7 de diciembre de 2021

Sorteando el Schuldenbremse: ¿Economía de Pipi Calzaslargas?

 

Olaf Scholz, el próximo canciller de la República Federal de Alemania, era, hasta hace poco, el ministro de finanzas de dicho país. A pesar de su pertenencia al SPD, era considerado, por sus palabras y por sus hechos, un defensor de la ortodoxia presupuestaria y financiera. Hasta tal punto es así que incluso compartía opinión con su predecesor, el tenido como halcón presupuestario Wolfgang Schäuble, acerca de los factores limitativos de la inversión pública[1]. A mayor abundamiento, como nos hacíamos eco en un artículo publicado en este blog[2], ni siquiera veía la necesidad de reformar las controvertidas reglas fiscales de la Unión Económica y Monetaria.

Pero, ya se sabe, una vez que se accede a la cúspide del poder gubernamental, no es demasiado difícil que se desaten algunos factores “transformacionales”. Está por ver si esto sucede o no con el nuevo canciller federal. El gobierno en ciernes se mueve entre dos objetivos aparentemente incompatibles: por una parte, aumentar sustancialmente la inversión pública y, por otra, respetar el estricto freno a la deuda pública recogido como norma constitucional en Alemania, que establece un límite al endeudamiento neto estructural del gobierno federal equivalente al 0,35% del PIB.

Sin embargo, la sagacidad de Scholz parece que le permitirá cuadrar el círculo[3]: cómo conjugar el incremento de la inversión pública prometido por los Verdes en su campaña electoral con la reticencia de los Liberales a elevar la carga impositiva, y respetar el referido freno.

A tal efecto se barajan algunas soluciones “creativas”[4]: i) convertir el KfW, un banco de desarrollo de propiedad estatal, en una agencia de innovación e inversión, dedicándola a la concesión de préstamos al sector privado; ii) permitir que determinadas compañías públicas relacionadas con el sector inmobiliario puedan captar deuda con destino a inversiones; iii) retocar la metodología para el cálculo del componente cíclico utilizado en la regla del freno de la deuda, de manera que se amplíe de facto el techo del endeudamiento.

Algunas de las fórmulas planteadas tienen el sabor de ciertos esquemas de financiación de infraestructuras como el conocido “modelo español” o de creación de sociedades públicas, que fue en su día bastante cuestionado.

Lars Feld, profesor de la Universidad de Friburgo, anterior asesor gubernamental, se ha mostrado bastante cáustico respecto a las propuestas de la nueva coalición de gobierno, que ha llegado a calificar como “Economía de Pipi Calzaslargas – Hago el mundo como me gusta”[5].




[1] Vid. The Economist, “The end of the German debt brake?”, EIU, 1 de marzo de 2021.

[3] Vid. G. Chazan, “Olaf Scholz plots a way round Germany’s debt rules”, Financial Times, 7 de diciembre de 2021.

[4] Vid. Chazan, op. cit.

[5] Vid. Chazan, op. cit.


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