Como se ha recogido en este mismo
blog, durante los días 22 y 23 de noviembre se ha celebrado en Málaga el Congreso
de Educación Financiera de Edufinet “Realidades y Retos”. En él han participado
más de 60 ponentes y moderadores, y se ha contado con la asistencia de 250
congresistas.
A lo largo de dos intensas
jornadas, en el Congreso se ha abordado un amplio elenco de cuestiones
relacionadas con la educación financiera. Próximamente, en la página web de
Edufinet (www.edufinet.com) se pondrá a disposición del público un resumen de
las ponencias e intervenciones y, posteriormente, se procederá a la edición y
difusión del libro de actas del Congreso.
El objetivo de adelantar un
extracto de las conclusiones alcanzadas tropieza con las dificultades que se
derivan de la diversidad de temas tratados, de la multitud de aspectos
comentados, de la profundidad de los análisis realizados y de la existencia de
aspectos controvertidos que impiden formular consensos claros en determinados
apartados. En una primera aproximación, a través de estas líneas, se pretende
simplemente ofrecer una apretada síntesis de las principales conclusiones que,
en la apreciación subjetiva de quien suscribe estas líneas, pueden extraerse,
tomando como referencia las diferentes áreas temáticas contempladas en el
programa. A continuación se recogen de manera telegráfica:
- Aspectos generales:
- Reconocimiento de la educación financiera como uno de los pilares de la estabilidad financiera, junto a la regulación y a la supervisión financieras.
- Atribución a la educación financiera de las misiones fundamentales de combatir la información asimétrica entre oferentes y demandantes de servicios financieros, y de capacitar a los usuarios de éstos para evaluar sus elecciones.
- Conveniencia de precisar la definición de educación financiera y de delimitar las vertientes relativas al conocimiento, la competencia, el comportamiento y el bienestar.
- Reforzamiento del carácter fronterizo y multidisciplinar de la educación financiera.
- Énfasis en la necesidad de evaluación rigurosa y objetiva de los programas formativos.
- Nivel de cultura financiera:
- Constatación de las dificultades de la población española para responder a cuestiones económicas y financieras básicas, en un grado similar a la media de los países de nuestro entorno.
- Existencia de “gaps” de género y de nivel educativo.
- Amplio margen de mejora en el conocimiento de los productos financieros por parte de ahorradores e inversores, que, por otro lado, prestan una insuficiente atención al papel de la fiscalidad.
- Didáctica y metodología de la educación financiera:
- Presencia de una serie de mitos relacionados con la educación financiera, que pueden ser refutados mediante el uso de enfoques metodológicos apropiados.
- Importancia de evitar caer en la “maldición del conocimiento” (resistencia del docente a colocarse en el lugar del discente).
- Relevancia del sustrato económico para la impartición de contenidos financieros.
- Conveniencia de confrontar la idoneidad de los enfoques basados en la transversalidad y en la especialización para la impartición de los conocimientos financieros.
- Consideración del impacto de los impuestos como requisito fundamental para la evaluación de las decisiones financieras.
- Efectos económicos de los programas de educación financiera:
- Evidencia empírica internacional en el sentido de que el conocimiento financiero ejerce una influencia positiva en la disminución de la desigualdad de la renta y en el estímulo del desarrollo económico.
- Asimismo, identificación de una relación positiva del nivel de cultura financiera con los niveles de ahorro y endeudamiento de las familias, y con la inclusión y la estabilidad financieras.
- En el caso de España, hallazgo de una relación positiva entre el nivel de competencias financieras y la tenencia de productos financieros de ahorro, mientras que la relación es negativa entre dicho nivel y los instrumentos bancarios de financiación.
- Buenas prácticas en los programas de educación financiera:
- El desarrollo de acciones formativas útiles en el ciclo vital de los consumidores es un aspecto prioritario, pero también lo es la potenciación de tales competencias en otros agentes institucionales.
- Las entidades financieras desempeñan un papel preponderante como proveedores de programas de educación financiera, si bien dentro de los esquemas de la responsabilidad social corporativa.
- Conveniencia de combinar, mediante alianzas, la participación de las entidades financieras con la de otros agentes sociales e institucionales.
- El respeto riguroso del código de buenas prácticas en materia de educación financiera resulta imprescindible para superar la asimetría informativa entre oferentes y demandantes de servicios financieros.
- Toma de decisiones financieras: la psicología de las decisiones financieras:
- La Psicología Financiera aporta una perspectiva fundamental al poner de relieve la influencia de los sesgos en la toma de decisiones financieras.
- Un mayor conocimiento financiero puede contrarrestar la influencia de los sesgos por limitaciones cognitivas y de fuente emocional.
- La vertiente de las finanzas conductuales debe ser un componente básico de los programas de educación financiera.
- La racionalidad limitada de los individuos es un rasgo que debe ser tenido en cuenta en el establecimiento de políticas regulatorias y en la protección al consumidor financiero.
- Educación financiera y emprendimiento:
- La posesión de conocimientos financieros puede aportar algunas ventajas con vistas al aumento de las probabilidades de éxito de los emprendedores.
- A partir de la constatación de la importancia de la gestión financiera para el sistema de control de la gestión empresarial, se obtiene evidencia indirecta acerca del efecto positivo de la cultura financiera sobre el éxito del emprendimiento.
- El conocimiento financiero representa un intangible que permite a las empresas conseguir y mantener ventajas competitivas sostenibles a medio y largo plazo.
