27 de junio de 2023

Tamaño del sector público y milmillonarios

 

Los economistas preocupados por la determinación del tamaño óptimo del sector público han llevado a cabo análisis a fin de comprobar la relación existente entre la magnitud económica alcanzada por dicho sector con el desempeño en las tres grandes vertientes de la asignación, la distribución y la estabilización. Ante un panorama cuajado de dificultades metodológicas que desafían la obtención de unos resultados contundentes, parecía desprenderse una cierta conexión positiva -aunque sujeta a matizaciones- entre la dimensión económica del Estado -aproximada por la ratio del gasto público respecto al PIB- y la existencia de un menor grado de desigualdad económica.

Esa asociación viene a ser desafiada por el análisis de Ruchir Sharma (“Billionaires find big wins in big government”, Financial Times, junio 2023), quien utiliza como indicador el peso que, sobre el PIB, representa la riqueza acumulada por los milmillonarios -colectivo dentro del que diferencia entre quienes lo son por herencia, los “malos” (que han generado su riqueza en industrias captadoras de rentas), y los “buenos” (que obtienen su riqueza en industrias productivas)-.

Destaca el caso de Francia, donde “la clase milmillonaria coexiste con el Estado del bienestar con mayor nivel de gasto del mundo”, con una riqueza que crece a un ritmo muy elevado, y que llega ya al 21% del PIB. Las fortunas heredadas representan en el país galo un 85% de la riqueza de los milmillonarios. Con cifras similares se encuentra Suecia, mientras que en Japón la referida ratio sobre el PIB es de un 4%. Asimismo, países con sectores públicos reducidos, como Corea o Taiwán, u otros que, tras una experiencia ligada al socialismo, se han decantado por el capitalismo, como Polonia, muestran los niveles más bajos.

Según Sharma, presidente de Rockefeller International, “estos resultados sugieren que las tendencias socialistas pueden generan resultados contraproducentes al promover la concentración en vez de la distribución de la riqueza… Esto debe ofrecer algún motivo de reflexión a muchos que creen que la respuesta a los males actuales del capitalismo es un gobierno que sea, todavía más, de apoyo”.

26 de junio de 2023

Principios bíblicos de conducta financiera: la recuperación de los préstamos

 

La Biblia está plagada de prescripciones, en bastantes casos con marcadas connotaciones económicas o financieras. No faltan ocasiones en las que, en función del pasaje de referencia, advirtamos algún tipo de contradicción o confrontación entre diferentes mensajes, como tampoco otras en las que nos vemos sumidos en el desconcierto ante la dificultad de interpretar el sentido último de la admonición.

No ocurre esto en relación con las pautas que se dedican a los préstamos en el Eclesiástico: “Presta a tu prójimo cuando pase necesidad, y por tu parte restituye lo prestado a su debido tiempo”. Además, se advierte de conductas poco éticas que pueden aflorar en el mercado crediticio: “Muchos pretenden adueñarse de lo prestado y ponen en dificultad a quienes los ayudaron”. No se refiere, desde luego, al caso de las dificultades sobrevenidas: “Antes de recibir el préstamo, besan las manos del prójimo y humillan la voz para conseguir su dinero; pero, a la hora de restituir, dan largas, responden con evasivas y echan la culpa a las circunstancias”.

Un problema, en el fondo de información asimétrica y, en su base, de ética personal. Las entidades de crédito disponen de mecanismos para tratar de contrarrestarlo: evaluación previa del riesgo, conocimiento del “track record” de los prestatarios, constitución de garantías, e instrumentos legales de recobro. Casi nada de eso existe, en el ámbito de las relaciones personales, especialmente cuando los “préstamos” son de naturaleza no dineraria. La vida no suele permitir recurrir a la moviola.

25 de junio de 2023

El “(De)Long” siglo XX: ¿camino a la utopía?

 

Normalmente, los siglos suelen tener una duración de 100 años. Sin embargo, los historiadores hacen a veces uso de licencias analíticas para expandir o contraer su duración, a la búsqueda de un mejor ajuste a las tendencias históricas, o con vistas a la demarcación de ciclos completos. Es lo que propone J. Bradford DeLong (Universidad de California en Berkeley) respecto al siglo XX, al que convierte en el “largo” siglo XX.

