Cuál debe ser el campo de
estudio de la Economía sigue siendo una cuestión controvertida, especialmente
desde que, a raíz de la gran crisis financiera internacional, se desatara un profundo
e intenso proceso de revisión metodológica. A la búsqueda de una definición
idónea de Economía, suelen yuxtaponerse las planteadas por las principales
figuras del pensamiento económico. El elenco de definiciones que se acumulan, con
énfasis a menudo bastante diferentes, es buena prueba de que la tarea no debe de
ser demasiado sencilla.
Dentro de la corriente principal,
a pesar de la relevancia intelectual y doctrinal alcanzada en su momento, no
tienen un gran protagonismo los planteamientos de Ludwig von Mises. La recuperación
de la perspectiva humana es uno de los rasgos de las tendencias recientes, pero
ya en “Human Action. A Treatise on Economics”, obra publicada en 1949, von
Mises hacía hincapié en que “el campo de nuestra ciencia es la acción humana”, aunque
“no los eventos psicológicos que resultan en una acción”.
A la hora de reflexionar sobre
la reconfiguración de la ciencia económica, es instructivo retomar los tratados
de los pensadores más representativos de distintas corrientes. “Ningún
tratamiento adecuado de los problemas económicos puede evitar partir de los
actos de elección: la Economía llega ser parte, aunque la mejor elaborada hasta
ahora, de una ciencia más universal, la praxeología”, señala el economista
austríaco en la introducción de la obra citada. Todo un reto, de entrada, para
quienes propugnan recuperar el carácter social de la Economía.