Con ese título, en un reciente documento publicado por la Tax
Foundation se plantea un decálogo de medidas fiscales orientadas al estímulo
del crecimiento y del dinamismo económicos[1].
Aun cuando algunas de ellas responden a peculiaridades del sistema fiscal estadounidense,
su consideración ofrece interés como referencia de posibles líneas de actuación
en el ámbito tributario.
En el documento se parte de la premisa de que el sistema impositivo
federal es una palanca clave que los políticos pueden utilizar para mejorar los
incentivos y el crecimiento económico a largo plazo conteniendo al mismo tiempo
la inflación. Se considera que cada una de las reformas propuestas ayudaría a
crear un código fiscal que priorice el crecimiento económico y la oportunidad,
propiciando las condiciones para una mayor inversión, mejores empleos, rentas
reales más altas, y estándares de vida mejorados. Las medidas se dividen en dos
bloques, uno concerniente a la fiscalidad empresarial (las seis primeras) y
otro, a la imposición sobre la renta personal (las cuatro restantes):
1. Posibilitar
una mejor recuperación del coste de la inversión en capital, mediante la
implementación del full expensing (deducción del gasto en inversiones
como gasto corriente) y la indexación de las tablas de depreciación de los edificios
e instalaciones.
2. Facilitar
una mejor recuperación del coste y un tratamiento más simple para los gastos de
I+D.
3. Mantener
el sistema del impuesto sobre sociedades en una posición competitiva, con un
tipo de gravamen acorde con los prevalecientes en el contexto internacional.
4. Eliminar
la doble tributación del beneficio societario, mediante la integración plena de
los impuestos sobre sociedades y sobre la renta de las personas físicas.
5. Depurar
la normativa del impuesto sobre sociedades, con eliminación de gastos fiscales no
eficientes.
6. Recuperar
las políticas de libre comercio, con supresión de aranceles, que han dado lugar
a precios más elevados para los consumidores y las empresas nacionales.
7. Racionalizar
el sistema de prestaciones sociales canalizadas a través del sistema fiscal.
8. Eliminar
las barreras fiscales al ahorro personal, posibilitando vehículos de ahorro
para distintas finalidades sin penalización fiscal.
9. Revisar
y depurar la estructura de la normativa del IRPF, eliminando gastos fiscales
inapropiados y logrando una estructura más simple y neutral.
10. Ajustar
los elementos de IRPF para contrarrestar el impacto de la inflación en la carga
tributaria.
[1]
Vid.: E. York et al., “10 Tax Reforms for Growth and Opportunity”, Tax
Foundation, Fiscal Fact, No. 787, febrero 2022.