15 de octubre de 2021

El tránsito de las estaciones: colores de otoño

 

Las estaciones ya no son, quizás, lo que eran. En el recuerdo, real o percibido, quedan imágenes lejanas de un tiempo antiguo cuando se apreciaba su tránsito a lo largo del año. La llegada del otoño representaba un respiro, la vida parecía adoptar otro ritmo, la ciudad cambiaba su fisonomía, y nos veíamos envueltos en una cadencia distinta. Ahora, el estío prolonga su transición, huérfana de la lluvia reparadora, que se ha quedado sin estación.

Pese a todo, el aire se torna más benigno, y la luz del atardecer se muestra cautivadora, mientras palidece en el horizonte. Pese a todo, algo queda de las estaciones, aunque haya que detenerse un momento para darnos cuenta. Inadvertidamente, las hojas se van tiñendo de color otoñal y nos regalan su belleza sin igual. Es una invitación irrechazable al deleite de los sentidos, una señal para tomar conciencia de los cambios de los ciclos que aún subsisten.

"Siempre deseamos lo que nunca tuvimos", me escribió alguien en la dedicatoria de un libro que me regaló cuando aún era un adolescente. El libro era "Nada", de Carmen Laforet, de quien ahora se conmemora el centenario de su nacimiento. Aquel certero aforismo sigue plenamente vigente. El anhelo de lo inalcanzable sigue ejerciendo su dominio. Sin embargo, lo malo es que, en su hegemonía, llegue a eclipsar el valor de lo que está a nuestro alcance, a veces sin ni siquiera saberlo.

(For ELN, remembering the fall colours shared in New Jersey many years ago).



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