Este comenzó, en torno a 1870, con una serie de acontecimientos que marcaron un hito, con el triple surgimiento de la globalización, el laboratorio de investigación industrial y la corporación moderna. La prolongada centuria llegaría a su ocaso hacia el año 2010, acotada por la Gran Recesión, heredera de la gran crisis financiera internacional desatada unos años antes. Un período, en suma, de 140 años, que el historiador económico estadounidense califica como los más prósperos en la historia de la humanidad. El ingreso per cápita promedio mundial era, en 2010, casi 9 veces el de 1870. De hecho, resalta que el componente económico ha sido el pilar conductor de toda la historia moderna.

Según DeLong, la fuente de la que fluye todo lo acontecido en la época moderna ha sido la multiplicación de la riqueza material, que vino a superar todos los registros anteriores. La innovación y la invención jugaron un papel determinante en las economías más avanzadas. A su vez, la contraposición de dos destacados pensadores generaría una tensión permanente entre sus modelos económicos y sociales: por una parte, Friedrich Hayek, adalid de la libertad de mercado como eje del sistema económico; por otra, Karl Polanyi, baluarte de la defensa de derechos individuales mucho más allá del reducto de los derechos de propiedad inherentes a la economía de mercado. La conjunción de ambos enfoques, dentro de un “matrimonio forzado” bendecido por John M. Keynes, quien sentó las bases para la intervención del sector público con fines de estabilización económica, daría lugar a un crucial punto de encuentro.

En la obra comentada (“Camino a la utopía: una historia económica del siglo XX”), DeLong traza una ilustrativa narración de la evolución de ese largo período, sujeto a grandes cambios económicos, marcado por conflictos bélicos mundiales, así como por el yugo de las más deleznables y sanguinarias dictaduras. Asistimos así, en una primera fase, entre otros muchos episodios, al derrumbe de imperios, al azote de la inflación y del desempleo, y al auge de ideologías de corte totalitario. Ferviente defensor de la socialdemocracia, sostiene que “los guardias de Auschwitz y demás campos de concentración eran muy parecidos a los guardias del archipiélago gulag”.

Respecto a la Guerra Fría, considera que no bloqueó ni obstaculizó el avance del progreso humano hacia la prosperidad, sino que, más bien, pudo haber ayudado a facilitarlo. Esto no impidió que la economía mundial se adentrara en una senda de profunda divergencia entre “el Norte” y “el Sur”. En el ámbito del primero, la combinación Hayek-Keynes-Polanyi, asumida por gobiernos socialdemócratas, propició un nuevo salto adelanto tras la posguerra, que se prolongó hasta mediados de los años setenta. Con la crisis energética apareció una situación de paro e inflación ante la que las políticas keynesianas quedaron desarboladas. La promesa socialdemócrata de lograr un nivel de prosperidad cada vez mayor dejó de cumplirse, y se abrió paso un giro de corte neoliberal, que logró afianzarse hasta el término de la primera década del siglo XXI propiamente dicho.

En fin, la historia del “largo” siglo XX es presentada por DeLong como un relato que comprende cuatro grandes desarrollos: i) un crecimiento económico impulsado por la tecnología; ii) una tendencia a una globalización creciente; iii) el ejercicio de un papel hegemónico por parte de Estados Unidos; y iv) una mayor confianza en que la humanidad podría progresar a medida que los gobiernos fueran resolviendo los problemas económicos.

DeLong manifiesta su desconocimiento de cómo será la narrativa que explique lo que está por venir, si bien está convencido de que ha comenzado una nueva historia. La del “largo” siglo XX recogida en su obra ofrece importantes lecciones que podrían evitar reincidir en errores que han tenido en el pasado costes inconmensurables. Su mero recuerdo hace que simplemente mencionar la palabra utopía pueda causar auténtico estupor.

