Hoy, por
diversos motivos, se antoja una jornada propicia para la reflexión. Para la reflexión
y el recuerdo emocionado, tras haber recibido ayer la terrible noticia del
fallecimiento de José Antonio (Pepe) Molina Ruiz. Difícil es resumir su larga y fructífera
trayectoria como empresario, profesor de la Facultad de Económicas de Málaga,
gerente de la Universidad… Tuve siempre con él una magnífica relación en
diferentes ámbitos. En todos dejó patente su buen hacer y su excelente talante
personal. De manera especial, recuerdo su apoyo, en el año 2007, para la incorporación
de la Universidad de Málaga al proyecto Edufinet. Aunque con mucho menos trato
personal, he lamentado también enormemente la reciente pérdida de Javier Such, jefe
de los servicios jurídicos de la misma Universidad, a quien había reencontrado
en el marco del Foro para la Paz en el Mediterráneo.
No quedan
muchas ganas de afrontar la jornada, ni de leer noticias económicas. El diario
Expansión es un diario económico que no se ciñe al mundo empresarial. Algunos
de sus mejores y más interesantes artículos abordan cuestiones de alcance más
general. Hoy, en su columna semanal, Tom Burns Marañón (“La decadente opinión
pública”) evoca la figura de George Orwell como contrapunto de una de las más
graves carencias de la sociedad actual, la falta de “bastiones frente al
totalitarismo porque [la población] no sabe identificar a los enemigos de la
sociedad abierta. Se ha perdido la pista de lo que es decente y sano y lo que
desparrama estupideces”.
Sostiene
el autor del artículo que “Orwell… pensaba que el verdadero bastión eficaz contra
las mentiras de matones de diversa índole -comunistas, fascistas, populistas
identitarios o simplemente ególatras amorales- solamente podía ser el que fuese
construido por comunidades que valoran y celebran su libertad individual”.
La columna recoge, sin duda, un buen argumento para activar un debate desde la serenidad y la plena libertad de expresión, dos recursos, lamentablemente, bastante escasos en la realidad.