27 de agosto de 2019

Wanted: “Phillips Curve”, dead or alive

El pasado año, en distintas entradas de este blog realizamos una serie de consideraciones acerca de la curva de Phillips, uno de los ejes de la política económica desde los años sesenta del pasado siglo, aunque en una etapa más cercana había perdido gran parte de su glamour de antaño, sin que hayan faltado economistas que han pretendido firmar su certificado de defunción. La supuesta liberación del yugo de la elección entre el paro y la inflación ha sido saludada con entusiamo. La desaparición de la amenaza de la inflación permite abogar por políticas macroeconómicas expansivas sin tener que afrontar la amenaza de los brotes inflacionarios.

Sin embargo, investigaciones económicas más recientes sostienen que la curva todavía sigue viva. Cabe destacar el trabajo de L. Moretti, L. Onorante, y S. Z. Saber publicado por el BCE (Working Paper Series, nº 1295, julio 2019). En este documento se confirma la existencia de una curva de Phillips en el área euro, y se concluye que dicha curva es aún un instrumento válido de política económica, una vez que se estima de manera robusta.

M. Sandbu (Financial Times, 25 de julio de 2019) hace un resumen de algunas de las últimas contribuciones, como la de M. McLeay y S. Tenreyro (Banco de Inglaterra), en la que se sostiene que la relación entre el desempleo y la inflación puede no evidenciarse por el hecho de que los bancos centrales están amortiguando las fluctuaciones económicas, no porque la distancia de la economía respecto a su potencial pleno no tenga ningún efecto sobre los precios.

Se hace prioritario, pues, saber si la curva de Phillips está muerta, viva, o en estado de coma. La tradicional pugna entre los partidarios de posiciones de “paloma” (“dovishness”) y de “halcón” (“hawkishness”) en la conducción de la política económica se ve condicionada por cuál sea el diagnóstico real. La recompensa puede estar en una paloma, o en un halcón. Aunque, como ya sabemos, tanto una como otro nos pueden conducir a situaciones de misterio; en el segundo caso, especialmente si se trata de un halcón maltés.

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