y los mayores en la Comunidad Valenciana (54%), Navarra (52%), y La Rioja (51,5%). Otras cinco tienen tipos de orden del 50%.

No existe, sin embargo, coincidencia en los escalones de renta, lo que dificulta las comparaciones, que es preferible hacerlas respecto a niveles concretos de ingresos. El citado estudio ofrece un análisis de la carga soportada, en relación con el ejercicio 2024, por un contribuyente que obtiene únicamente rentas (de distinta cuantía) del trabajo, soltero, menor de 65 años, y sin hijos.

De dicho cálculo se desprenden las siguientes observaciones, para las Comunidades de régimen común (todas, salvo el País Vasco y Navarra):

a.      Para una renta de 20.000 euros, la cuota líquida es coincidente para todas las Comunidades (1.772 euros, lo que representa un tipo de gravamen medio del 8,9%).

b.      Para una renta de 30.000 euros, la cuota oscila entre los 4.601 euros de Madrid y los 5.040 de Cataluña (4.865 en Andalucía).

c.      Para una renta de 45.000 euros, entre 8.886 euros (Madrid) y 9.689 (Cataluña) (9.416, Andalucía).

d.      Para una renta de 70.000 euros, entre 17.982 (Madrid) y 19.518 (Extremadura) (18.734, Andalucía).

e.      Para una renta de 110.000 euros, entre 35.182 euros (Madrid) y 38.742 (C. Valenciana) (36.734, Andalucía).

Así, si dejamos fuera las Comunidades forales, se mantienen estas pautas: la Comunidad de Madrid es la que presenta una menor carga tributaria en todos los niveles de renta, en tanto que los mayores importes se dan en la C. Valenciana, Cataluña y Extremadura. En los casos considerados, la carga máxima supera la mínima entre un 6% y un 10%. En términos de tipo impositivo medio, esto significa que los contribuyentes de las Comunidades con mayor carga fiscal en el IRPF tributan entre 1,5 y 3,5 puntos porcentuales más, según la renta obtenida, que en la Comunidad de Madrid.

(Artículo publicado en el diario “Sur”)



13 de abril de 2024

El tiempo de las catedrales: 242 años condensados en 2 minutos

 

El tiempo de las catedrales se rige por parámetros distintos a los del tiempo convencional. Seguramente los chinos son capaces de levantar una catedral en un año, en un mes, o incluso en un fin de semana, pero sería una catedral sin alma y sin esencia. Una auténtica catedral se erige al cabo de décadas o, más bien, de siglos. Sus muros están cincelados con las cicatrices que va dejando el paso del tiempo. Al ver la magnitud de esas colosales construcciones uno se pregunta qué fuerzas lograron culminarlas, qué elementos permitieron superar retos que eran insuperables. Cómo pudo introducirse otra noción y afianzarse otra percepción del tiempo. Aunque no se perciba claramente, la era de las catedrales puede que se cerrara hace décadas, pero el tiempo de las catedrales prosigue lentamente su curso.

El reloj instalado en la torre norte marcaba la una y media (una hora menos en la Plaza de la Constitución); era el día 12 de marzo de 2024. En esos momentos, el reloj interno de la Catedral de Málaga, que, desde hace 242 años, había atenuado extremadamente su marcha, se activó para, en tan sólo 2 minutos, retomar los trabajos que en 1782 quedaron suspendidos. La viga de madera inició su ascenso con la misión de proteger las cubiertas del templo, que, un tanto inexplicablemente, han mostrado una resiliencia insospechada. A lo largo de un proceso extenuante de dos siglos y medio, la ciudad de Málaga había erigido un templo monumental de excepcional elevación. Pero, por una mezcla de razones, legendarias o mundanas, quedó desamparado a la intemperie, a merced de precipitaciones y de oscilaciones térmicas... Aedificabamus alterna die...

Según se cuenta, los órganos de la basílica comenzaron a sonar trepidantemente, algo que no estaba previsto en el programa. Lo curioso y sorprendente es que, cuando dejaron de sonar, no se pudo localizar a ningún maestro organista. No se ha querido difundir este detalle, pero se sabe que se ha iniciado una investigación.



11 de abril de 2024

La compra directa de acciones de compañías: ¿está pasada de moda?

 

Según algunos analistas, los inversores individuales están cada vez más imbuidos de la idea de que deben utilizar esquemas de inversión colectiva, como los fondos de inversión, para invertir en los mercados de acciones, en vez de invertir directamente en las sociedades. Además, en algunos países, la popularidad alcanzada por los fondos pasivos ha exacerbado esa mentalidad.