(Artículo publicado en el diario “Sur”)



24 de junio de 2023

El dilema económico de los gastos de defensa: la visión de Zweig

 

Los gastos en defensa han protagonizado tradicionalmente la exposición del ineludible dilema económico que surge ante una elección entre bienes sujeta a la existencia de unos recursos limitados: ¿cañones o mantequilla? Desde una óptica simplista, el ejemplo es apropiado para ilustrar la noción básica de coste en sentido económico, la asociada al omnipresente coste de oportunidad. Sin embargo, la cuestión presenta más aristas, y no puede despacharse a la ligera. Para algunos analistas, ese archiconocido dilema constituye una falacia. Por otro lado, tampoco puede resolverse de manera inequívoca la posible asociación existente entre los gastos en defensa y el crecimiento económico[1].

El gran escritor Stefan Zweig, en cambio, sí tenía una idea bastante clara al respecto. Así, en el año 1919 escribía lo siguiente, algo que “puede entender un niño de siete años si le se explica, a saber: que nuestra Europa no podrá seguir manteniéndose económicamente como la unión fraterna, puesto que empleamos y pagamos sin provecho alguno a veinte millones de hombres como funcionarios y soldados para alimentar nuestra mutua desconfianza, mientras que en América esos veinte millones de hombres, lejos de gravar al Estado, llevan a cabo un trabajo productivo y unos valores, y frente a esa superioridad todos nuestros Estados acabarán hundiéndose”[2].



[2] “La tragedia de la falta de memoria”, en S. Zweig, “El legado de Europa”, Acantilado, 2023 (reimpresión), pág. 287.

21 de junio de 2023

El desvelamiento del dinero por Antonio Romero Mora

 

“El dinero es un velo”, el célebre adagio de los economistas clásicos, es el elegido por el autor para dar título a una interesante y sugerente obra que no hace mucho ha visto la luz, y cuyo contenido se perfila bastante más cuando percibimos su completa denominación: “El dinero es un velo. La historia de las leyes bancarias en España” (Funcas, Marcial Pons, 2023).

Partiendo de la constatación de la barrera que tradicionalmente ha venido rodeando a las cuestiones financieras, Antonio Romero Mora desafía esa percepción como hecho ineludible, y sostiene la tesis de que “los tecnicismos del dinero pueden desvelarse con facilidad”. Un reto de magnitudes considerables que, si nos atenemos a las tendencias recientes, no puede decirse que tienda a menguar de manera natural. En cualquier caso, no ha dudado en poner todo su caudal de conocimientos y experiencias al servicio de la causa en un proyecto con un alcance, una relevancia y una utilidad absolutamente impresionantes.

Lejos de tratarse de un tratado de corte mecanicista, el libro ofrece una visión multidisciplinar, que va mucho más allá de la mera aproximación jurídica, de la historia del sistema financiero español, desde la época medieval hasta nuestros días. Dotado de un planteamiento impecable, los estudiosos del sistema financiero tienen ante sí una auténtica joya literaria, llamada a convertirse en una referencia esencial.

Metódica, minuciosa, rigurosa, exhaustiva, llena de erudición. Son algunos de los atributos que puede intuir, de entrada, quien simplemente hojee las más de 550 páginas de la obra. Asimismo, sin embargo, no podrá dejar de tener la percepción de que el título, aun en su versión completa, no le hace plena justicia.



18 de junio de 2023

La (buena) comunicación, esa montaña tan difícil de escalar

 

Hace Santiago Álvarez de Mon (“Comunicar, tan fácil… y tan difícil”, Expansión, 16-6-2023), algunas interesantes reflexiones en torno a los cánones de la buena y efectiva comunicación. Teóricamente, se trata de pautas razonables y aparentemente sencillas. Pero una cosa es su mero enunciado y otra, bien distinta, lograr plasmarlas de manera equilibrada en un foro real.

Para este profesor del IESE, a quien citaba en la introducción a “Panorama económico y financiero: cien cuestiones para la reflexión y el debate”, cinco son los ingredientes básicos para una buena comunicación: i) tener una genuina historia que contar, no una mera puesta en escena para el traslado de clichés y frases manidas; ii) dominio del lenguaje y facilidad de palabra; iii) capacidad de síntesis; iv) dimensión ética del conferenciante; y v) lenguaje corporal que dé credibilidad al discurso.

