Ramón
Tamames fue durante años una figura emblemática de la Universidad española y
luego, para sorpresa de muchos, se convirtió en una referencia icónica de la
izquierda, nada menos que miembro del Comité Central del Partido Comunista de
España (PCE). Para quienes llegamos a la Facultad de Económicas de Málaga a
mediados de los años 70, era un motivo de frustración no haber podido tener la
oportunidad de tenerlo como docente. Según la idea extendida, entonces, durante
el período que estuvo adscrito al centro de El Ejido, venía expresamente a
Málaga a impartir sus lecciones magistrales, con una capacidad de atracción de
estudiantes que desbordaba la capacidad de las aulas.
Habilidoso
como quien más, o suficientemente sagaz para sacar provecho de las lagunas
formativas de los censores, sus textos académicos, publicados en una etapa,
aunque tardía, aún bajo el régimen franquista, contenían una encendida defensa
de la visión marxista del análisis económico. Así lo hace en su manual de
“Fundamentos de estructura económica” (Alianza Editorial, 1975). Sus textos
sobre la estructura económica de España y la estructura económica internacional
fueron, durante muchos años, auténticos hitos bibliográficos en todas las
Facultades de Económicas españolas.
Más
adelante, tuve informaciones de primera mano de economistas que habían
trabajado con él en el gabinete de estudios económicos que él dirigía,
Iberplan. También se empezaban a oír apreciaciones críticas acerca del enfoque
del profesor Tamames por parte de los integrantes de las nuevas corrientes de
Estructura Económica que venían a propugnar un mayor uso de la Teoría Económica
y de la Econometría, menospreciando, sin tapujos, lo que entendían como
esquemas pretéritos y errados. Su reinado académico comenzó a declinar, como
también su protagonismo en la vida política, después de que su partido político
no hubiese alcanzado las cotas electorales que se habían pronosticado a tenor
de su posición hegemónica de oposición del franquismo.
“¿Adónde
vas, España? (Quo vadis, Hispania)” (editorial Planeta), se preguntaba Ramón
Tamames en el año 1976. Cierro los ojos, y me veo transportado a aquel año, en
el que todavía se levantaba el primigenio edificio de la Facultad, y me
reencuentro con un joven que, como
tantos otros, anhelaba el cambio. Ávido de conocer las claves del futuro que
estaba por llegar, acudía impaciente a devorar las páginas escritas por el gran
economista, a iluminarse en las fuentes de su saber enciclopédico. Siento ahora
vértigo cuando recupero por un instante aquellas páginas olvidadas. ¿Adónde
ibas España? ¿Adónde has llegado?...
El
libro contenía un análisis de los problemas de España de entonces, así como una
configuración de su futuro. Tamames destacaba como error político “el mismo
error en el que históricamente incurrieron los déspotas ilustrados del siglo
XVIII, los ‘revolucionarios desde arriba’ de principios de nuestro siglo, o los
tecnócratas de los años 60. Ahora les toca el turno a los ‘ingenieros sociales’”,
entendiendo por “ingeniería social” “el arte de transformar el entorno social
con la más absoluta ‘neutralidad política’”. Como en todo escrito que se retome
con tanto desfase temporal, su lectura se ve casi indefectiblemente afectada
por el “sesgo retrospectivo”. Aun así, hay detalles que no dejan de ser
llamativos, como la referencia al “espectacular aumento del paro”, después de que
la tasa de paro llegara al “5,1% de la población activa”. Releer esta pequeña
obra de Tamames es un ejercicio sumamente ilustrativo para recordar y
contextualizar las cuestiones políticas, económicas y sociales que se
suscitaban en una España de horizontes inciertos.
Después
de años de relativa discreción en el plano de la comunicación económica,
aderezados por una patente inclinación a la impartición de conferencias sobre
temas diversos, la figura de Ramón Tamames, nacido en el año 1933, ha retomado
un brío insólito. Dando muestras de unas dotes intelectuales y de una capacidad
de trabajo inusitadas, lo mismo nos encontramos nuevas publicaciones suyas
sobre la historia de España que con ensayos sobre el presente económico.
La
reciente publicación de “Más allá de la maldita pandemia. El informe Tamames
para la recuperación de España” (Erasmus Ediciones, 2021) es una buena prueba
de ello. El autor se inclina por la necesidad de “plantearnos una Nueva Transición…,
pero a mayor nivel tecnológico y social”, y propone “un Equipo de Trabajo de
alcance nacional que dé un repaso a las grandes cuestiones de la trama
socioeconómica del país”, que acota en algo más de una quincena de áreas
temáticas. En la parte final, nos recuerda el auge de ciertos planteamientos
políticos, y nos insta a que no nos dejemos engañar: “dentro de la estructura
de poder, hay piezas que difícilmente pueden perpetuarse en una España
democrática, como ya empieza a observarse desde la propia Unión Europea”.
Ojeo
el libro de Tamames y, por un instante, me veo sumido en la confusión, sin
saber en qué época me encuentro, y con la duda de si todo lo que he creído
vivir a lo largo de estos años no ha sido más que un sueño. Por un momento,
lleno de aturdimiento, he creído recuperar la juventud hace tanto tiempo perdida,
si es que alguna vez existió de verdad.
Como
Ave fénix, el economista Ramón Tamames emerge en un paisaje desolado, en el que
su mera presencia es un símbolo de la esperanza de recuperar la senda del
análisis, del estudio y de la discusión con serenidad, rigurosidad y, sobre
todo, con libertad de pensamiento y de expresión. Sin pretender evaluar sus
métodos, su estilo y su contenido, la recuperación de la figura que marcó una
época es una gran noticia y una inyección de moral.