Desde
hace algún tiempo, el término “trilema” ha venido cobrando un considerable
protagonismo en el ámbito del análisis económico-político. Especialmente desde
que Dani Rodrik –uno de esos autores “touched by gods”- difundiera el conocido
como “trilema político fundamental de la economía mundial”[1].
El
Diccionario de la Lengua Española aún no ha acogido ese vocablo, que, pese a
ello, sigue abriéndose camino. Son ahora los economistas del Fondo Monetario
Internacional (FMI) quienes lanzan el “trilema del policymaker”, palabra esta última tan querida por los profesores de
Política Económica. Los policymakers,
los responsables de la política económica, se enfrentan ahora, en el África
subsahariana, a un nuevo trilema
evolucionado[2].
Mientras
que, en la formulación de Rodrik y otras anteriores, el problema radicaba en
que, ante tres objetivos deseables, nos veíamos obligados a elegir dos de
ellos, teniendo ineludiblemente que renunciar al otro, ahora nos encontramos en
una tesitura aun peor, en la exposición del FMI.
Los
retos que afrontan los ministros de finanzas (¿sólo los del África
subsahariana?) son los tres siguientes: i) cubrir mayores necesidades de gasto;
ii) contener un pronunciado incremento en la deuda pública; y iii) movilizar
más ingresos fiscales. Según los autores del estudio comentado, “un acto de
equilibrio increíblemente difícil se necesita pues los esfuerzos para abordar
un elemento inevitablemente actuarán a costa de los otros dos”.
Realmente el planteamiento induce a una cierta confusión. Tal y como se exponen los retos, no nos encontramos ante un trilema clásico, en la línea apuntada. En cambio, sí nos vemos ante un trilema reforzado si los objetivos son los plasmados en el gráfico que se incluye en el estudio: i) aumentar el gasto; ii) reducir la deuda; y iii) disminuir las cargas fiscales. En este caso, si optamos por un objetivo, hemos de renunciar a los otros dos. Eso sí, dando por hecho un comportamiento antilafferiano. Es decir, una bajada de la tributación no va a generar un incremento de la oferta de factores, con la consiguiente ampliación de bases impositivas, que, aunque sometida a menores tipos de gravamen, llevara a un incremento de la recaudación.
[1] Vid.
“Aprendiendo a vivir con ‘trilemas’”, diario Sur, 14 de septiembre de 2014.
[2] Vid.
Abebe Selassie y Andrew Tiffin, “The policymaker’s trilemma”, IMF Blog, 12 de
mayo de 2021.