Sustituyamos el requerimiento de la historia que contar -desde luego que la tiene el conferenciante analizado, Leopoldo López, exiliado venezolano- por el de ofrecer un contenido de nivel y calidad, en el caso de una conferencia temática, y dispondremos de una referencia no desdeñable. Por supuesto, lograr una buena conferencia no depende sólo del lado de la oferta; también el de la demanda, el de los destinatarios, activos o pasivos, puede ejercer una notable influencia.

 

15 de junio de 2023

La tarea de las escuelas según Hobbes

 

Es “Leviatán” un sesudo tratado sobre “La materia, forma y poder de una república, eclesiástica y civil”. En su primera parte (“Del hombre”), lleva a cabo Hobbes una serie de reflexiones filosóficas que le sirven de soporte para la elaboración de su conocida teoría sobre el surgimiento del Estado (Leviatán).

En su alegato contra la ignorancia, afirma que “bajo el pretexto de que Dios puede hacer cualquier cosa, algunos malvados tienen la audacia de decir también cualquier cosa cuando sirve a su conveniencia, aunque la consideren falsa; y corresponde a un hombre sabio no creerles más allá de lo que parece sensato con arreglo a recta razón”.

La tarea de las escuelas, según el filósofo británico, debería ser suprimir “este miedo supersticioso a los espíritus y, junto con él, los pronósticos a partir de sueños, las falsas profecías y muchas otras cosas dependientes de ello, mediante las cuales personas astutamente ambiciosas abusan de la simpleza popular”.

Sin embargo, las escuelas “alimenta[ban] más bien tal doctrina, pues enseña[ba]n lo recibido (desconociendo qué son la imaginación y los sentidos)”.

Corría el año 1651 cuando Hobbes firmaba, en París, la dedicatoria de su obra, en la que manifestaba que “[era] un hombre amante de [sus] propias opiniones y cre[ía] en la verdad de todo cuanto d[ecía]”.

13 de junio de 2023

Encuentro con el mensajero de la cota 1.000

 

Corría el mes de julio de 2017, hace ya prácticamente seis años. Aún no sé cómo dejé persuadirme. Llevaba José María López bastante tiempo en el empeño, predicando, de hecho, con el ejemplo. Aún no consigo explicármelo, cómo pude dejarme embaucar, después de hacer declinado alguna que otra propuesta para haber habilitado un canal similar al amparo de un querido medio. Y de haberme limitado hasta entonces a la genuina fórmula del “bloc” del diario rengeliano, que, desgraciadamente, fue engullido por un inmisericorde agujero negro apenas sin esperar a que se extinguiera el eco de las campanas que doblaron por el recordado periodista. A estas alturas, no sé si agradecerle o, más bien, recriminarle que me arrastrara a este submundo en el que los textos navegan como almas en pena.

Quizás no habría advertido el detalle sin la aparición de Edmundo, uno de los personajes que, a su capricho, se afianzó en este hábitat, donde no siempre es fácil distinguir lo real de lo imaginario. Tras un prolongado período de ausencia, en el que apenas dio señales de vida, salvo a través de contados y crípticos mensajes, me abordó ayer inesperadamente cuando me disponía a salir a la calle. “Creía que no lo lograrías”, fue lo primero que me dijo o, al menos, me pareció entender. “La cota mil has conseguido al fin”. Como casi siempre, sin darme tiempo a reaccionar, se escabulló raudo y veloz, mientras me lanzaba uno de sus enrevesados mensajes: “Nos veremos cuando llegue el solsticio de verano, a la hora acostumbrada”.

Azorado por la comparecencia perturbadora del inquieto y travieso personaje, cambié de planes. Subí a la buhardilla y encendí el ordenador. Sabedor de que es él el único lector de estos registros personales, me dispuse a llevar a cabo un intento de contacto epistolar. Fue entonces cuando reparé en cuál era la cota a la que se refería mi fugaz interlocutor. Pero no estoy muy seguro de si, cuando creí percibirlo, estaba despierto del todo.

11 de junio de 2023

Tañido de campanas por Nuccio Ordine

 

“… la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque soy parte de la humanidad; así, nunca pidas a alguien que pregunte por quién doblan las campanas; están doblando por ti”.