Así lo refleja Paul Killik (“Why buying shares has gone out of fashion”, Financial Times, 5-4-2024). El empleo de una política impositiva favorecedora de la colocación del dinero en instituciones de inversión colectiva es, según este asesor financiero, una de las principales razones de dicha tendencia. En su opinión, “los gobiernos han fallado en entender que la propiedad directa de las compañías es central para el capitalismo, y los inversores minoristas desempeñan un papel en la salud de los mercados nacionales y en mantener la relevancia de las empresas”. Por otro lado, la mayoría de los inversores en acciones a través de fondos tienen muy poca idea sobre las compañías en las que mantienen sus inversiones, del valor de sus posiciones, y del papel que pueden jugar.



10 de abril de 2024

Las huellas de la incidencia impositiva en la Catedral de Málaga

 

La impresionante imagen de la Catedral de Málaga viene a insinuar que el estado del cofre de las finanzas ha debido de ejercer una notable influencia en la configuración de la fisonomía que hoy exhibe. Es evidente que los recursos presupuestarios han tenido que desempeñar un papel fundamental para poder erigir un coloso arquitectónico de esa naturaleza, y también, aunque sea implícitamente, han de ser una referencia para buscar una explicación a su parte inconclusa. Muchos fueron, en efecto, los avatares financieros vividos, a lo largo de casi tres siglos, durante la construcción del sagrado templo.

En la obra “Arte y economía: la construcción de la Catedral de Málaga” (Universidad de Málaga y Colegio de Arquitectos en Málaga, 1985), de Lorenzo Pérez del Campo, encontramos los detalles de lo acontecido en el siglo XVIII. Obra ésta que, por su extensión (prácticamente, 400 páginas) y su minuciosidad, sobre la base de consultas a archivos documentales, sorprende, de entrada, por provenir de una memoria de licenciatura. Simplemente esto (desde luego, no sólo la cantidad) daría pie a alguna reflexión sobre las características deseables de un trabajo de fin de grado universitario.

En el libro se recoge un amplio apéndice en el que se transcriben documentos originales del archivo catedralicio. Entre éstos, una real cédula del año 1723 mediante la cual el rey Felipe V ordena el establecimiento de un arbitrio, durante cuatro años, con objeto de recabar fondos para la construcción de la Catedral de Málaga. El arbitrio consistía en una carga de un real de vellón por cada arroba de pasa, vino y aceite que se exportara o saliera por el puerto de Málaga.

Sin hacerse esperar mucho, a los tres días de dictarse dicha cédula, se dirige una súplica a “Su Majestas” para que reconsiderase la aplicación de dicha exacción. La petición se eleva a instancias de la Hermandad de Viñeros, y en ella se argumenta que el vino y la pasa son el “nervio principal” para el sustento del comercio y la manutención de los vecinos. Allí se exponen -en un lenguaje que recuerda la prosa cervantina en cuitas semejantes narradas en El Quijote[1]- las dificultades de los cosecheros para obtener un precio adecuado. Otras lecciones de economía, en relación con el acceso al consumo suntuario y la competencia de otros productores, se recogen en el documento, en el que, en su parte final, “se suplica [a Vuestra Magestad] se sirva mandar suprimir el expresado arvitrio”.



8 de abril de 2024

La relativización de Zweig del aprendizaje académico

 

“Para mí nunca ha perdido validez el axioma de Emerson según el cual un puñado de buenos libros vale tanto como la mejor universidad, y sigo convencido de que se puede llegar a ser un excelente filósofo, historiador, filólogo, abogado o cualquier otra cosa sin haber pisado nunca una universidad ni haber cursado siquiera el bachillerato”.

Aun sin pretender negar ese resultado como posibilidad teórica, parece un tanto exagerada la conjetura de Zweig. En cualquier caso, cabe suponer que un entorno académico facilita de alguna manera el marco y la senda del conocimiento. Fuera de aquél, probablemente es más fácil perderse por el camino, o quedarse varado en un rincón. Ser autodidacta tiene ventajas, pero conlleva también importantes riesgos. Su verdadera potencia se despliega después de haber tenido la oportunidad de vivir una experiencia productiva en una institución académica prestigiosa, o de haber tenido a disposición, desde la infancia, un cuadro de instructores cualificados.




7 de abril de 2024

Los flujos de información y desinformación en la sociedad: entre Escila y Caribdis

 

“La misma dinámica rige entre los disparatados propagadores de noticias falsas. Estos personajes sin escrúpulos distorsionan la realidad difundiendo informaciones sin base lógica, hacen afirmaciones de gran relevancia con absoluta gratuidad, manipulan toda clase de razones, argumentos y datos con tal de apoyar una idea. Lo que sea o deje de ser esta idea carece de importancia… Da igual el tema. Lo importante es que en esta batalla la primera víctima en caer fulminada es la verdad, y a partir de ahí el campo queda libre para que vuelvan los garrotazos y se diga cualquier cosa con impunidad”.

