5 de marzo de 2022

Las raíces del keynesianismo en la antigua China

 

Después de leer la gran obra de William N. Goetzmann “Money changes everything: how finance made civilization possible” (2017), uno tiene la sensación de que, en el sistema financiero, estaba todo ya inventado[1]. No solo en ese ámbito, también una gran cantidad de conceptos y teorías económicas encuentran antecedentes más que palpables en textos que se remontan cientos, o incluso miles, de años en la historia.

La civilización china ha sido especialmente fecunda en esa faceta. Constatar las referencias contenidas en el Guanzi, escrito 700 años antes del inicio de la era cristiana, nos deja atónitos. En otra obra milenaria, el Libro de los Cambios, pueden encontrarse interpretaciones de los ciclos económicos que, según el enfoque de algunos analistas, llegan a empalidecer los sueños de José en Egipto. Para Yaguang Zhang, Guo Fan y John Whalley[2], “el Diagrama de Qian implica una circulación completa con características de contracción y expansión, así como con fases de prosperidad, recesión, depresión y recuperación”. Otros diagramas contenidos en el mismo libro sirven también, según los autores citados, para explicar los ciclos económicos.

Por otro lado, señalan que el Guanzi contiene pensamientos acerca de las políticas de gestión de la demanda y las políticas fiscales y monetarias. En el libro se recoge lo siguiente: “Cuando el pueblo pierde el sustento para vivir en años con frecuentes inundaciones y sequías, el monarca puede reclutar a personas que viven en la extrema pobreza y retribuirlas a través de actividades como la construcción de un palacio. Por tanto, el propósito de construir pabellones es atenuar las fluctuaciones económicas nacionales en vez del disfrute”.

Aparte de la impresión que produce la lectura de párrafos ancestrales como éstos, una pregunta surge también casi inevitablemente: ¿cuándo volveremos a ver al dragón volando en los cielos? Llevamos demasiado tiempo con dragones escondidos.




[2] “Economic cycles in ancient China”, Working Paper 21672, NBER, octubre 2015.


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