Con esta arrebatadora meditación de John Donne da inicio Nuccio Ordine a su libro “Los hombres no son islas”. Ningún lo es, afirma Donne en la misma composición reseñada.

Escuchar el tañido de las campañas que anuncia la “muerte del otro” es, según Ordine, “no sólo … una oportunidad para reflexionar sobre nuestra propia muerte, sino que es asimismo una valiosa oportunidad para entender que los seres humanos están ligados entre sí y que la vida de cada hombre es parte de nuestra vida”.

Oímos un tañido triste de campanas, que, en esta ocasión, no puede llegar a los oídos de Ordine, tras decirnos adiós de manera inesperada. Tenemos que consolarnos con la selección de clásicos que nos lega en el libro citado, que viene a complementar el de “Clásicos para la vida: una pequeña biblioteca ideal”.

No se limita el autor a recoger una reseña de las obras seleccionadas, sino que también efectúa una ardiente defensa de las políticas favorecedoras de los movimientos migratorios internacionales sin ningún tipo de restricciones, así como de la aplicación de medidas tributarias que acorten las acusadas diferencias de renta y riqueza. La crítica de los modelos educativos basados en la mercantilización constituye otro de sus destacados focos de atención.

El título elegido para su último libro no es gratuito. A pesar de la un tanto sorprendente utilización de un lenguaje nada inclusivo según los cánones actuales, es toda una declaración de principios, la base de una filosofía personal y de una forma de entender la vida y nuestro papel en la sociedad.



10 de junio de 2023

La distribución de la carga del IRPF

 

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es el pilar fundamental del sistema tributario español. La recaudación gestionada por la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) ascendió en 2022 a la cifra de 108.978 millones de euros. El tributo aporta un 36% del total de los ingresos impositivos (en sentido estricto, sin incluir las cotizaciones sociales) y una quinta parte del total de los ingresos públicos (no financieros).

Aun cuando la hora de rendir cuentas ante Hacienda tiene lugar en la estación primaveral, el proceso queda muy atemperado gracias al sistema de retenciones a cuenta, que permite graduar la carga a lo largo de los meses. El conjunto de los mecanismos de pagos a cuenta del Impuesto cubre más de un 90% de la cuota tributaria.

El IRPF está plenamente consolidado en España como impuesto personal, directo y progresivo, pero no ha logrado liberarse completamente del sambenito de que se trata de un impuesto injusto e incluso regresivo. ¿Está justificada esa negativa percepción social? ¿Es cierto que las contribuciones personales por el IRPF están alejadas de una distribución equitativa y progresiva?

Las Memorias de la Administración Tributaria nos ofrecen una valiosa información para contrastar tales creencias. Aunque los últimos datos desagregados disponibles corresponden al ejercicio 2019, es interesante observar las pautas constatables en las declaraciones efectuadas. A este respecto, es oportuno tener en cuenta algunas dificultades metodológicas, como las asociadas a que los datos del IRPF se refieren a las declaraciones presentadas, que comprenden tanto las individuales (claramente mayoritarias) como las conjuntas. Lo ideal sería poder efectuar una comparación tomando como referencia las unidades familiares. Por otro lado, no hay que olvidar que, evidentemente, no se incluyen los datos referentes a personas que, por distintos motivos, no han presentado declaración, como tampoco los ingresos eventualmente no declarados por los integrantes de los distintos tramos de renta. Y, todo ello, sin entrar a la consideración de otras matizaciones que exigiría la aplicación de un concepto de renta en sentido económico, que difiere del empleado por la normativa fiscal.

El número de declaraciones del ejercicio 2019 presentadas fue de algo más de 20 millones, si bien la cuota total (86.600 millones de euros) recayó en 13,7 millones. A efectos de análisis, agrupamos los datos en nueve intervalos de renta (en euros): 1º, hasta 10.500; 2º, de 10.500 a 21.000; 3º, de 21.000 a 30.000; 4º, de 30.000 a 45.000; 5º, de 45.000 a 60.000; 6º, de 60.000 a 90.000; 7º, de 90.000 a 120.000; 8º, de 120.000 a 240.000; 9º: más de 240.000.