Hay descripciones, como la recogida en el párrafo anterior, que parecen reflejar situaciones actuales. No siempre es así. Es el anterior un escrito periodístico aparecido en el año 1849 con la firma de un tal Charles Dickens. Ponía de relieve el autor de David Copperfield un serio problema, agravado en nuestros días por la proliferación y la facilidad para la circulación de cualquier información.

A dicho problema viene a añadirse otro, que puede llegar a ser no menos mayúsculo, en caso de que prevalezca el dictado irrestricto de los guardianes oficiales del pensamiento. En relación con algunas disposiciones aprobadas recientemente en Escocia, el Institute of Economic Affairs señala la dificultad de determinar lo que es una “persona razonable”, concepto clave en la aplicación de la nueva normativa de control de la información.



6 de abril de 2024

Propuestas fiscales antirricos

Informa la revista The Economist de la aparición de dos obras con ideas fiscales deslumbrantes, sin duda producto de un largo y profundo proceso de análisis y reflexión. Ambas están motivadas por la preocupación existente a causa de la desigualdad económica existente y de la acumulación de grandes sumas de riqueza por una minoría de personas muy ricas. Y ambas propugnan una solución bastante expeditiva.

Especialmente, Ingrid Robeyns (“Limitarianism”), quien hace un planteamiento no demasiado complicado: que el Estado prohíba que cualquier persona acumule una riqueza superior a 10 millones de dólares (o, da igual, de euros o de libras esterlinas).

Por su parte, Luke Hildyard (“Enough”) propone recurrir a una vía algo más sofisticada y adaptativa a la situación de cada país: que nadie obtenga más de los ingresos que marquen el umbral para entrar en el top 1% de los contribuyentes.

Tras evaluar sucintamente las propuestas, en esta ocasión, el semanario británico, a diferencia de otras anteriores, evidencia una postura asaz crítica (“The fallacious case for abolishing the rich”, 30-3-2024) en la que podríamos decir que, de facto, se cuestionan los títulos (“Limitarianismless” y “Enough is not enough”). 

Ahora bien, esas reticencias no deberían impedir apreciar algunos efectos colaterales no desdeñables. Las referidas contribuciones permitirían una acusada simplificación de la teoría de la imposición y, en particular, desactivarían el enfoque de las reformas fiscales.




5 de abril de 2024

Un test significativo sobre la personalidad individual: la propuesta de Zweig

 

“Nada pone mejor a prueba el carácter de una persona que la prueba de oro del éxito y la prueba de fuego de la adversidad”.

La experiencia ofrece continuamente casos en los que es posible contrastar este aforismo de Zweig[1], especialmente si el éxito va acompañado de poder, y la adversidad, de deterioro económico. En el supuesto de que un mismo sujeto acceda a esas dos divergentes situaciones, el orden cronológico puede tener una incidencia adicional.



[1] Stefan Zweig, “La verdad nunca es vana. Aforismos”. Introducción, selección y traducción de Joan Parra, Ed. Alfabeto, 2024.


4 de abril de 2024

La evolución de las libertades en el mundo

 

Freedom House es una organización, fundada en 1941, “dedicada al apoyo y la defensa de la democracia en el mundo”. Con base en una metodología determinada, elabora un informe anual en el que se evalúa cómo evolucionan los derechos y libertades en todo el mundo. En el último informe publicado se concluye que la libertad global retrocedió en 2023 por 18º año consecutivo. Los derechos políticos y las libertades civiles disminuyeron en 52 países, y hubo mejoras sólo en 21.

La comparación entre los años 2014 y 2024 muestra un panorama no demasiado alentador, como se refleja en el gráfico adjunto. Las variaciones en los índices son bien expresivas, aun cuando no aparecen los niveles de partida ni de llegada, lo cual merece una consideración específica. 




3 de abril de 2024

Reencuentro económico con Dickens

De manera insospechada, alguien me hace llegar el documento completo utilizado como base de una ponencia impartida en un curso de verano en Ronda… allá por el año 2007… Casi olvidada desde entonces, causa un poco de vértigo transitar por los abundantes recovecos en los que se desgajaba el desarrollo de un título como el de “la financiación de los clubes de baloncesto”.

Rememorar documentos propios alejados en el tiempo genera una mezcla de sentimientos y sensaciones, especialmente cuando han sido meras apariciones efímeras sin dejar ningún rastro material. Simplemente, el esfuerzo tuvo un comienzo y un final, circunscrito a una exposición única e irrepetible, carente de toda continuidad o aprovechamiento colateral. Cuando, por circunstancias azarosas, se recuperan las huellas perdidas, la desorientación se adueña momentáneamente de nosotros. Pero, a veces, aparecen destellos de lucidez ajena que sirven como bálsamos reparadores.

