Dicen que pueden ser grandes o pequeños;
aterradores o suaves; rojos, verdes o amarillos. Son los “monstruos de la deuda”.
Es la denominación que utiliza el diario Financial Times para recoger una serie
de compañías fuertemente endeudadas, con un nivel de apalancamiento de “proporciones monstruosas”.
Para la selección de tales compañías se toma el criterio de que los
diferenciales de los bonos corporativos estén mostrando una señal con bandera
roja: dichos títulos de deuda cotizan con un rendimiento de más 10 puntos
porcentuales (1.000 puntos básicos) por encima del de los bonos soberanos.
En la lista de 35 sociedades
analizadas nos encontramos con casos en los que el referido diferencial llega a
55 o 78 puntos porcentuales, e incluso a 100[1].
Para Robert Armstrong, dicho “compendio… es un rico menú de apuestas binarias
-compañías que quebrarán con una recesión o se verán catapultadas fuera de ella”[2].
El uso de la palabra “monstruo”
no es nuevo en el mundo financiero. En 2008, el entonces presidente de Ecuador,
Rafael Correa, declaró que “la deuda exterior de su país era ‘ilegítima’ y que
los tenedores de los títulos eran ‘monstruos reales’. Seis meses después de
haber impagado 3.200 millones de dólares de deuda exterior, la recompró en su
mayoría a razón de 35 céntimos por dólar”[3].
[1] “Debt
monsters in the downturn”, Financial Times, 13-9-2022.
[2] “Lost innocence”,
Financial Times, 14-9-2022.
[3] Vid. Pan Kwan Yuk, “Ecuador first overseas bond payment in 183 years”, Financial Times, 15-12-2015.