Los malagueños solemos sentirnos muy
orgullosos cuando se presenta nuestra ciudad como una de las más antiguas del
mundo, casi trimilenaria. Aún más cuando se hace un repaso de las diversas
culturas y civilizaciones de las que somos herederos, y que han forjado nuestro
carácter y nuestra idiosincrasia. Muchos son los problemas que tiene la
sociedad malagueña, pero después de haber vivido una etapa anodina y que parecía
condenarnos a un futuro gris, por una atípica combinación de factores y
circunstancias, Málaga ha experimentado una transformación que hace años nos
parecía impensable y, pese a todo, encara un futuro en el que se vislumbran
distintas tonalidades, algunas bastante prometedoras.
Aunque no andamos sobrados de todas las
modalidades del capital necesario para afrontar los numerosos retos sociales,
disponemos de dosis no desdeñables de una categoría intangible, pero no por
ello poco apreciable, como la que se deriva de su condición de ciudad abierta,
acogedora, tolerante y cosmopolita.
El respeto entre diferentes culturas religiosas
es uno de los rasgos que marcó hace siglos la trayectoria de la ciudad y que,
hace mil años, propició el nacimiento en ella del poeta, pensador y teólogo Ibn
Gabirol. Con motivo de la conmemoración de dicha efeméride, la Federación de
Comunidades Judías de España y la Asociación Gabirol, con el respaldo de
diversas instituciones malacitanas, han editado un cómic sobre dicho filósofo,
con ilustraciones de Miguel B. Núñez.
La utilización de cómics con fines
divulgativos, como los también editados por Edufinet en el ámbito de la educación
financiera, o el Foro para la Paz en el Mediterráneo, en relación con gestas o
personajes históricos, constituye una práctica interesante que demuestra seguir
teniendo considerable eficacia en una época dominada por las nuevas tecnologías.
No hay que desechar ninguna opción cuando se trata de difundir conocimiento.
Un cómic puede ser un instrumento útil
para romper barreras, para proporcionar estímulos que muevan a adentrarse en un
estudio o una lectura adicionales. Es casi inevitable que nos dejen con la miel
en los labios. Eso ocurre con el de Ibn Gabirol. Aun así, hay lugar para
recoger algunas valiosas perlas filosóficas que conviene tener siempre
presentes: “Tened presente que la sabiduría
se basa en el estudio y la reflexión, la perseverancia y la diligencia, pues la
ceguera no es tan de los ojos como del corazón”.
A pesar de que el sabio pensador vivió en
Málaga sólo durante su infancia (aun así, más de una cuarta parte de su corta existencia),
es una buena oportunidad para recordar y reconocer su aportación y su legado,
que permanece vivo, invitándonos a revalidar nuestro compromiso con la generación
y la transmisión del conocimiento: “La más
excelente cualidad del hombre es el ansia de saber”.