Era ese justamente el título de
una obra de Ramón Tamames del año 1974 (Alianza Editorial). Pese a estar ya
afectados por la desconcertante estanflación, fue por entonces cuando los postulados
del Club de Roma fueron adquiriendo relevancia en el debate político y social.
En el libro mencionado, el más conocido catedrático español de Estructura Económica,
prolífico autor, lleva a cabo “una revisión de las tesis que sobre el futuro
del crecimiento han enunciado en los últimos años una serie de autores”, lo que
hace “sin pretensiones mayorativas ni peyorativas”. Dentro de un espectro que
iba desde el “crecimiento sin límite” hasta “el crecimiento cero”, repasa nueve
posiciones distintas.
La obra está escrita hace ya cerca
de cincuenta años. Es mucho tiempo, pero, a veces, la lectura de textos de esos
años parece trasladarnos a épocas mucho más remotas, que ahora resulta difícil reconocer
en la realidad. Entre otras muchas referencias, nos encontramos con la del
libro “El año 2017”, editado por la agencia Novosti de Moscú, en 1968, en el
que “se ofrecen toda una serie de maravillas sin fin de cara al futuro, en un crecimiento
que no tendría límites, siempre -claro está- que el socialismo acabase siendo
el sistema político y social triunfante en el mundo”. Pese a su adscripción
ideológica, y a su posición, luego conocida, dentro de una determinada
organización política, mostraba Tamames algún escepticismo sobre esa visión futurista.
Aun con la ventaja de saber lo
que ha acontecido desde entonces, merece la pena detenerse en el ensayo del
economista español, que aún continúa activo en su discurso económico. En 1974 llegaba
a la conclusión de que “[e]n última instancia, lo que salvará al Navío Espacial Tierra
será el alumbramiento de una nueva Ética Ecológica, fruto de la asociación
íntima de la Humanidad con la Naturaleza y base de la solidaridad
indiscriminada entre los hombres”.