Es ésta la pregunta que Claer
Barrett, especialista en educación financiera y articulista del Financial Times
(FT), lanzaba hace unos meses a sus lectores británicos. Partía de señalar que
tiene dudas de que, cuando cumpla 68 años, en el año 2045, el sistema público de
pensiones del Reino Unido exista en su forma actual. Hacía hincapié en que “prometer
incrementar la pensión pública en la cifra mayor entre la inflación, la subida
de los ingresos medios y un 2,5 por ciento compra el ‘voto gris’, pero
simplemente no sabemos cuántos miles de millones de libras costará esto a las
generaciones futuras”.
Según dice, los lectores del FT
fueron expeditivos en sus comentarios online: “¡Se trata de un esquema Ponzi!”.
Para los votantes jóvenes como ella, lo que les da canas es la preocupación sobre
lo que pueda ser una pensión pública en el momento en que se retiren.
Para hacer frente a los pagos de
las pensiones, a medida que la población envejece, los políticos han de adoptar
medidas: “Cualquier movimiento podría ser políticamente explosivo – pero la
sostenibilidad futura de las pensiones públicas no es un debate que se puede
diferir para siempre”.