Instalados
ya en la estación estival, es lógico que el cuerpo y la mente reclamen un
merecido descanso. Sin embargo, esta época, singularmente para quienes pueden
disfrutar de vacaciones durante la misma, es también proclive a incursiones,
más o menos esporádicas, y con mayor o menor nivel de formalidad, en el estudio
de algunas disciplinas distintas a la que constituye el eje de la actividad
profesional cotidiana. Bajo la premisa de que todo el conocimiento es
bienvenido, el relativo a la Economía -dotado de un elevado grado de transversalidad-
puede ser de gran utilidad para la interpretación de la realidad que nos
circunda. Lograrlo a través de la lectura de textos de orientación generalista,
que combinen la sencillez y la amenidad, sin por ello sacrificar el rigor argumental,
es todo un reto. En este post se sugieren una serie de referencias con ese
perfil.
Hasta no hace mucho, el mundo del
conocimiento estaba caracterizado, si no por un panorama lleno de certeza, al
menos sí por unas apreciables pautas de estabilidad y permanencia. Lo que se
aprendía en la escuela y en la universidad permitía sustentar la trayectoria
profesional de una persona hasta el momento de su retiro. Sin embargo, vivimos
en un entorno sujeto a tal ritmo de cambios que ningún sistema de enseñanza es
ya capaz de ofrecer un pasaporte válido sin fecha de caducidad. Los retos del
saber se multiplican. Los oferentes educativos se encuentran ante la necesidad
de adaptación a las nuevas realidades que se configuran, ante la tesitura de
preparar a los estudiantes para desempeñar posiciones que aún no han surgido.
Sea cual sea la que cada uno desempeñe en la sociedad, la existencia de una
etapa formativa en sentido estricto pertenece al pasado. La formación
constituye un elemento que nos acompaña a lo largo de toda la vida (“lifetime
learning”). Empezando por quienes desempeñamos tareas docentes, estamos
condenados a ser -bendita condena- “aprendices vitalicios”.
Dentro de este nuevo paradigma,
cabe, desde luego, exonerar de ese componente formativo los períodos vacacionales.
No obstante, para quienes no ven el aprendizaje como una carga o que, por
circunstancias personales, hayan de aprovechar precisamente algunos paréntesis
profesionales con esa finalidad, el parón estival -de mayor o menor duración- es
una oportunidad para ampliar o abrir una nueva senda de conocimientos.
La relevancia de las cuestiones
económicas y la vertiginosa evolución que se percibe en este ámbito, tanto en
la realidad como en el plano doctrinal, hacen que la Economía opte a ser una
candidata natural como foco de atención a tal efecto, ya sea con fines de
iniciación, de revisión, o de profundización.
Y lo primero que se suscita, en
cualquier caso, es la necesidad de afrontar diversas elecciones, algo que está
en la base de la propia actividad económica: qué materias, qué contenidos, qué
textos, qué dedicación, qué enfoque… La finalidad de este post es simplemente
sugerir una relación de posibles lecturas (totales o parciales, según las
preferencias y las circunstancias personales) ilustrativas de aspectos
económicos básicos.
Y, al hacerlo, nos enfrentamos
ineludiblemente a uno de los conceptos económicos fundamentales, si no el
fundamental, el de coste de oportunidad. Toda elección conlleva un coste, el de
no poder disfrutar de lo que se sacrifica por haber tomado una opción concreta.
Aunque no haya que pagar un precio dinerario, si hay que renunciar a algo,
existirá un coste de oportunidad. Teniendo en cuenta lo anterior, esta es la
sugerencia que formularíamos, estructurada según ámbitos temáticos:
- Sistema económico. Una incursión en la configuración del sistema económico es siempre un ejercicio recomendable, aunque sólo sea para recordar la interdependencia existente entre los distintos agentes que sustentan la actividad económica, máxime para quien se aproxima por primera vez a este campo. La identificación de las principales operaciones que conforman dicha actividad resulta crucial para la determinación de los distintos agregados en los que puede sintetizarse la economía de un país. Un lugar preponderante le corresponde al producto interior bruto (PIB), considerado la magnitud económica por excelencia. La obra de Coyne (2017) ofrece una ilustrativa y didáctica panorámica acerca de la historia y de los pormenores de este indicador, sujeto a críticas, pero todavía hegemónico. A su vez, el lector interesado, con carácter previo, en la descripción de los aspectos básicos del circuito económico puede consultar Edufinet (2015).
- Interpretación de la realidad económica. La realidad económica es sumamente compleja, como resultado de la participación de una multiplicidad de agentes que interaccionan a través de las más diversas vías. Llevar a cabo un estudio de ese tupido mosaico sería imposible si no se dispusiera de un esquema analítico que lo facilite. Se necesitan instrumentos, no que reproduzcan la realidad en todo su detalle y riqueza, sino que permitan disponer de una visión representativa pero simplificada. Necesitamos, así, un marco conceptual, de clasificación, de medición, de registro, de cálculo, y de representación. En suma, antes de adentrarnos en la sala donde se proyecta la realidad económica es bastante recomendable ir provisto de unas gafas apropiadas y de un instrumental mínimo. En lugar de dar grandes saltos iniciales, es preferible ir peldaño a peldaño. De una altura bastante asequible son los que podemos encontrar en Edufinet (2015).
