La importancia de la educación financiera para los ciudadanos es reconocida hoy día en todo el mundo. La cultura financiera es considerada una habilidad crítica para la vida en el siglo veintiuno, y que puede marcar una diferencia en la trayectoria de las personas. Desafortunadamente, su nivel es insuficiente en la gran mayoría de países. En promedio, sólo una de cada tres personas adultas es capaz de responder adecuadamente a algunas preguntas elementales sobre la inflación y el significado del poder adquisitivo del dinero, el tipo de interés compuesto, y la diversificación del riesgo. En España, están en esa situación una de cada dos personas.
Numerosos programas de educación financiera se han puesto en marcha para tratar de hacer frente a ese déficit de conocimientos económicos y financieros. Algunos tienen una orientación general, y otros van dirigidos a colectivos específicos, ajustándose a sus perfiles y a sus necesidades concretas, en una lista que no para de expandirse. Pese a ello, hasta ahora, como oculto tras una especie de nebulosa, el mundo del deporte permanecía ajeno a la corriente de la educación financiera. Este hecho no deja de resultar un tanto paradójico, por cuanto el ejercicio del deporte como actividad profesional se ve condicionado por un conjunto de factores económicos y financieros de gran trascendencia. No sólo eso, además, el deporte en general presenta una amplia gama de facetas que ilustran un sinfín de supuestos relacionados con cuestiones suscitadas en el ámbito del análisis económico.
Si comenzamos por el deporte profesional en su acepción más estricta, nos encontramos con un conjunto de circunstancias relevantes desde una perspectiva económica y financiera:
i. De entrada, el deportista, en su proceso de preparación y dedicación, ha de incurrir en un importantísimo coste implícito o coste de oportunidad, que le obliga a renunciar a otras actividades, ya sean formativas o laborales.
ii. Al mismo tiempo, se enfrenta a un considerable riesgo de que no logre consolidar su trayectoria, ante una exigente criba para acceder a la élite, e incluso, en tal caso, quedan expuestos al riesgo de sufrir graves lesiones.
iii. La complejidad de los contratos es otro de los rasgos, unido a una temporalidad ligada a sucesivos emplazamientos, en ocasiones en países distintos.
iv. Además de la diversidad de los componentes retributivos, el juego de las distintas regulaciones fiscales introduce un considerable grado de complejidad.
v. La cortedad de la carrera profesional es una característica inherente a este segmento deportivo, acompañada de la concentración de ingresos -a veces muy elevados- en una estrecha franja temporal.
vi. La existencia de un IRPF progresivo tiende a causar una discriminación contra los perceptores de rentas concentradas temporalmente y coloca en un primer plano la planificación fiscal (entiéndase no agresiva).
vii. Asimismo, la concentración temporal de los ingresos otorga un claro protagonismo a la planificación financiera y a la gestión de activos, a fin de posibilitar la disponibilidad de una fuente estable de ingresos una vez acabe la carrera profesional.
viii. Por último, pese a los elevados ingresos que puedan percibirse, existe el riesgo de que, tras su etapa profesional, los jugadores se vean en una situación de vulnerabilidad económica e incluso de insolvencia.
En algunas disciplinas, los deportistas de alto nivel, pese a tener una dedicación igual o más intensa, perciben retribuciones modestas. No obstante, algunos de los problemas son comunes y otros se hacen más patentes, como la ineludible anteposición de la presupuestación a corto plazo a la planificación a medio y largo. Y qué decir, en este contexto, de la necesidad de prever la realización de una actividad laboral o empresarial al término del ciclo deportivo profesional.
Las habilidades y competencias en materia económica y financiera, al menos en un nivel básico, son indispensables para los deportistas profesionales, al igual que, adaptadas a sus perfiles específicos, para técnicos, gestores y dirigentes deportivos.
Con la aspiración de ofrecer un espacio de generación y difusión de conocimientos económicos y financieros aplicados al deporte en todos sus ámbitos nace EdufiSport, como nueva sección de Edufinet (www.edufinet.com), proyecto sin ánimo lucro que lleva desde el año 2005 comprometido con la promoción de la cultura financiera.
Como proponía en una conferencia impartida ese mismo año en el Colegio de Economistas, Málaga reúne los ingredientes necesarios para convertirse en una ciudad del conocimiento económico deportivo.
(Artículo publicado en el diario “Sur”)