13 de abril de 2022

La delimitación del sector público en la economía nacional: una búsqueda incesante

 

La importancia de la demarcación del papel del sector público en la economía solo está reñida con la de la dificultad de trazar con precisión los límites de su intervención real. A menos que la expresión vaya acompañada de alguna explicación metodológica, hablar de “sector público” sin más nos lleva a una situación de ambigüedad en cuanto a su alcance efectivo. Y hemos de ser conscientes de que, aunque se opte por la acepción habitual de su identificación con el sector de administraciones públicas según el cómputo efectuado por la contabilidad nacional, la visión resultante no será completa, y ello por varias razones.

De entrada, porque dentro del sector de administraciones públicas no se incluyen las operaciones realizadas por otras unidades públicas integradas en los sectores de sociedades no financieras y de instituciones financieras. Pero, incluso haciendo abstracción de esa omisión, debida simplemente a criterios metodológicos, no puede obviarse una cuestión fundamental. En lo esencial, la contabilidad nacional recoge aquellas operaciones que tienen una traducción presupuestaria, bien como ingresos o como gastos públicos. Su importancia es innegable, pero el Estado también interviene en la economía a través de otras vías que no dejan huella presupuestaria, lo que no impide que puedan tener una gran trascendencia en las vertientes de la asignación de los recursos, de la distribución de la renta y la riqueza, de la estabilidad económica, o del desarrollo económico.

El Estado dispone de una batería de instrumentos con un extenso alcance y una enorme potencia que no dependen de rúbricas presupuestarias o, en todo caso, solo de manera parcial o indirecta. Tal es el caso de las intervenciones llevadas a cabo a través de la regulación, de la política monetaria, de los beneficios fiscales, de las concesiones de licencias y servicios, de la expropiación, o de la conscripción. Algunos de los efectos son visibles inmediatamente, pero otros no, y solo se perciben con el transcurso del tiempo. En última instancia, tarde o temprano, todo acaba influyendo en las arcas públicas.

A pesar de los años de estudio de la economía del sector público, el reto de su delimitación sigue estando ahí.



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