Como economista jefe del Banco de Inglaterra,
Andy Haldane dejó escritos textos de gran interés. Ahora, ya como primer ejecutivo
de la Royal Society of Arts, se sigue prodigando en apreciables piezas de análisis
económico, algunas de ellas publicadas, en su condición de colaborador
editorial, en el diario Financial Times. En la última aparecida en este medio (“Here’s
how to stimulate UK growth: give away power”, enero 2024) expone una propuesta para
estimular el crecimiento en el Reino Unido basada en la división y en la descentralización
del poder político.
Comienza su argumentación con una aguda
reflexión: “La cosa más poderosa que una persona poderosa puede hacer es regalar
su poder. El poder debe ser para los políticos como el dinero para los
filántropos…”. Y considera que esa fórmula sería la más eficaz para restaurar la
estancada economía británica.
La propuesta tiene dos componentes: por una
parte, el de separar las funciones ministeriales relativas a la economía nacional
y a las finanzas públicas. Hasta ahora, según él, el Tesoro ha antepuesto una
estrategia fiscal a expensas de conceder muy poca atención al crecimiento
económico y a las inversiones en infraestructuras y en capital social. Por otra
parte, el de un compromiso firme con la devolución de competencias referentes
al gasto y a la imposición a los entes territoriales. En este apartado, a fin
de trazar una conexión entre los poderes y las responsabilidades locales, aboga
por introducir mecanismos de rendición de cuentas más potentes. Entre éstos,
sugiere un importante papel para asambleas de ciudadanos que mantuvieran las decisiones
(de los líderes locales) ajustadas a las necesidades públicas.