Las deudas
contraídas mediante préstamos con entidades financieras pueden llegar a
acarrear graves consecuencias para la situación económica y patrimonial de las
familias. Operaciones de préstamo concedidas según estándares adecuados pueden
abocar a supuestos de impago ante determinadas situaciones sobrevenidas. El
riesgo es un elemento intrínseco a la actividad financiera. No tanto el riesgo
exacerbado que se deriva de la concertación de operaciones que no respondan a
un mínimo análisis de viabilidad. Algunas experiencias puestas de manifiesto al
desencadenarse la gran crisis iniciada en 2007-2008 han dejado dolorosa
constancia del impacto real que puede llegar a tener esa heterodoxa práctica.
En no pocos casos pagando justos por pecadores, el sector bancario ha sufrido,
en ese contexto, un gran deterioro de su imagen y de su reputación.
El sector
financiero formal es objeto de frecuentes críticas por diversos motivos:
restricciones en la concesión de operaciones, aplicación de condiciones
abusivas y ejecución inflexible de garantías crediticias. El recurso a canales
de financiación no formales, e incluso ilícitos, no parece, sin embargo, que
sea la panacea. Para el caso del Reino Unido, según estudios empíricos, esa vía
está adquiriendo una mayor importancia y está asociada a consecuencias
negativas para el bienestar individual[1].
El endeudamiento
con familias y amigos es descrito como una fuente de ingresos vital para muchos
individuos. Sin embargo, la naturaleza informal de estas transacciones genera a
menudo un intenso estrés en las relaciones personales. Además, la fuerte
obligación moral para devolver, de manera prioritaria a otras obligaciones, el
dinero tomado a préstamo en estos casos suele implicar que otras deudas
formales no tengan la debida atención.
También ha crecido
el recurso a los prestamistas ilegales, conocidos como “loan sharks” (“usureros”).
La dificultad para obtener información sobre estas prácticas es manifiesta. Los
acreditados tienden a difuminar los préstamos de esta naturaleza con los
procedentes de familiares y amigos.
La deuda bancaria
figura recogida en las estadísticas oficiales. La informal permanece oculta, y
fuera de los circuitos de protección al consumidor. Como se indica en el
informe del CSJ, “el problema de la deuda puede arruinar vidas… pero algunas
deudas permanecen más ocultas que otras”.
[1]
Vid. The Centre for Social Justice (CSJ), “Uncovering hidden debt. Focus groups
with money advisers about illegal and informal money Lending”, junio 2021.