Noche de San Juan, solsticio de verano... tiempo de cambio, de renovación.
Hay, sin embargo, principios que no están sujetos a cambios, se mantienen incólumes al paso del tiempo, pues son consustanciales al espíritu inmutable.
Oculta entre libros, emerge ahora la vieja estampa en época de mudanzas. Su imagen y sus palabras siguen recordando al caminante que no hay caminos.