Desde un punto de vista jurídico,
España no es un Estado federal, pero eso no impide que el “Estado de las
Autonomías” la sitúe entre los países con un mayor grado de descentralización
del sector público. El gráfico adjunto, procedente de un informe de la OCDE,
resulta bastante ilustrativo al respecto. En él se aprecia cómo, con una
participación de los gobiernos subcentrales en el gasto público del 50%, España
supera ligeramente a dos Estados genuinamente federales como Alemania y Estados
Unidos. En la cota máxima de la descentralización del sector público se sitúa -formalmente-
China, con una cifra en torno al 90%. Asimismo, España se encuentra entre las
primeras posiciones respecto al peso del gasto público territorial como porcentaje
del PIB, por encima del 20%.