“Nada
pone mejor a prueba el carácter de una persona que la prueba de oro del éxito y
la prueba de fuego de la adversidad”.
La
experiencia ofrece continuamente casos en los que es posible contrastar este
aforismo de Zweig[1], especialmente si el éxito
va acompañado de poder, y la adversidad, de deterioro económico. En el supuesto
de que un mismo sujeto acceda a esas dos divergentes situaciones, el orden
cronológico puede tener una incidencia adicional.
[1] Stefan
Zweig, “La verdad nunca es vana. Aforismos”. Introducción, selección y traducción
de Joan Parra, Ed. Alfabeto, 2024.