A partir de un análisis simple de la información pueden destacarse los siguientes aspectos:

a.                De los datos de la base imponible se constata que la renta declarada se distribuye de manera desigual: el 90% de los declarantes con menor renta concentra los dos tercios de la renta total, mientras que el 10% con más renta aglutina un tercio.

b.                Tomando como referencia las declaraciones con cuota positiva, al primer 90% le corresponde aproximadamente la mitad de la cuota total y, al último 10%, la otra mitad.

c.                En los tres primeros intervalos de ingresos considerados, el porcentaje de la renta sobre el total es inferior a la participación respectiva en la cuota total, mientras que a partir del cuarto tramo ocurre lo contrario.

d.                Esa diferencia es cada vez más acusada, hasta llegar a los dos últimos (1% de los declarantes), que, con un 12% de la renta agregada, aportan un 21% de la cuota total.

Otro indicador fundamental es el tipo medio de gravamen, esto es, el cociente entre la cuantía del impuesto y la renta correspondiente. Dicho tipo medio, dejando al margen los niveles más bajos, que no tributan, va desde el 2%, para los declarantes con renta de 10.000 euros, hasta el 33%, para los contribuyentes con renta superior a 200.000 euros. Entre estos extremos, el tipo medio es cada vez mayor.

Sin perjuicio de entrar en un análisis pormenorizado, que depure los datos de las declaraciones conjuntas y evalúe el impacto del tratamiento de las rentas del capital mobiliario en los mayores niveles de ingresos, de lo anterior se desprende claramente que el IRPF español es un impuesto progresivo. La renta antes de impuesto se distribuye de manera bastante desigual entre los declarantes del IRPF, pero la carga de este impuesto se distribuye de forma más desigual, lo que es indicativo de un efecto corrector de las desigualdades resultantes del mercado.

(Artículo publicado en el diario “Sur”)

8 de junio de 2023

Inflación y capacidad económica: la doctrina del Tribunal Constitucional

 

El principio de la capacidad económica está consagrado en la Constitución española (art. 31.1) como piedra angular de nuestro sistema impositivo. Aun en una situación hipotética en la que no hubiese inflación, no resulta nada fácil dilucidar de forma inequívoca qué se entiende por capacidad económica de una persona (física). Son distintas las interpretaciones posibles y diversas las cuestiones metodológicas que hay que resolver antes de llegar a una noción operativa. La renta es, en la práctica, según una noción específicamente acuñada para fines tributarios, el indicador más extendido.

Mucho menos discutible es que la inflación introduce numerosas distorsiones en el ámbito del impuesto sobre la renta de las personas físicas, y que, si el montante de la renta se mantiene inalterado en términos nominales, da lugar a una menor capacidad económica en términos reales. De igual manera, si, para determinar la ganancia obtenida como consecuencia de la transmisión de un elemento patrimonial, se comparan cifrar nominales correspondientes a distintos años, el resultado obtenido será espurio y carente de significación.

La relación de distorsiones puede ampliarse considerablemente, con un denominador común: el gravamen de rentas mediante un impuesto no ajustado a la inflación genera penalizaciones de distinto orden y magnitud a los contribuyentes. La aplicación de un impuesto en tales condiciones implica un alejamiento de la lógica de la tributación en función de la capacidad económica.

Sin embargo, mediante sentencia hecha pública con fecha 7-6-2023, el Tribunal Constitucional ha desestimado, de manera contundente, una cuestión que “planteaba la duda de si el principio de capacidad económica del art. 31.1 CE exige que la ley tenga en cuenta la inflación para determinar el importe de las ganancias patrimoniales derivadas de la transmisión de inmuebles, de modo que no se graven plusvalías puramente nominales”.

Según se recoge en la nota hecha pública, “La sentencia concluye que del principio de capacidad económica no cabe inferir una obligación para el legislador de prever, siempre y en todo caso, la actualización del valor de adquisición de los inmuebles, singularizando las ganancias inmobiliarias mediante un específico ajuste a la inflación que no se aplica a ningún otro elemento del IRPF, ni en otros tributos que gravan también los incrementos patrimoniales, como la plusvalía municipal o el impuesto sobre sociedades. Se trata de una legítima opción de la que se podrá discrepar desde un punto de vista de oportunidad política o legislativa, pero que no supone un caso de inconstitucionalidad por omisión”.

