Suele decirse que
el sistema financiero contiene una tecnología que permite viajar en el tiempo.
Gracias al tipo de interés, es factible proyectar el presente al futuro, o
trasladar el futuro al presente. En su formato tradicional, las transacciones
financieras se basaban en flujos dinerarios de doble sentido, de entrada y de
salida. La motivación esencial de las finanzas era posibilitar el desarrollo de
las actividades productivas, de consumo o de inversión. En toda operación de
préstamo, el prestamista efectuaba un desembolso al prestatario que podía así
llevar a cabo una actividad, de otro modo irrealizable. A lo largo del plazo
pactado, este último debía restituir al primero los fondos captados,
acompañados de los intereses acordados. El prestamista, ineludiblemente, debía
estar dispuesto a asumir el riesgo de que pudiese no recuperar íntegramente la
suma prestada y/o no recibir la contraprestación establecida. Aun con distintos
esquemas posibles, el ciclo de la vida de un préstamo estaba bastante bien
definido.
Como señalábamos
en una entrada de hace unos días en este mismo blog, las Finanzas Descentralizadas
(DeFi) representan un desafío a la forma de operar del sistema financiero
tradicional. Un desafío que no se limita a la forma, sino que también se
extiende a la propia concepción y a la estructura de los productos y servicios
ofertados. Los flash loans constituyen un caso paradigmático. Y no puede
decirse que demasiado intuitivo para una mentalidad pre-blockchain. Un
rasgo básico de un flash loan es que el préstamo ha de devolverse en la
misma transacción mediante la que se obtiene. “Aunque el proceso pueda parecer
irrazonable en cierta medida, ello muestra cuánto dependemos de los formatos
tradicionales de las transacciones, que implican el movimiento de fondos de un
usuario a otro”, llega a afirmar un especialista en la materia[1].
Una incursión en
los folletos explicativos de las plataformas DeFi deja entrever las dificultades
para percibir la naturaleza de la operación: “Para crear un smart contract
y llevar a cabo un flash loan, el usuario tendrá que tener en mente una
oportunidad de negocio respaldada por un flash loan… Una vez que el negocio
ha sido configurado en la plataforma el sistema determinará si la transacción puede
ser completada y retornar el saldo completo del préstamo – si éste no es el
caso, entonces, la transacción no puede ser presentada”.
Los flash
loans se caracterizan por no requerir garantías específicas. La inmediatez
es su atributo crucial: “Un flash loan es iniciado, ejecutado y completado
en un abrir y cerrar de ojos, usando sólo un código informático… Puesto que son
instantáneos (de “duración cero”[2]), los
riesgos de impago y de liquidez son reducidos”[3].
Pese a todo,
parece que aún no se ha llegado a la panacea. No a un tipo de interés, pero sí
a una “pequeña comisión”, los flash loans no son gratuitos. Y, lo que es
más importante, están sujetos a determinados riesgos: “Algunas de las mayores
fortalezas podrían tornarse en algunas de las más prominentes debilidades… Los smart
contracts son vulnerables a los ataques a los flash loans, que son
comunes y muy importantes ataques de seguridad…”[4].
Volviendo a su singularidad,
los préstamos considerados “sólo se conceden si la operación de arbitraje a
financiar asegura el pago del principal y del interés. Crucialmente, esto es posible
en tanto todos los componentes de la operación pueden vincularse (esto es,
quedan asentados) simultáneamente al mismo bloque en la blockchain”[5].
Todo un desafío a
la noción de préstamo y a la propia visión del tiempo. Sólo se concede una operación
si se tiene la certeza de que hay capacidad de devolución y, además, se ancla
completamente. ¿Podría ser el comienzo del fin del riesgo de crédito, como
aseguran los partidarios de DeFi? ¿Pero qué ocurriría si, en lugar de
prescindir del tiempo, se deja que éste entre en juego, es decir, si la duración
es mayor que cero?
[1]
Vid. D. Geroni, “What are DeFi flash loans & how to prevent flash loans
attacks?”, https://101.blockchains.com,
29-10-2021.
[2]
Vid. S. Aramonte, W. Huang y A. Schrimpf, “DeFi risks and the decentralisation
illusion”, BIS Quarterly Review, diciembre 2021, pág. 27.
[3] Vid. E.
Prasad, “DeFi is a reminder of the risks of unfettered financial engineering”,
Financial Times, 21-10-2021.
[4] Vid. G.
Geroni, op. cit.
[5] Vid.
Aramonte et al., op. cit., pág. 27.