1 de julio de 2021

Clima y agricultura: sube la temperatura en el campo de la PAC

 

La agricultura, esa actividad económica que, según todos los indicios, ha tenido algo que ver en el desarrollo de la humanidad, en virtud de un proceso sumarísimo, sin permanecer apenas tiempo en el banquillo de los acusados, casi inadvertidamente, ha sido sometida a una implacable condena. También, por supuesto, la ganadería. Al menos en lo que concierne a los modos de producción tradicionales, el sector agrario en su conjunto se ve inexorablemente abocado a una drástica reconversión.

La consecución de los objetivos medioambientales y de reducción de las emisiones de CO2 justifica incluso el sacrificio de actividades cuyo mantenimiento, hasta hace no mucho, se veía como sustentador del equilibrio ecológico y territorial. Así lo percibía cuando, en el año 1981, participé en la elaboración de un informe económico destinado al gobierno preautonómico andaluz. Acababa de incorporarme como profesor ayudante en la Facultad de Económicas de Málaga, y me encargaron la redacción de un apartado sobre la situación y perspectivas de la agricultura andaluza. La misma percepción tenía años después cuando el director de Eseca -hoy, Analistas Económicos de Andalucía- me pidió mi respaldo para la puesta en marcha de la edición de un informe anual del sector agrario en Andalucía. Corría el año 1990.

Sí, el impacto de la agricultura sobre la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera puede ser muy considerable, pero no por ello se atenúa la desazón que origina ver el campo sumido en esa situación. Como tampoco merma el sentimiento de admiración y gratitud por todo lo que nos ha aportado, y todo lo que aún simboliza. En fin, reconocer los defectos de algo que se aprecia, no por ser obligado, deja de ser hiriente. Cuando vemos el lugar que los diseñadores del Gran Reinicio le atribuyen al sector hemos de tomar conciencia, de manera definitiva, de que el proceso no tiene marcha atrás.

También éramos conocedores de las connotaciones y singularidades de la Política Agraria Común (PAC). En la práctica, ha sido uno de los ejes esenciales de la realidad política y presupuestaria de la Unión Europea y de su antecesora Comunidad Económica Europea. La evolución de la PAC reúne una serie de ingredientes como tema propicio para su pormenorizado análisis desde el prisma de la Economía Política. Pese a su enorme peso e influencia en los esquemas presupuestarios comunitarios, en los que acapara una tercera parte del total, parece que también ha llegado su hora.

Ésa sería la conclusión más benigna que podríamos extraer después de leer el demoledor ataque que le propina el semanario The Economist en una columna reciente[1], en la que se afirma que "La Política Agraria Común (PAC) es un tumor en el cuerpo político de la UE". En el artículo se destaca el decepcionante resultado de las negociaciones para el período 2023-2027, en el que los agricultores podrían percibir subvenciones por importe de €270.000 millones.

Asimismo se señala que "Más que derecha o izquierda, el campo de batalla político en gran parte de Europa es una lucha entre los centros urbanos y la periferia rural… Para la mayor parte de la UE, adelgazar las subvenciones sería un asalto sobre un ámbito rural políticamente potente. Es una lucha que pocos querrán tener". Afortunadamente, según The Economist, algunos sí están dispuestos: "Greta Thunberg, una joven sueca activista climática [¿una joven sueca… pero hay alguien que no la conozca?], ha reunido una red de ONGs que están martilleando a la UE por no hacer lo suficiente por contener los efectos medioambientales de la agricultura".

El pasado lunes, los ministros alcanzaron un acuerdo para renovar la PAC por un importe de €370.000 millones, "con la idea de promover unos métodos de cultivo más verdes [hasta hace poco, esto podría haber sido un claro pleonasmo], y de recompensar financieramente a los agricultores que apliquen técnicas sostenibles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero"[2].

No obstante, los activistas verdes están requiriendo al Parlamento Europeo que no apruebe el acuerdo por no ser suficientemente ambicioso de cara al objetivo de reducir las emisiones: "Ahora corresponde al Parlamento Europeo rechazar la PAC", ha decretado la mencionada Greta Thunberg.



[1] Vid. "How farmers still rule Europe", 29 de mayo de 2021.

[2] Vid. M. Khan, “Green groups urge EU to scrap agriculture subsidy reforms”, Financial Times, 29 de junio de 2021.

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