8 de septiembre de 2023

Sherlock Holmes, la política arancelaria, y el control del plagio

 

El hecho de que, en una novela de A. C. Doyle sobre su más famoso investigador, publicada por entregas a comienzos del siglo veinte, se recoja una noticia de prensa sobre los efectos de la política arancelaria no es sino un indicio de la importancia que el debate económico tenía, en esa época, en la sociedad británica.

En uno de los capítulos de “El sabueso de los Baskerville”, da Sherlock Holmes lectura a un extracto de un artículo del Times: “Tal vez se imagina usted que su propio comercio o su industria se verán incrementados si tienen un arancel protector; pero hay razón para creer que, con dicha legislación, a la larga, la riqueza deberá alejarse del país, se reducirá el valor de nuestras importaciones y bajará el nivel general de vida de esta isla”.

Cuando el lector (interesado en cuestiones económicas) se encuentra con este diagnóstico, y ve que el detective le pregunta a Watson si “no cree usted que se trata de una opinión admirable”, no puede evitar el entusiasmo de prepararse para percibir el dictamen de tan extraordinario y metódico analista. Nada menos que poder conocer el punto de vista de uno de los personajes más conocidos y prestigiado por sus dotes intelectuales de la literatura universal.

Sin embargo, la decepción llega pronto, cuando descubre que, en realidad, la única motivación de Holmes es desentrañar las claves del misterio que les ocupa en ese momento. Y sólo alguien como él es capaz de percibir que es de ese texto (de un diario impreso) de donde provienen las palabras recortadas que componen el mensaje anónimo recibido por Sir Henry Baskerville: “Si tienen valor para usted su vida o su razón, deberá alejarse del páramo”.

Aunque, en verdad, tampoco es para tanto. Para equipararse a Holmes, habría hecho falta -eso sí- leer ávidamente el periódico, de cabo a rabo, y luego, simplemente, al leer el mensaje anónimo, identificar que el contenido de éste coincidía con palabras del artículo sobre los aranceles, salvo una, “páramo”: “Tal vez se imagina usted que su propio comercio o su industria se verán incrementados si tienen un arancel protector; pero hay razón para creer que, con dicha legislación, a la larga, la riqueza deberá alejarse del país, se reducirá el valor de nuestras importaciones y bajará el nivel general de vida de esta isla”.

Pese a la “elementalidad” del acertijo planteado, Baskerville mostró su admiración por la supuesta proeza del inquilino de Baker Street, que no habría necesitado hoy día recurrir a los dispositivos de control del plagio, ya obsoletos ante la llegada de la inteligencia artificial.

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