- Empresas. En una economía mixta, el mercado y la autoridad (el sector público) se reparten el protagonismo en la toma de decisiones económicas fundamentales. Como se muestra en Edufinet (2016), existen diferentes formas para realizar una actividad empresarial, sujeta a distintas fases. Las empresas han desempeñado un papel clave en el proceso de innovación, como se pone de manifiesto en la obra de Phelps (2017), quien, basándose en una amplia perspectiva histórica, pone de relieve cuáles son las instituciones, las actitudes y las creencias que actúan como fuente del dinamismo de las economías.
- Sector público. Incluso Adam Smith, reputado como defensor del liberalismo económico, dejó fundamentado que el Estado tiene que desempeñar, como mínimo, una serie de funciones básicas para que pueda funcionar un sistema económico. Desde que se publicó “La riqueza de las naciones” (1776), muchas han sido las transformaciones del sector público y, actualmente, se encuentra inmerso en una fase de reconfiguración para tratar de dar respuesta a los grandes retos sociales del siglo veintiuno. Micklethwait y Wooldridge (2015) son los autores de un apasionante y, en muchas facetas, sorprendente relato de las grandes revoluciones del Estado a lo largo de la época moderna y de la que ahora está en marcha.
- Sistema financiero. Durante los primeros años del presente siglo, el sistema financiero parecía ser una potente maquinaria perfectamente engrasada que aportaba combustible imprescindible para el funcionamiento del motor de la economía. A partir del verano de 2007 y, especialmente, desde el mes de septiembre de 2008, cuando se produjo la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, la gran crisis financiera internacional y sus terribles consecuencias han acaparado todas las miradas. Los libros dedicados a ese tenebroso episodio se cuentan por centenares. Hay un antes y un después del desencadenamiento de dicha crisis. Entre los innumerables análisis disponibles, tiene un gran interés conocer de primera mano el testimonio de tres destacados protagonistas que, desde puestos de la máxima responsabilidad en la Administración estadounidense, vivieron en primera línea la pesadilla del incendio financiero. La lectura del libro de Bernanke, Geithner y Paulson (2018) nos permite conocer de primera mano la versión de los tres grandes “bomberos” de la crisis, condición que no ha impedido que, en algunos casos, recibieran acusaciones de “pirómanos”. Quien no desee practicar dicha lectura en su idioma original, puede optar por la de la obra de Shiller (2012), que contiene un interesante conjunto de reflexiones acerca del papel del sistema financiero en una sociedad democrática avanzada. Una exposición de las funciones esenciales del sistema financiero puede encontrarse en Edufinet (2018).
- Psicología económica. No sólo es compleja, por su composición, la realidad económica; también lo son las conductas individuales de las personas. Para tratar de aportar una explicación cabal a la mismas se hace necesario recurrir a un enfoque multidisciplinar. Más concretamente, la vertiente psicológica desempeña un papel sumamente relevante en la adopción de las decisiones económicas. La incorporación de esa perspectiva nos ayuda a ver las cosas de otra manera y a entender comportamientos que, de otro modo, resultarían paradójicos. Las obras de Thaler, como la aquí referenciada (2016), representan un soplo de aire fresco que facilita la comprensión de muchas decisiones intrigantes.
- Pensamiento económico. La Economía es una ciencia social bastante joven, con un recorrido formal de poco más de dos siglos, pero a lo largo de ese período han sido muchos los economistas que han tratado de buscar las mejores fórmulas con las que poder satisfacer las necesidades humanas y elevar el bienestar social. El libro de Nasar (2012) da cuenta de las aportaciones de las principales figuras que tuvieron un papel crucial a la hora de convertir la Economía en un instrumento de conocimiento útil para la sociedad. La historia económica, el pensamiento económico y la vida de los economistas confluyen armónicamente en esta valiosa contribución.
- Razonamiento económico. La Economía es, ante todo, una forma pensar, una forma de aproximarnos al comportamiento de los individuos y, por extensión, de las organizaciones empresariales y administrativas. Los factores psicológicos tienen, como se ha indicado, mucha importancia, pero, asimismo, los incentivos o desincentivos, monetarios o no, que condicionan la toma de decisiones. Además, consciente o inconscientemente, los agentes económicos tienden a basar sus decisiones en un análisis coste-beneficio más o menos sofisticado. Una cuestión importante en este contexto es quiénes se ven afectados por los beneficios y los costes derivados de nuestras acciones individuales. Y, sin que haya que olvidar que, salvo la tierra, todos los factores productivos disponen de algún grado de movilidad y de respuesta, modulable a lo largo del tiempo, que utilizan para reaccionar ante medidas con impacto económico. La aplicación del análisis económico a situaciones concretas de la realidad nos permite percibir aspectos que permanecían ocultos, explicar comportamientos aparentemente absurdos, y pronosticar las consecuencias de determinadas medidas. Un maestro en la aplicación del razonamiento económico es Tim Harford, cuyas obras se han convertido en auténticos best sellers, como Harford (2016), de cuya lectura o relectura siempre pueden extraerse valiosas lecciones.
