Ya sea en épocas de crisis o de esplendor,
el panorama financiero no conoce tregua en la generación de novedosos perfiles
en los productos ofertados ni, aún mucho menos, en la incorporación de nuevos vocablos,
expresiones o siglas. El “split” es un término con larga tradición en el
mercado financiero, y no digamos la relevancia del “splitting” en relación con
el tratamiento de la unidad familiar en el IRPF. También el “split” ha cobrado
importancia en los últimos años en el terreno de la financiación hipotecaria, particularmente
en el caso del Reino Unido. Sin ir más lejos, el Financial Times
dedicaba hace tan solo unos días un extenso -y ciertamente sofisticado-
artículo sobre dicha fórmula[i].
Sin duda, una valiosa pieza para poner a prueba no sólo los conocimientos
idiomáticos, también la comprensión lectora y las competencias financieras.
El
artículo comienza con esta explicación: “Increasing numbers of borrowers are
splitting their mortgage, taking advantage of rising competition between
lenders to divide the debt on home loans to suit their financial circumstances”.
Y, poco después, señala que “A common way of splitting mortgage debt is part
of the loan to be repaid on capital repayment basis, and the rest on an
interest-only arrangement”.
Podemos comprobar, pues, que el
“split” (“división”) de un préstamo hipotecario tiene una acepción específica,
referida a la forma de pago del capital y de los intereses. Concretamente, un
“split” consiste en dividir un préstamo en dos partes: una primera basada en el
pago de cuotas periódicas comprensivas de amortización del capital y de
intereses, que es la práctica más extendida; otra, respecto a la que únicamente
se abonan intereses, sin amortización del capital, que tendría lugar, de una
sola vez, al vencimiento de la operación[ii].
En el gráfico adjunto se recogen las correspondientes secuencias de pagos, para
un caso concreto[iii],
de los dos esquemas: amortización progresiva del capital (1) vs amortización
única al vencimiento (2).
Ahora bien, existen otras acepciones
del “split” hipotecario, como la basada simplemente en la división del capital
del préstamo en dos o más tramos, sujetos a distintos regímenes de tipo de
interés. Por ejemplo, un préstamo por importe de 300.000 euros podría ser
estructurado en tres tramos: 100.000 euros a tipo de interés fijo del 3%,
100.000 euros a un tipo variable igual al Líbor más 1,5 puntos porcentuales, y
100.000 euros a un tipo variable igual al Euríbor más 2 puntos porcentuales.
Otra opción adicional del “split”
consiste en establecer un tipo fijo para un período inicial, y un tipo variable
para el resto[iv].
Como queda patente a partir de
los supuestos anteriores, puede decirse que el “split” hipotecario se encuentra
sujeto a un considerable “split”. Seguramente éste también se da entre las
preferencias personales para acogerse a uno u otro esquema.
(Artículo publicado en EdufiAcademics, Serie Ensayos y Notas, 2/2020)
[i]
Vid. J. Pickford, “How to ‘do the splits’ on your mortgage”, Financial Times,
21 de febrero de 2020.
[ii] No obstante, en el Reino Unido,
esta fórmula usualmente es aplicable en relación con las propiedades adquiridas
para su destino al alquiler. Vid. C. Cheung, “Repayment mortgages explained”,
https://www.which.co.uk/money,
julio 2019.
[iii] Préstamo por importe de 200.000
euros, a 15 años, y tipo de interés del 5,25% anual, estructurado en dos
tramos: 1) 100.000 euros, mediante cuotas de capital e intereses; 2) 100.000
euros, mediante pago periódico de intereses y amortización completa al
vencimiento.
[iv]
Vid., por ejemplo, G. Sessons, “What is a split mortgage?”, https://budgeting.thenest.com,
8 de abril de 2019.