Desafortunadamente,
el nombre de János Kornai figura en la relación que, hace escasos días,
recordaba Carlos Rodríguez Braun[1]. En ella
se recogen los economistas más conocidos fallecidos en el año 2021, y se menciona
su obra “Crecimiento armónico frente a crecimiento anárquico” (1972), publicada
en España en 1977 (Editorial Saltés).
La revista de The
Economist, en un número reciente, incluye un interesante artículo sobre la
figura del economista húngaro[2]. En él
se recuerda cómo, siendo un joven que había perdido a su padre y a un hermano
en el Holocausto, acogió con entusiasmo la llegada de los soviéticos, sin
importarle que los "libertadores" le robaran su reloj. Convertido en un entregado comunista, trabajó intensamente en un periódico “del partido” y se decantó por
el estudio de la Economía tras la lectura de “Das Kapital”. “El hechizo con el
marxismo se quebró cuando conoció a una víctima de la tortura que acarreaba”. Para
su disertación académica, llevó a cabo un amplio estudio de campo que le
permitió analizar cómo funcionaban en la realidad las empresas en un sistema
económico planificado.
A pesar de la
fallida revolución del año 1956, Hungría acogió planteamientos para construir
una economía socialista de mercado. La tesis de los reformistas socialistas era
que una propiedad estatal extendida era compatible con las fuerzas del mercado
y las señales de precio. Sin embargo, Kornai argumentó que la utilización de
precios correctos era una condición necesaria, pero no suficiente. Como señala
The Economist, “Bajo el capitalismo, una empresa no puede desafiar los precios
mucho tiempo sin ir a la quiebra. Bajo el socialismo, las cosas eran
diferentes. Las empresas de propiedad estatal sabían que siempre podían apelar
a las autoridades superiores para que las rescataran. En 1979, Kornai calificó
esto como una ‘restricción presupuestaria blanda’… Si las empresas no temen las
pérdidas, no necesitan prestar atención a los precios”.
János Kornai
encarna como pocos el caso de un economista –“inbetweener”- que transitó entre
dos mundos teóricos -socialismo y capitalismo- antagónicos y dos sistemas
económicos contrapuestos -socialismo real y capitalismo real-. “A pesar de sus
rasgos perjudiciales y moralmente desagradables… viviría antes bajo el sistema
capitalista que en el barracón más feliz en el campo socialista”, dejó escrito
en sus memorias, según constata el referido artículo de The Economist.
Son muchas las
reflexiones que suscitan los trabajos de Kornai. Una, de aplicación general, es
la que, en línea con lo antes señalado, se desprende de la siguiente
proposición: “The major common feature of the many variants of the SBC [soft
budget constraint] syndrome is as follows: the behavior of every organization
concerned is affected by the expectation that it will be bailed out if it gets
into serious financial trouble”[3].
[1]
Vid. C. Rodríguez Braun, “En ocasiones veo (economistas) muertos”, Expansión,
3-1-2022.
[2] “The inbetweener”, 20-11-2021. Es éste el título en la edición en papel; en la digital -extraña práctica- aparece otro diferente, más expresivo: “Prices cannot work if losses do no hurt”.
[3]
Vid. J. Kornai, “The soft Budget constraint. An
Introductory Study to Volume IV of the Life’s Work Series”, Acta Oeconomica,
Vol. 64 (S1) pp. 25–79 (2014) DOI: 10.1556/AOecon.64.2014.S1.2.