Algunos
meses después de la caída de Silicon Valley y otras entidades de crédito en
Estados Unidos, los analistas continúan realizando conjeturas acerca de las causas
de tales abruptos descalabros, y elucubrando posibles esquemas sofisticados
para tratar de frenar las vías de agua que ahora pueden surgir con más facilidad,
y también en ocasiones con menos fundamento, que antaño.
Uno
de esos analistas, autor de una breve nota anónima publicada en la sección de “Opinion
Lex” del Financial Times (5-6-2023) se muestra bastante escéptico respecto a
algunas de las recetas más triviales: la elevación del montante garantizado de
los depósitos bancarios y el incremento de los requerimientos de capital. Los
cambios de reglas orientados en tales direcciones, a su entender, “ignoran las causas
originarias de las corridas bancarias”. Así, después de descalificar, para el
propósito de frenar el pánico de los depositantes bancarios, las medidas
correspondientes, propone una solución -aparentemente- directa y sencilla: “si
los reguladores necesitan endurecer las reglas, deben comenzar por limitar la
concentración de los depósitos”.
Una
disposición de ese tipo llevaría a una diversificación obligada, que,
evidentemente, resultaría bastante ineficaz para los tenedores de grandes saldos
bancarios, salvo que fuera acompañada de un tope máximo…
En
la actualidad, se proclama en el artículo, los reguladores “se asemejan al
hombre proverbial con un martillo que ve todo problema como un clavo”.