No obstante, la sentencia cuenta con votos particulares de dos magistrados que discrepan de las tesis aprobadas por la mayoría del Pleno del Tribunal.

6 de junio de 2023

Un freno (aparentemente) simple para las “corridas bancarias”

 

Algunos meses después de la caída de Silicon Valley y otras entidades de crédito en Estados Unidos, los analistas continúan realizando conjeturas acerca de las causas de tales abruptos descalabros, y elucubrando posibles esquemas sofisticados para tratar de frenar las vías de agua que ahora pueden surgir con más facilidad, y también en ocasiones con menos fundamento, que antaño.

Uno de esos analistas, autor de una breve nota anónima publicada en la sección de “Opinion Lex” del Financial Times (5-6-2023) se muestra bastante escéptico respecto a algunas de las recetas más triviales: la elevación del montante garantizado de los depósitos bancarios y el incremento de los requerimientos de capital. Los cambios de reglas orientados en tales direcciones, a su entender, “ignoran las causas originarias de las corridas bancarias”. Así, después de descalificar, para el propósito de frenar el pánico de los depositantes bancarios, las medidas correspondientes, propone una solución -aparentemente- directa y sencilla: “si los reguladores necesitan endurecer las reglas, deben comenzar por limitar la concentración de los depósitos”.

Una disposición de ese tipo llevaría a una diversificación obligada, que, evidentemente, resultaría bastante ineficaz para los tenedores de grandes saldos bancarios, salvo que fuera acompañada de un tope máximo…

En la actualidad, se proclama en el artículo, los reguladores “se asemejan al hombre proverbial con un martillo que ve todo problema como un clavo”.

4 de junio de 2023

Asambleas cívicas para potenciar la democracia

 

La democracia representativa, basada en un sistema de partidos políticos, es considerada usualmente, al menos en los Estados de derecho, como la alternativa, si no ideal, sí la más adecuada, o la menos cuestionable, como forma de trasladar la voluntad popular a la esfera pública.

No obstante, para sorpresa de muchos, en su discurso de despedida (1796), George Washington advertía contra lo que denominaba “el espíritu de la facción”, noción que asociaba a los partidos: “El dominio alternativo de una facción sobre otra, acentuado por el espíritu de venganza… es en sí mismo un espantoso despotismo”. Mostraba su temor de que no se gobernara por el bien del pueblo, sino sólo para obtener y mantener su control del poder[1].

La constatación de algunas imperfecciones en la democracia representativa ha llevado a los analistas teóricos a propugnar mecanismos para atenuar o a corregir algunas de las deficiencias observadas. El recurso a la fórmula de la democracia directa -léase referéndum- es una de ellas. Algunas experiencias llevan a considerar que el complemento de tales consultas directas a las elecciones no siempre resuelve el problema. Así lo sentencia Martin Wolf en relación con el fallido Brexit. La utilización de “asambleas de ciudadanos”, por el contrario, podría ser, según este influyente analista, un remedio eficaz. Según éste, “las elecciones son necesarias. Pero un mayoritarismo desenfrenado es un desastre. Una democracia liberal exitosa requiere instituciones restringentes: una supervisión independiente de las elecciones, un sistema judicial independiente y una burocracia independiente”[2].

Las asambleas de ciudadanos -elegidos por sorteo- pueden, según sus partidarios, ser más representativas que los políticos profesionales y atenuar el impacto de las campañas políticas, hoy día más distorsionadas por los avances de la publicidad y los algoritmos de las redes sociales.

Para Wolf, que sigue a Nicholas Gruen, “la introducción de ciudadanos directamente en el proceso político [con dictámenes no vinculantes], en la forma que es familiar respecto a los jurados, podría introducir el sentido común del público en la política, de una forma que sería complementaria a las elecciones de los líderes políticos”.



[2] “Citizens’s juries can help to fix democracy”, Financial Times, 28-5-2023.


