26 de agosto de 2022

El rescate de los estudiantes estadounidenses endeudados

 

La administración Biden se dispone a cancelar parte de la deuda viva asumida por estudiantes norteamericanos para financiar sus estudios superiores. Dicha deuda, en su conjunto, se cifra en 1,6 billones de dólares. Se trata de una cuestión que venía abordándose desde hace varios años[1]. La idea es que los estudiantes con la referida deuda financiera y con retribuciones salariales anuales inferiores a 125.000 dólares vean rebajado su importe en 10.000 dólares (o 20.000 en algunos casos singulares).

Al anunciar la medida, el presidente norteamericano expresada las siguientes consideraciones: “Una generación entera se ve ahora trabada por una deuda insostenible contraída en un intento de obtener al menos un grado universitario. La carga es tan pesada que incluso si uno logra graduarse puede no tener acceso a la vida de clase media que el grado universitario proporcionaba antes… Creo que mi plan es responsable y justo. Pone el foco en el beneficio de las familias de clase media y trabajadoras, ayuda a los prestatarios actuales y futuros y arreglará un sistema destrozado”[2].

La medida se ha encontrado con algunas opiniones críticas, por su posible efecto inflacionario[3], incluida la de Jason Furman, que fue presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente Obama. No obstante, queda por debajo de la propuesta efectuada en 2020 por la senadora demócrata Elizabeth Warren, que entonces prometía situar la cancelación individual en 50.000 dólares.

Al margen de los posibles efectos macroeconómicos, es inevitable que se susciten cuestiones de “microjusticia”. ¿Qué trato debería darse a los estudiantes que, en igualdad de condiciones de otros en situación de “default”, han logrado pagar sus deudas? Y, de manera particular, ¿qué habría que decirles a aquellos que, por temor al endeudamiento, optaron por no embarcarse en una carrera universitaria?

La publicación de la noticia ha generado un intenso debate entre los lectores del diario Financial Times. Uno de ellos señala lo siguiente: “Two-thirds of Americans don't have college degrees. I have a large student loan balance from my two degrees, but I consider it wholly unfair that folks like me would get an enormous handout from the government. How would it feel for the average Joe digging a ditch to know that his college-educated boss, who makes twice his pay, is getting a big freebie from Uncle Sam? This is anything but progressive”. Otro apunta: “Mi hermana está actualmente en una escuela de enfermería. Ella está trabajando a tiempo parcial para pagar sus préstamos, de manera que no le quede mucha deuda cuando se gradúe. Estoy seguro de que un montón de personas están en su situación, y de que hay muchos padres que se sacrifican para ayudar a sus hijos con el coste de sus estudios universitarios”.

Otra perspectiva a considerar es la de las implicaciones sociológicas, toda vez que la medida afectará nada menos que a 43 millones de personas, de las cuales la mitad verá finiquitada su deuda.






[2] Vid. K. Stacey, “Joe Biden to cancel $10,000 of student debt for millions of Americans”, Financial Times, 24-8-2022.

[3] Vid. K. Stacey, “Joe Biden’s student debt cancellation move triggers fears of ‘inflationary fire’”, Financial Times, 25-8-2022.

 

 

 

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