17 de agosto de 2023

Ötzi, el antepasado ilustrado

 

Aparece en los periódicos la noticia de que, tras nuevos análisis, los rasgos morfológicos de Ötzi, nuestro antepasado que, hace más de 5.000 años, encontró un triste final en las cumbres alpinas, son diferentes a los inicialmente percibidos. Es Ötzi protagonista destacado en el libro “Abierto: la historia del progreso humano” (Ediciones Deusto, 2021). Su autor, Johan Norberg, aborda minuciosamente este personaje y nos muestra una serie de detalles sorprendentes. Portador de un kit de minerales, así como de varias cuchillas puntas de flecha o dagas, tenía, además, nada menos que 61 tatuajes, “que podrían estar relacionados con tratamientos pensados para aliviar el dolor”. La conclusión más relevante del análisis es que aquel hombre, “hace más de cinco mil años, era un beneficiario más de una compleja división del trabajo que abarcaba grandes superficies geográficas. Ya entonces se daba el tipo de comercio que hace posible que la gente se especialice en perfeccionar ciertas formas de producción para luego intercambiarlas por los mejores bienes y servicios ofrecidos por otros”.

Norberg sostiene la tesis de que los apogeos históricos no dependen de la ubicación geográfica, la etnia de los protagonistas o las creencias de las poblaciones que los protagonizaron: “el denominador común es que todos estos pueblos estaban abiertos a nuevas ideas, conocimientos, hábitos, personas, tecnologías y modelos de negocio, vinieran de donde vinieran… actuando bajo un marco de instituciones abiertas, las personas resuelven más problemas de los que crean, sin importar sus rasgos de personalidad”.

El ejemplo de Ötzi pone de manifiesto las ventajas de la cooperación, pero también muestra un lado menos positivo: no murió congelado en una tormenta de nueve, como también erróneamente se consideró en un principio, sino en un combate cuerpo a cuerpo.



Entradas más vistas del Blog