26 de agosto de 2021

¿Puede derribarse completamente “la estatua de Friedman”?

 

“Ustedes han derribado hoy aquí la estatua de Milton Friedman”. Fueron las solemnes palabras que, en junio de 2020, pronunciaba el entonces CEO de Danone, Emmanuel Faber, después de que el 99% de los accionistas de la compañía acordasen adoptar el nuevo estatus legal aprobado en Francia en 2019, el de una empresa con misión, o empresa orientada a un propósito. Dicho estatus legal requiere que Danone no sólo genere beneficio para sus accionistas, sino que lo haga de forma que declare que beneficiará la salud de los clientes y el planeta[1].

La interpretación de la RSC por Milton Friedman ha sido tratada en este espacio[2], así como la nueva perspectiva del “stakeholderism”[3]. La visión tradicional de “creación de valor para el accionista” ha quedado bastante arrinconada en la práctica, aunque no totalmente erradicada.

La cuestión que surge es si, efectivamente, “la estatua de Friedman” ha quedado completamente derribada, en el sentido de que la adecuada consideración de las implicaciones para los distintos grupos de interés es ya suficiente, siempre, lógicamente, que se mantenga una cifra de resultados positivos.

La experiencia de Danone aporta un ejemplo real como significativo caso de estudio. Así, ya a comienzos de 2021, un fondo de inversión que había adquirido una participación en la firma reclamaba el relevo del primer ejecutivo debido a que la evolución económica no era satisfactoria desde su punto de vista. En concreto, destacaba que los rendimientos de las acciones eran inferiores a los de sus principales rivales, Nestlé y Unilever. Otros inversores se mostraban también escépticos respecto al énfasis de Faber en el triángulo ASG[4].

Poco tiempo después, el consejo de administración de Danone decidió sustituir a Faber como presidente y CEO de la compañía[5]. Los críticos con el enfoque de la empresa con misión se preguntaban que cuál era el propósito del “propósito”, en tanto que algunos analistas señalaban que el embrollo en el centro de decisiones de Danone “es un recordatorio de que las distracciones respecto al fin nuclear de obtener beneficios pueden ser peligrosas”[6].

Frente a esta interpretación, Faber esgrimía que su cese había tenido poco que ver con el comportamiento económico de la empresa, y que había obedecido a que antiguos dirigentes han querido recuperar su anterior influencia[7].

Es evidente que Milton Friedman ha sido apeado, enérgicamente y sin contemplaciones, de su pedestal, pero quizás desde su ahora menos privilegiada posición pueda seguir proclamando: “Eppur… returns matter”.

Habría que verificar, en todo caso, si es o no cierto lo que aseveran McCloskey y Mingardi en el sentido de que “la mayoría de las personas que han expresado conmoción o satisfacción con el artículo de Friedman [de 1970] realmente no lo han leído”[8].





[1] Vid. L. Abboud, “Danone adopts new legal status to reflect social mission”, Financial Times, 26 de junio de 2020.

[4] Vid. L. Abboud, “Activist fund Bluebell Capital takes aim at Danone”, Financial Times, 18 de enero de 2021.

[5] Vid. L. Abboud, “Danone board ousts Emmanuel Faber as chief and chairman”, Financial Times, 15 de marzo de 2021.

[6] Vid.: Financial Times, The editorial board, “Danone: a case study in the pitfalls of purpose”, 18 de marzo de 2021; S. Beer, “ESG must learn from tech bubble – returns matter”, Financial Times, 17 de agosto de 2021.

[7] Vid. L. Abboud y B. Nauman, “Former Danone chief says power struggle was behind his ousting”, Financial Times, 7 de mayo de 2021.

[8] Vid. D. N. McCloskey y A. Mingardi,“The myth of the entrepreneurial state”, The American Institute for Economic Research, 2020, pág. 133.

Entradas más vistas del Blog