Si observamos
las ratios del gasto público respecto al PIB alcanzadas en el año 2020, podemos
comprobar cómo, en la mitad de la treintena larga de países que integran la
OCDE, se supera la cota del 50%, incluido el caso de España[1]. Sabemos
que el año 2020 fue un año muy especial, pero ello no resta interés -más bien
al contrario- al estudio de la evolución del tamaño del sector público y de sus
causas explicativas.
Recientemente,
ha visto la luz la reedición, en castellano, de la obra “Crisis y Leviatán. Los
episodios clave en la expansión del Estado en Estados Unidos”, de Robert Higgs
(Instituto Juan de Mariana, Ediciones Deusto, 2021). La publicación original es
del año 1987, y en 2012 apareció la reedición en Estados Unidos.
Es
interesante repasar los prefacios escritos por el autor en ambas ediciones. En
la de 1987, Robert Higgs, después de evocar una época en la que “los ciudadanos
privados gastaban unas quince veces más que todos los Gobiernos del país juntos”,
señalaba que “el crecimiento del Estado no se ha debido tanto a que haya hecho
más para cumplir con sus funciones tradicionales, sino a que en gran medida el
Estado ha asumido nuevas funciones, actividades y programas”. También apuntaba
la creciente influencia de la regulación pública, aunque no se refleje en cifras
presupuestarias. Como explicación principal del crecimiento del gasto público
señalaba la forma en la que los funcionarios y los ciudadanos reaccionan a las
situaciones de emergencia nacional. En este sentido, resaltaba que “El
principal legado de los programas públicos extraordinarios ha sido el cambio
ideológico, en particular una profunda transformación de las creencias del
ciudadano estadounidense de a pie sobre el papel del Gobierno federal en los
asuntos económicos”.
Veinticinco
años después, en 2012, denunciaba que “gran parte de lo que escriben [los economistas
de la escuela dominante] es poco más que palabrería escolástica que se anda por
las ramas, adornada en muchos casos con superfluos modelos matemáticos y
estimaciones econométricas destinadas más a quedar bien con la moda académica
del momento que a llegar al verdadero fondo del asunto en cuestión”. Y se reafirmaba
en la tesis principal de su obra: “una vez que una idea colectivista arraiga,
cualquier emergencia nacional provoca una explosión predecible en el tamaño, el
alcance y el poder del Estado central”.
Así, si trasladamos
el argumento al momento actual, cabría pronosticar que el “efecto trinquete”
puede tener una gran relevancia en la sociedad postpandémica, y, consiguientemente, sobre el nivel del gasto público.
Al final
del prefacio de 2012, Higgs insinúa su cambio de opinión respecto a la posición
de los liberales clásicos sobre la existencia del Estado, y remite a su obra “Delusions
of Power”.