- La sociedad ante los retos económicos. Como se ha señalado, han sido considerables los esfuerzos de los economistas por alumbrar vías para mejorar el bienestar social, aunque no es menos cierto que, en no pocas ocasiones, propugnando planteamientos completamente antagónicos. Así pues, no sólo es lícito sino también necesario preguntarse si, a lo largo de los últimos siglos, la humanidad ha logrado progresar de manera efectiva o si, por el contrario, ha visto agravarse los problemas que afectan a la población. Se trata de un tema capital sobre el que existen posiciones claramente divergentes. Aun cuando es difícil no dejarse influir por juicios de valor y esquemas preconcebidos al abordar el panorama económico y social de un mundo heterogéneo y lleno de desafíos, la mejor manera de hacerlo es a través del análisis y la evaluación de indicadores objetivos que sean representativos. Tal es el enfoque que propugna Pinker (2018), en una obra que no concede tregua, y que proporciona una extensa base informativa y argumental para un debate sosegado sobre un ramillete de cuestiones auténticamente relevantes.
- Economía de España. En 2017 se cumplieron 40 años de la aprobación de los Pactos de la Moncloa, el programa económico en el que se cimentó la consolidación del proceso democrático en España a partir del año 1977. En 2019 se cumplen 60 años de la plasmación de otro hito quizás aún más importante en perspectiva histórica, el Plan de Estabilización de 1959. La lectura de un discurso en el que uno de los economistas más influyentes en la política económica española contemporánea, como fue el profesor Fuentes Quintana (2007), evoca dicho Plan, resulta sumamente instructiva. Muchos han sido los cambios registrados por la economía española desde entonces, de los que los informes elaborados por la OCDE han ido dando cumplida cuenta. Tales informes constituyen una magnífica referencia para el conocimiento de las transformaciones estructurales y el seguimiento de la coyuntura de la economía española. La lectura del último publicado (OCDE, 2018) posibilita calibrar las tendencias recientes e identificar los elementos clave para articular un análisis significativo de la economía nacional.
Puede que algún hipotético lector
de este post, en el no menos hipotético caso de que hubiese llegado hasta aquí,
decida renunciar a su intención inicial de incluir en su agenda veraniega una
cierta dedicación al conocimiento económico. Aquí simplemente se sugieren
algunas opciones que consideramos de interés, las cuales combinan en buena
medida el rigor con un estilo asequible y relativamente ameno. Seguramente hay
otras opciones más divertidas, pero no por ello quedan exentas de algún coste
de oportunidad. La valía de una obra no debe medirse sólo por lo que
aparentemente nos cuesta asimilarla, sino también por los beneficios que, a la
postre, nos aporta. Pero esto es algo que únicamente podemos saber ex post.
Lo que sí debe quedar claro es
que la Economía no es una disciplina que pueda dominarse en tres tardes. Hay
que estar dispuestos a ser un “lifelong learner” comprometido, aunque, por
supuesto, tres tardes o tres ratos son mejor que nada.
Referencias
bibliográficas
Bernanke, Ben S.; Geithner, Timothy F., y Paulson,
Henry M. (Jr.): “Firefighting. The financial crisis and its lessons”, Profile
Books.
Coyle,
Diane (2017): “El producto interno bruto: una historia breve pero entrañable”,
Fondo de Cultura Económica.
Edufinet
(2015): “Curso introductorio de educación financiera”, www.edufinet.com.
Edufinet
(2016): “Guía Financiera para Empresarios y Emprendedores”, 2ª edición, Thomson
Reuters Aranzadi; contenidos disponibles en www.edufinet.com (Edufiemp).
Edufinet
(2018): “Guía Financiera”, 6ª edición, Thomson Reuters Aranzadi; contenidos
disponibles en www.edufinet.com.
Fuentes
Quintana, Enrique (2007): “Discurso del Profesor Enrique Fuentes Quintana con
motivo de su investidura como Doctor Honoris Causa en Ciencias Económicas de la
UNED”, http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,25536893&_dad=portal&_schema=PORTAL.
Harford,
Tim (2016): “El economista camuflado ataca de nuevo: cómo levantar (o hundir)
una economía”, Debolsillo.
Micklethwait,
John, y Wooldridge, Adrian (2015): “La cuarta revolución. La carrera global
para reinventar el Estado”, Galaxia.
Nasar,
Sylvia (2012): “La gran búsqueda. Una historia de la economía”, Debate.
OCDE
(2018): “Estudios económicos de la OCDE: España (visión general)”,
www.oecd.org/eco/surveys/economic-survey-spain.htm.
Phelps,
Edmund S. (2017): “Una prosperidad inaudita”, RBA.
Pinker,
Steven (2018): “En defensa de la Ilustración”, Paidos.
Shiller,
Robert J. (2012): “Las finanzas en una sociedad justa”, Planeta.
Thaler,
Richard H. (2016): “Todo lo que aprendido con la Psicología Económica”, Deusto.
(Artículo
publicado en “UniBlog”)