1 de abril de 2022

El recuerdo nostálgico de las cajas de ahorros

 

Sus defensores decían que el modelo hispano de cajas de ahorros tenía el gran mérito de la posibilidad de conciliar los objetivos económicos empresariales con el desempeño de funciones de interés social. Esto último, al menos en una triple vertiente: i) a través del ejercicio de su función de intermediación financiera tradicional al servicio de la economía real, fundamentalmente, de las familias, pequeñas y medianas empresas, y corporaciones locales.

Indudablemente, el modelo adolecía de algunas deficiencias estructurales, tanto económicas (limitaciones para la captación de recursos propios) como de gobernanza (inexistencia de derechos de propiedad y posible interferencia de criterios no estrictamente corporativos en la toma de decisiones), que, no obstante, podían contrarrestarse con una buena gestión empresarial.

Sus oficinas estaban esparcidas por todos los barrios y por todos los pueblos de la geografía española. Formaban parte del paisaje municipal como un elemento intrínseco. Eran ejemplares en la extensión de la inclusión financiera a todos los colectivos y mantenían lazos especiales con los mayores, a los que atendían de manera personalizada en cuestiones financieras y, en la vertiente del ocio, el entretenimiento y la cultura, a través de una amplia red de centros de su obra benéfica y social, que respondía claramente a ambos atributos.

Hoy, cuando barrios enteros y municipios pequeños se quedan sin sucursales bancarias, y las nuevas tecnologías se erigen como barrera para una buena parte de la población, se echa de menos su presencia.

Hace años, en unas jornadas sobre la acción social de las cajas, celebradas en Zaragoza, apuntaba que dichas entidades eran una rara avis que se encontraba en peligro de extinción, y que merecería ser declarada especie protegida. Sólo las dos más pequeñas han logrado sobrevivir, quizás como muestra testimonial de un modelo que tal vez pertenecía a otra época, pero al que ahora se le añora entre lágrimas.



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