18 de marzo de 2020

Shakespeare y la teoría del mono infinito

En una entrada de este blog de fecha 25 de enero de 2020, al hilo de algunas cuestiones matemáticas recogidas en un artículo de Bobby Seagull en el diario Financial Times, se planteaba la pregunta “¿Cuánto tiempo hace falta para que un inversor llegue a ser millonario?”. Dicha pregunta se abordaba mediante la resolución de un ejemplo bastante simple.

Como bastante simple es un ejercicio incluido en el primer capítulo del libro de dicho autor “The changing magic of numbers. How maths shapes every day life” (Penguin, 2018). En él se pide hallar el peso de cuatro balones de fútbol, a partir de cuatro pistas: i) el peso medio de los balones es de 80 gramos; ii) los tres más pesados pesan en total 270 gramos; iii) el peso del balón más pesado es 3 veces el del más ligero; iv) los dos balones intermedios pesan exactamente lo mismo.

Sin embargo, casi sin solución de continuidad, en el capítulo segundo se nos recuerda un problema algo más intrincado, asociado al conocido como teorema del mono infinito, expuesto en 1913 por el matemático Émile Borel.

Dicho teorema viene a decir que un mono que aporreara al azar las teclas de una máquina de escribir, durante una cantidad de tiempo infinita, en algún momento… ¡escribiría las obras completas de Shakespeare, o, incluso, cualquier texto dado!

Como tantas otras formulaciones teóricas, no cabe decir que ésta sea demasiado intuitiva. ¿Mero chiste, o inesperada conclusión derivada de la teoría de la probabilidad?

En cualquier caso, se trata de un extraordinario aliciente para el entretenimiento mental de alguien que haya de permanecer forzosamente confinado en estos días de enorme pesar.

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