2 de julio de 2021

El Gran Reinicio: ¿jaque mate al capitalismo?

 

El siglo veinte estuvo marcado por la pugna entre sistemas económicos y políticos antagónicos. Con la caída, en el año 1989, del Muro de Berlín daba la impresión de que se había llegado al “fin de la historia” en sentido hegeliano, como pauta evolutiva a largo plazo. Parecía que el modelo de democracias liberales sustentadas en una economía mixta de mercado sería el punto de confluencia.

Fue un espejismo. La gran crisis económica y financiera internacional de 2007-2008 puso al descubierto una serie de fallas estructurales. El capitalismo, de ser tenido por fuente de riqueza y prosperidad, pasó a ser considerado el origen de todos los males. Aunque no faltan analistas que, a contracorriente, apuntan que las causas de la crisis radicaron, en buena medida, en un intervencionismo desacertado del sector público.

La Gran Recesión fue una dura prueba para el capitalismo, de la que, algunos años después, trataba de escapar, aunque lleno de magulladuras. La situación es distinta a raíz de la crisis originada por la pandemia del coronavirus, que ha dado lugar a una disrupción sin precedentes. A la concatenación de cambios que se vienen produciendo en la realidad económica se une un enorme despliegue ideológico de alcance global. Paradójicamente, la sentencia condenatoria al capitalismo proviene también de influyentes centros asociados al pensamiento de las grandes élites económicas. Así se desprende de “Covid-19: The Great Reset”, obra elaborada por Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico Mundial, y Thierry Malleret.

La pandemia del coronavirus ha constituido un mal de proporciones inconmensurables, pero también una oportunidad sin igual -que invitan a acoger con entusiasmo- para llevar a cabo una profunda transformación económica y social. Tras el afloramiento de un conjunto de deficiencias, postulan que debemos rediseñar nuestro mundo. Partiendo de que las pandemias han sido históricamente grandes “reseteadores” de las economías nacionales, consideran que también será ahora el caso, en un contexto dominado por tres fuerzas prevalecientes: interdependencia, velocidad y complejidad.

Vislumbran una era postpandémica marcada por una masiva redistribución de la riqueza, impulsada por grandes revueltas sociales. Ante la extensión de la pobreza y la miseria, la “acción social disruptiva” se convierte en opción. En paralelo con la ejecución de la sentencia de muerte del liberalismo dictada por la Covid-19, se vuelve a una era de un sector público de gran tamaño. Igualmente se aboga por mejorar el funcionamiento y la legitimación de las instituciones globales, sin las cuales “el mundo será pronto inmanejable y peligroso”, y por la instauración de un nuevo “contrato social”, para satisfacer las aspiraciones de las generaciones de jóvenes.

El reinicio es crucial en la esfera medioambiental, según un enfoque articulado en una combinación de un giro radical y sistémico en la producción de energía, y modificaciones en los hábitos de consumo. A su vez, las empresas han de basar sus estrategias en función de las prioridades de los distintos grupos de interés. Los individuos deben orientar sus esfuerzos a la búsqueda del “bien común”, aunque se reconoce que no es sencillo decidir colectivamente qué es lo mejor para la sociedad.

El Gran Reinicio es imprescindible para afrontar los grandes retos sociales y alcanzar un mundo mejor, dentro de un escenario en el que la libertad individual, salvo en lo referente a la pérdida de privacidad ligada al uso de dispositivos electrónicos, no merece ni un renglón. Los derechos humanos y las elecciones libres, que tanta importancia tuvieron durante la Guerra Fría, ya no son algo prioritario. Ahora bien, se recuerda que, a diferencia de la Unión Soviética, China no trata de imponer su ideología en todo el mundo.

Tras las grandes carencias puestas de manifiesto por la pandemia, es necesario hacer que el mundo sea menos divisorio, menos contaminante, menos destructivo, más inclusivo, más equitativo y más justo que antes. Un mantra recorre el mundo, el mantra del Gran Reinicio. Todas las potencias nacionales y supranacionales se han aliado en una sagrada liturgia para elevarlo a los altares. El Gran Reinicio anuncia el ocaso definitivo del modelo al que Fukuyama atribuía la condición de estación de llegada en la evolución histórica.

(Artículo publicado en el diario “Sur”)



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