- Análisis económico de la eficacia de los programas de educación financiera:
- Las investigaciones empíricas orientadas a la evaluación de la eficacia de los programas de educación financiera se basan en distintas alternativas metodológicas que están sujetas a limitaciones y expuestas a posibles sesgos.
- La robustez metodológica es crucial a la hora de valorar las conclusiones obtenidas y, como premisa, la validez de los datos utilizados para las estimaciones. En particular, la certeza de que las variables representativas de las acciones formativas recibidas responden a unos contenidos adecuados y a un aprovechamiento efectivo.
- Existencia de un conjunto de investigaciones internacionales que apuntan una apreciable incidencia del nivel de cultura financiera en las conductas financieras.
- Respecto al impacto de los programas de educación financiera en el nivel de conocimientos adquiridos, los resultados son más controvertidos.
- Elevado grado de sobreestimación de las competencias financieras propias entre los ciudadanos españoles.
- Conocimientos económico-financieros en el sistema educativo: experiencia internacional:
- Apreciación de una desconexión bidireccional entre la enseñanza de la Economía y la formación financiera, que subsiste incluso en centros especializados de prestigio internacional.
- La omisión del estudio de materias financieras puede afectar incluso al proceso de formación de abogados y economistas.
- La comparación de la posición de los conocimientos económicos y financieros en los sistemas educativos de los países europeos refleja una notable diversidad de prácticas según países y, dentro de éstos, según la categoría de centros.
- La educación financiera ante el reto de la digitalización:
- Consenso acerca de la necesidad de ampliación del campo de la educación financiera para incluir la digitalización.
- El sector financiero se encuentra inmerso en un proceso de disrupción tecnológica que plantea diversos retos para los programas de educación financiera.
- Ante la aparición en el sistema financiero de nuevos “jugadores” no cubiertos por los paraguas de los esquemas regulatorios y supervisores aplicables a las entidades de crédito, se incrementa el papel protector que puede derivarse de la cultura financiera.
- Inclusión financiera:
- La inclusión financiera es un fenómeno que muestra grandes contrastes entre las diferentes regiones del planeta. Dentro de cada país se aprecian diferencias en función del género, el nivel educativo y la inserción en el mercado laboral.
- Las iniciativas encaminadas a incrementar la cultura financiera de los ciudadanos generan un efecto muy positivo en cuanto a la inclusión financiera de la población.
- La educación financiera, aunque no suficiente, es una condición necesaria para la promoción de instrumentos financieros sencillos, que resultan valiosos para la inclusión financiera y que han demostrado ser resortes de la prosperidad de individuos, familias y comunidades.
- La educación financiera y los medios de comunicación:
- Existen distintos puntos de vista respecto al papel que pueden asumir los medios de comunicación, especializados o no, en el campo de la educación financiera.
- En cualquier caso, de manera intrínseca, los medios de comunicación tienen una influencia estructural como vehículos de la información económica y financiera.
- De lo anterior se desprende la necesidad de diferenciar claramente entre hechos, estudios y opiniones.
Tras este rápido recorrido,
especialmente al abordar la esfera de la información, no puedo dejar de evocar
la reflexión del filósofo francés Jean-François Revel, cuando señalaba que “Las
sociedades abiertas son a la vez la causa y el efecto de la libertad de
informar y de informarse… La información en la democracia es tan libre, tan
sagrada, por haberse hecho cargo de la función de contrarrestar todo lo que
oscurece el juicio de los ciudadanos”.
Modestamente, en el proyecto
Edufinet, desde hace más de una década, venimos tratando de aportar nuestro
granito de arena para facilitar el juicio de los ciudadanos a la hora de
enfrentarse a decisiones financieras. Ése y no otro es para mí el leitmotiv que
me llevó a implicarme en una iniciativa de educación financiera; simplemente, tratar
de ayudar a facilitar algunos elementos para evaluar y juzgar distintas
situaciones. A mi parecer, el sentido concreto de cada elección y la valoración
en el bienestar individual nos sitúa en una tesitura diferente que corresponde
exclusivamente a cada persona. Reconociendo su trascendencia, la posible
incidencia en tales ámbitos, en su caso, debe quedar adscrita a ámbitos
distintos al de la educación financiera.
La celebración del Congreso
“Realidades y Retos” ha permitido poner encima de la mesa un buen ramillete de cuestiones
relacionadas con la cultura financiera que requieren de profundización, análisis y reflexión. Lo que
sí es palpable es el interés que concita la educación financiera. A fin de
potenciar la eficacia de las numerosas aportaciones, más o menos dispersas,
podría ser conveniente crear una red interactiva con tales propósitos. De hecho
el sufijo “net” que figura en la denominación de nuestro proyecto, que lo sigue
siendo como tal, refleja en parte esa vocación originaria. Las nuevas
tecnologías permiten estar presentes en una especie de “congreso permanente”.
Sin renunciar a esa posibilidad,
estamos también convencidos de que los encuentros presenciales y el contacto
personal directo tienen muchos atributos valiosos y aprovechables. En este
Congreso recién concluido hemos superado no sólo una “prueba de estrés”, sino
un evento real sumamente exigente. Verdaderamente ahora no podemos saber si
tendremos -o tendrán quienes sigan involucrados en este proyecto- “resiliencia”
y “solvencia” suficientes para afrontar un nuevo reto de semejante calibre,
pero seguramente lo intentaremos, o lo intentarán.
(Artículo publicado en "UniBlog")