3 de junio de 2023

La preparación necesaria ante la próxima pandemia: la vía Mazzucato

 

Como se recogía en una anterior entrada de este blog, Mariana Mazzucato es una de las grandes divas del pensamiento económico y político dominante en la actualidad. Sus obras, traducidas a diferentes idiomas, logran destacados registros de ventas. Su testimonio es reclamado y reverenciado en los más distinguidos foros económicos. Su palabra es ley. Mazzucato y Piketty, Piketty y Mazzucato, son dos referencias mundiales de primer orden, de enorme influencia, como pilares de la ideología económica que, con fuerza renovada, arremete contra el capitalismo, el mercado, el pensamiento liberal, y defiende la extensión y la intensificación de la intervención del sector público, supuestamente reducido a una mínima expresión, completamente desmantelado, en los denominados países occidentales desarrollados.

No es, pues, sorprendente que Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud la eligiera personalmente en 2020 para liderar el Council on the Economics of Health for All. Dicho Comité fue establecido por él mismo con el encargo “a un grupo de distinguidas pensadoras, asesoras y activistas de no hacer otra cosa que reimaginar completamente la relación entre la economía y la salud”.

El Comité -integrado por 10 mujeres- ha elaborado el informe “Health for All: Transforming economies to deliver what matters”, con la pretensión de “colocar la Salud para Todos en el centro de la toma de decisiones del sector público y la colaboración con el sector privado a escala regional, nacional e internacional”.

En el informe se concluye que la economía está generando pobres y desiguales resultados de salud debido a deficiencias de diseño. Hasta que se resideñe, continuará existiendo una carencia de Salud para Todos. La salud debe ser vista como una inversión a largo plazo, no como un coste a corto plazo. El coste de la inacción -no invertir en salud- equivale a muchos múltiplos del coste de la acción. La salud es un derecho humano fundamental, y una población sana no puede ser vista sólo como “capital humano”. La finalidad de la inversión en salud no debe ser aumentar el PIB o la productividad económica. La actividad económica debe estar al servicio de la salud humana y del planeta.

Asimismo, se plantea un rediseño fundamental de las finanzas nacionales e internacionales, no sólo sobre la cantidad de financiación disponible para la salud, sino también sobre su calidad y gobernanza. Se requiere que la innovación sea gobernada con vistas al bien común. Hasta ahora, los derechos de propiedad intelectual han sido gobernados erróneamente.

Según destaca Mazzucato[1], “sólo a través de una política global, con compromisos financieros y legales de gobiernos y organismos internacionales como la OMS, podremos prevenir y prepararnos para la próxima pandemia”.





[1]Preparing for the next pandemic will take a global commitment”, Financial Times, 2 de junio de 2023.

Entradas más vistas del Blog