Así se percibe este instructivo pensamiento de Charles Dickens: “Es una gran verdad, sí, señor. En un chelín hay un millón, como en un grano de trigo hay toda una cosecha para llenar un granero; el secreto consiste en colocar bien el chelín y en sembrar el grano de trigo en buena tierra. La inteligencia y el ahorro dan a los ceros valor poniéndolos a continuación de las cifras; la locura y la prodigalidad ponen la cifra a continuación de los ceros”. 



2 de abril de 2024

Democracias en jaque: las trampas del lenguaje

Si nos atenemos simplemente a la gran proliferación de artículos de opinión publicados recientemente sobre la evolución de los regímenes políticos, no podemos sino apreciar los importantes riesgos que se ciernen sobre la solidez de las democracias liberales. Riesgos que, si observamos los ensayos aparecidos en los últimos años, no puede decirse que sean nuevos.

El hecho de que un economista tan influyente como Martin Wolf aparte reiteradamente el análisis de los problemas económicos para abordar el curso de las democracias es un indicio patente de su trascendencia. Uno de sus últimos artículos (“Fascism has changed, but it is not dead”, Financial Times, 26-3-2024) ha despertado un interés extraordinario y desatado una gran cantidad de comentarios no unívocos. Al margen de entrar en el fondo de la cuestión, una parte de la controversia se ha focalizado en aspectos de semántica. Entre éstos, el referente a la significación de la noción de “Ur-Fascismo” planteada por Umberto Eco, e interpretada como “Fascismo eterno”. Diversos comentaristas discrepan sobre el alance de “Ur”. Por otro lado, la advertencia de Trump acerca de que habría un “bloodbath”, si no ganara las elecciones del próximo mes de noviembre, ha generado también algunas diferencias interpretativas. Así, hay quienes se ciñen a la amenazante literalidad de ese vocablo; otros sostienen que fue empleado con una calculada ambigüedad, y otros consideran que, en el contexto de la alocución, el mercado automovilístico, en realidad se refería a un “economic bloodbath”.

En fin, más allá del interés intrínseco de la cuestión abordada, también lo tiene el del significado de las palabras. Especialmente en algunas ocasiones, aunque siempre es algo bienvenido, habría que efectuar cotejos constantes del contenido exacto de las palabras utilizadas. Antes de escribir algo texto no poético, o de proclamar un discurso con fines de comunicación, sería altamente recomendable saber de qué se habla cuando se habla… de lo que sea. 



1 de abril de 2024

Los antecedentes de la Economía del comportamiento

 

Hace tan sólo unos días, ha fallecido Daniel Kahneman, psicólogo a quien se concedió en 2002 el Premio Nobel de Economía por una serie de contribuciones que cuestionaban supuestos habituales sobre el comportamiento racional de los individuos en la toma de decisiones económicas. Parte de dichos trabajos fueron realizados en colaboración con Amos Tversky, que, debido a su fallecimiento en 1996, no tuvo la oportunidad de ser considerado para ese prestigioso galardón. Años mas tarde, la Economía del comportamiento recibiría el respaldo definitivo con el otorgamiento de dicho Premio a Richard Thaler, por sus trabajos sobre los sesgos conductuales y el enfoque de los “empujoncitos” (nudges) como forma de estimular determinados comportamientos.

En línea con concepciones prevalecientes dentro del campo de las ciencias sociales, y como ha recordado Martin Sandbu[1], tradicionalmente la Economía se ha considerado como una “disciplina imperialista”, más propensa a colonizar otras disciplinas que a recibir influencias de éstas. La figura de Kahneman representa la mayor excepción individual a esa tendencia.

Dejando al margen alguna controversia reciente acerca de la fundamentación de ciertos trabajos sobre Economía conductual[2], circunstancialmente, en estas mismas fechas, se ha difundido un libro en el que se recogen algunas interesantes referencias que permitan contextualizar mejor las aportaciones con origen en el campo de la Psicología, hoy día incorporadas en la corriente principal de la Economía. Así, Erik W. Matson, en la obra “New paternalism meets older wisdom. Looking to Smith and Hume on rationality, welfare and Behavioural Economics” (Institute of Economic Affairs, 2024) señala lo siguiente: “Tales perspectivas no son nuevas -muchas de ellas pueden verse como una recuperación de diversas explicaciones de la acción humana que se remontan a la antigüedad clásica, evidenciadas por las enseñanzas de Aristóteles… Surgieron también… en gran medida de los escritos de la Ilustración Escocesa. Pero están siendo ahora cada vez más integradas en los enfoques dominantes en las ciencias sociales contemporáneas, incluyendo la Economía”.



[1]Daniel Kahneman, Prize winning psychologist, 1934-2024”, Financial Times, 29-3-2024.

[2] Vid. A. Jack y A. Hill, “Harvard fraud claims fuel doubts over science of behaviour”, Financial Times, 30-6-2023.


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