17 de febrero de 2023

La estrategia al “estilo template”

 

En una entrada reciente de este blog se recogían algunas consideraciones de Richard P. Rumelt acerca de la esencia de la estrategia de una organización. En la misma obra (“Good strategy, bad strategy. The difference and why it matters, Profile Books, 2011) nos ilustra sobre la que él denomina estrategia “al estilo template”, palabra esta última que, a pesar de gozar de equivalentes claros en español, suele imponerse a los vocablos hispanos, como “plantilla” o “patrón”.

Sitúa Rumelt el origen de dicho estilo en los primeros años del presente siglo, a raíz de la yuxtaposición del liderazgo guiado por la visión y el trabajo estratégico. La visión, la misión, los valores, y las estrategias son los elementos integrantes de dicho esquema.

La visión recoge la perspectiva de lo que la organización será o pretende ser en el futuro. La misión, una declaración políticamente correcta del propósito de la entidad. A su vez, los valores representan los valores corporativos, que, por supuesto, no deben ser controvertidos. Finalmente, las estrategias reflejan algunas aspiraciones u objetivos, que son tales, pero a los que se denominan estrategias.

Según Rumelt, “esta plantilla ha sido adoptada de forma entusiasta por corporaciones, juntas escolares, presidentes de universidades, y agencias gubernamentales. Eche un vistazo a estos documentos y encontrará piadosas declaraciones de lo obvio presentadas como si fueran aportaciones decisivas. Hay una gran industria de consultores y de autores de libros dispuestos a ofrecer instrucción sobre las delicadas diferencias entre misiones, visiones, estrategias, iniciativas, y prioridades… Los consultores han encontrado que la estrategia al estilo de la plantilla les libera del oneroso trabajo de analizar los verdaderos desafíos y oportunidades afrontados por el cliente. Además, aconsejando estrategias en términos de elementos positivos -visión, misión, y valores- no se dañan sentimientos”.

En todo caso, resulta siempre crucial planear bien cómo hacer un buen plan. En ocasiones, para lograrlo es preciso romper moldes, o salirse del "template". Y una duda planea sobre todo esto: ¿ha de serse un buen consultante para ser un buen consultor?

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