6 de octubre de 2022

El error Truss-Kwarteng: curiosidades y paradojas

 

El varapalo recibido por los artífices del pretendido mini Budget planteado por el gobierno de Liz Truss en el Reino Unido alcanza proporciones espectaculares. El castigo de los mercados, esos entes abstractos, de los que unas veces se dice que no deben condicionar las actuaciones económicas gubernamentales, y otras que han de ser una referencia primordial, ha sido implacable. La fe profesada por la Primera Ministra británica y su Exchequer, Kwasi Kwarteng, en los postulados de la Economía de la oferta se ha topado con una dura e inexpugnable realidad antes de echar a andar en sus responsabilidades de gobierno. La suma y la magnitud de las descalificaciones manifestadas desde las más variadas instancias no encuentran fácilmente parangón en el panorama internacional.

En particular, la medida más cuestionada ha sido la pretensión de suprimir el tipo de gravamen máximo vigente en el IRPF, situado actualmente en el 45%, lo que habría llevado a afrontar un tipo menor, del 40%, realmente exiguo si lo comparamos con los tipos cercanos al 100% que en algún momento prevalecieron en el exEstado miembro de la Unión Europea.

A algún observador de los acontecimientos recientes podría llamarle la atención cómo los mercados se han posicionado al unísono para reventar un plan basado en significativas reducciones fiscales, a partir de un convencimiento del fracaso esperado de esa estrategia para propiciar, en la coyuntura actual, un proceso de crecimiento. También, el hecho de que algunas de las críticas más contundentes provengan de representantes de posiciones tenidas por liberales al uso europeo, supuestamente afines a la minoración de las cargas tributarias.

En este contexto, resulta también significativo que la oposición de las medidas propuestas radica en gran parte en el temor al incremento de la deuda pública. Tanto es así que tales medidas se han caracterizado como “debt-funded tax cuts”. Sin embargo, ese temor parece no existir ante otros planteamientos que se fundamentan justamente en el recurso a la deuda sin límite, defendido incluso por algunos de los que ahora cuestionan la pretensión trussiana.

Se dan, en definitiva, una serie de circunstancias que convierten el frustrado mini Budget en un tema de máximo interés para el análisis utilizando el enfoque de la Economía Política.

Entradas más vistas del Blog