Recientemente, el Banco de
España ha publicado los resultados de la Encuesta Financiera de las Familias
correspondientes a la séptima edición, basada en las entrevistas realizadas a
una amplia muestra de hogares, entre noviembre de 2020 y junio de 2021. La
Encuesta permite poner de manifiesto un conjunto de aspectos relevantes para el
conocimiento de la situación financiera de las familias. Entre otros, pueden
destacarse los siguientes:
1. La renta mediana como
indicador más representativo que la renta media: La renta media de las
familias asciende a 38.900 euros, pero, ante una distribución bastante desigual
de los ingresos, la mediana (29.400 euros) es un indicador más representativo
del nivel de renta (la mitad de los hogares queda por debajo y la otra mitad
por encima de dicho valor).
2. Unos ingresos (antes de
impuestos) desigualmente distribuidos:
Existe un considerable grado de concentración de la renta, ya que el 10% de las
familias mejor situadas recibe casi un tercio de la renta bruta total. No
obstante, al incluirse los impuestos directos y las cotizaciones sociales, no
se aprecia el efecto corrector por la vía fiscal.
3. La educación como factor
explicativo de las diferencias de renta: El nivel educativo se evidencia como un
determinante fundamental de la renta. La renta mediana de los hogares cuyo
cabeza de familia tiene estudios universitarios (46.700 euros) más que duplica
la de aquellos en los que el referido nivel de estudios es inferior al del
bachillerato (21.900 euros).
4. Una riqueza más concentrada
que la renta:
La riqueza neta (activos reales más activos financieros menos deudas) mediana
de las familias se sitúa en 122.000 euros. La concentración de la riqueza es
superior a la de la renta. A pesar de que un 10% de las familias concentra un
54% del total, el grado de desigualdad es muy inferior al existente en otros
países europeos.
5. La importancia de la vivienda
principal dentro de la riqueza familiar: La vivienda principal es el activo más
importante de las familias, ya que representa el 53% del valor
de los activos reales para el conjunto de hogares, y un 42% del valor
de los activos totales. Aproximadamente, tres de cada cuatro hogares son
propietarios de su vivienda principal. No obstante, se aprecia una caída en la
tasa de propiedad de los hogares, que era del 83% en 2011. La caída es
especialmente significativa entre los hogares más jóvenes (menores de 35 años),
desde el 69% en 2011 al 36% en 2020.
6. La disponibilidad de otras
viviendas: Adicionalmente,
el 33% de las familias poseía, a finales de 2020, una vivienda distinta de la
principal.
7. La tenencia de activos
financieros: Casi
la mitad de las familias (45%) tiene algún activo financiero distinto a una
cuenta bancaria. El grado de diversificación de la cartera de activos varía
claramente con el nivel de riqueza. Para la mayoría de las familias, en los
últimos años se observa una disminución de las posiciones en fondos de
inversión y un aumento de los saldos en cuentas bancarias.
8. Una deuda muy ligada a la
compra de la vivienda principal:
A finales de 2020 un 57% de los hogares tenía algún tipo de deuda, la
proporción más alta desde 2002 (43%). Entre los hogares endeudados, el importe
mediano pendiente era de 33.300 euros. Para este conjunto de hogares, la
carga de la deuda (pagos por amortización e intereses) representaba un 16% de
la renta del hogar, pero superaba el 27% en las familias con menor nivel de
renta. Para el total de las familias, un 67% de la deuda pendiente corresponde
a la compra de la vivienda principal.
9. Vulnerabilidad financiera ante
la subida de los tipos de interés:
Ante una subida de los tipos de interés, el grado vulnerabilidad financiera de
las familias era, según el Banco de España, menor que el existente en 2008 o 2011.
10. Exclusión financiera asociada
a la digitalización:
Si bien, desde 2002, se ha producido un aumento notable en el uso de la banca online
por parte de los hogares, dicho uso permanece en niveles muy reducidos para
determinados colectivos, como los hogares de mayor edad y de menor renta, lo
que refleja un problema de exclusión financiera.
(Artículo publicado en el diario
“Sur”)