23 de noviembre de 2023

Impuestos y paradojas del coste del capital

 

En su expresión más simple, el coste del capital puede obtenerse de la siguiente manera:

C ={[[(1-tr)r]+d] x (1-a)}/[(1-ts) x (1-tr), donde: C es el coste del capital; tr  el tipo de gravamen del IRPF; r la tasa de rentabilidad de un activo financiero de referencia; ts  el tipo de gravamen del impuesto sobre sociedades (IS); d la tasa de depreciación económica del activo empresarial en el que se invierte; a el valor presente del ahorro fiscal de las deducciones por amortizaciones del activo empresarial.

Se supone que todo el beneficio después de impuesto que se obtenga en la sociedad se distribuye como dividendo, e, inicialmente, que se aplica un sistema de independencia entre el IS y el IRPF.

De entrada, es evidente que, si el ahorro obtenido por las deducciones de las amortizaciones contrarrestara la merma del IS, la expresión se simplificaría: C =[(1-tr)r]+d]/(1-tr), lo que sería igual a: r + [d/(1-tr)].

Sin impuestos, el coste del capital sería igual a (r + d). Así, en la situación con impuestos descrita, el coste del capital superaría a dicho coste cuando no hay impuestos en: [d/(1- tr)] – d.

Piénsese qué ocurriría si, en lugar del sistema de independencia entre el IS y el IRPF, se utilizara el sistema de atribución de rentas (aplicación exclusiva del IRPF, sin IS), manteniendo la deducibilidad de las amortizaciones del activo.



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