3 de junio de 2023

La preparación necesaria ante la próxima pandemia: la vía Mazzucato

 

Como se recogía en una anterior entrada de este blog, Mariana Mazzucato es una de las grandes divas del pensamiento económico y político dominante en la actualidad. Sus obras, traducidas a diferentes idiomas, logran destacados registros de ventas. Su testimonio es reclamado y reverenciado en los más distinguidos foros económicos. Su palabra es ley. Mazzucato y Piketty, Piketty y Mazzucato, son dos referencias mundiales de primer orden, de enorme influencia, como pilares de la ideología económica que, con fuerza renovada, arremete contra el capitalismo, el mercado, el pensamiento liberal, y defiende la extensión y la intensificación de la intervención del sector público, supuestamente reducido a una mínima expresión, completamente desmantelado, en los denominados países occidentales desarrollados.

No es, pues, sorprendente que Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud la eligiera personalmente en 2020 para liderar el Council on the Economics of Health for All. Dicho Comité fue establecido por él mismo con el encargo “a un grupo de distinguidas pensadoras, asesoras y activistas de no hacer otra cosa que reimaginar completamente la relación entre la economía y la salud”.

El Comité -integrado por 10 mujeres- ha elaborado el informe “Health for All: Transforming economies to deliver what matters”, con la pretensión de “colocar la Salud para Todos en el centro de la toma de decisiones del sector público y la colaboración con el sector privado a escala regional, nacional e internacional”.

En el informe se concluye que la economía está generando pobres y desiguales resultados de salud debido a deficiencias de diseño. Hasta que se resideñe, continuará existiendo una carencia de Salud para Todos. La salud debe ser vista como una inversión a largo plazo, no como un coste a corto plazo. El coste de la inacción -no invertir en salud- equivale a muchos múltiplos del coste de la acción. La salud es un derecho humano fundamental, y una población sana no puede ser vista sólo como “capital humano”. La finalidad de la inversión en salud no debe ser aumentar el PIB o la productividad económica. La actividad económica debe estar al servicio de la salud humana y del planeta.

Asimismo, se plantea un rediseño fundamental de las finanzas nacionales e internacionales, no sólo sobre la cantidad de financiación disponible para la salud, sino también sobre su calidad y gobernanza. Se requiere que la innovación sea gobernada con vistas al bien común. Hasta ahora, los derechos de propiedad intelectual han sido gobernados erróneamente.

Según destaca Mazzucato[1], “sólo a través de una política global, con compromisos financieros y legales de gobiernos y organismos internacionales como la OMS, podremos prevenir y prepararnos para la próxima pandemia”.





[1]Preparing for the next pandemic will take a global commitment”, Financial Times, 2 de junio de 2023.

1 de junio de 2023

Fluidez en lectura y competencia lectora

 

La capacidad de comprensión de textos escritos es una de las competencias esenciales estudiadas en las pruebas llevadas a cabo, entre los estudiantes de 15 años, dentro del PISA de la OCDE. Entre las cuestiones suscitadas, respecto a los resultados obtenidos, la OCDE ha analizado la relación existente entre la fluidez en la lectura y el grado de competencia lectora. Se presenta a los estudiantes un conjunto de frases, y se mide el tiempo que tardan en dilucidar si tienen o no coherencia.

Los datos obtenidos muestran que existe una clara relación entre los dos atributos: cuanto menos tiempo se requiere para valorar las frases, mayor es el grado de competencia lectora; cuanto más tiempo se invierte en la valoración, menor es la capacidad de comprensión de los textos.

Así se refleja en el gráfico adjunto, en el que, en el eje vertical se mide el tiempo empleado en la valoración, y en el horizontal, el nivel de competencia lectora, para los distintos idiomas utilizados en las pruebas. Los datos se refieren a la mediana, que divide en dos el conjunto de la muestra de alumnos correspondientes a cada idioma.

Para el caso español, la mitad de los estudiantes con puntuación por debajo de 2 en competencia lectora necesitan cerca de un minuto o más para leer 11 frases; en contraposición, la mitad de los que tienen puntuación de 5 o 6 necesitan, como poco, un 40% menos de tiempo.

Es llamativo que, en los niveles inferiores y superiores de competencia lectora, quienes realizan las pruebas en español tienen menos fluidez de lectura, según la acepción de la OCDE, que quienes las realizan en las otras lenguas consideradas.



Entradas más vistas del Blog