No conocía a
este autor, a pesar de que, según se desprende de la solapa del libro, cuenta
con un notable repertorio de publicaciones dedicadas a distintos episodios de
la historia de España. Hace unos meses recibí el libro cuya portada se
reproduce, como regalo de una persona allegada (ATU). Ni lo había abierto, por una
mezcla de falta de tiempo y de desgana. Ante su insistencia, cada vez que me encontraba
con ella, no tuve más remedio que aventurarme a su lectura.
Acostumbrado
a transitar toda la vida con el estigma heredado, como español, de la leyenda
negra, imbuido de un sentimiento de culpabilidad y de inferioridad,
apesadumbrado por el lastre implacable de toda una suerte de pecados, males,
taras, deficiencias y atrasos generosamente atribuidos a la condición hispana,
la primera reacción, cuando uno empieza a desgranar el contenido de los
capítulos, no puede ser sino de incredulidad y escepticismo. A medida que se
avanza, este se transforma en estupefacción, que, a su vez, da paso al asombro
y este, por último, a la reflexión, sin lograr salir del todo del aturdimiento.
¿Se trata de
un texto serio, acaso de una obra bufa, o tal vez de la expresión escrita de
alguna alucinación acerca de episodios que van desde la época romana hasta la
fase previa a la transición política de finales de los años setenta del pasado
siglo?
Tras un
intento de recuperación, es obligado reconocer que algunas de las loas a la
experiencia histórica de España, aunque basadas en relatos simplificados, se
atienen a hechos generalmente admitidos. La grandiosidad de El Quijote, la
gramática de Nebrija, el descubrimiento de América, la primera
circunnavegación, o las aportaciones de la Escuela de Salamanca, se encuentran
entre ellos. En el libro se rememoran otros hechos igualmente conocidos pero
poco recordados, como los relativos a tempranas manifestaciones de experiencias
democráticas y parlamentarias en las esferas municipal y regional, a pioneras
aportaciones a la teoría de los derechos humanos, a sorprendentes victorias
militares ante desequilibradas correlaciones de fuerzas, a la regulación
jurídica de las colonias, y a las contribuciones a la literatura y la pintura.
También otros aparentes logros menos notorios, como la anticipación al
pensamiento cartesiano, los antecedentes de la máquina de vapor o significadas
expediciones científicas, se exponen secuencialmente.
El libro de
José Javier Esparza es un libro de divulgación, escueto, de estilo ágil y
directo. Carece de citas eruditas -aunque está salpicado de extractos de
algunos textos originales-, así como de fuentes bibliográficas y de cuadros
estadísticos.
Surgen,
inevitablemente, considerables dudas, especialmente por venir de donde venimos.
¿Cómo va a ser posible agrupar un elenco de eventos -algunos de ellos de gran
relevancia y significación- dentro de la historia de un país que arrastra una
losa tan pesada con su imagen de oscurantismo y atraso? ¿Se trata, acaso, de
una grotesca superchería concebida para satisfacer mentes ávidas de ensalzar la
idea de España en unos momentos de riesgo de quiebra de la unidad nacional? ¿Es
producto de un descarado cherry picking con fines propagandísticos o,
aún peor, el resultado de una deformación de los hechos y de una interpretación
sesgada? En fin, si todo fuera cierto, ¿cómo es que, en otras etapas en las que
disponían de mayor influencia, las fuerzas proclives a la idea de España como
nación no aprovecharon para construir un relato, supuestamente avalado por
datos históricos, que sería causa de admiración mundial?
Sí, son
bastantes las dudas que se suscitan, pero también surge una certeza: uno de los
dos relatos es falso, el de “No te arrepientas” o el de la “leyenda negra”
extendida. No es posible que los dos sean un reflejo de la misma realidad
histórica.
Sea cual sea
la interpretación veraz, también estoy convencido de que si, desde niño,
fundada o infundadamente, hubiese interiorizado la colección de eventos
admirables inventariados en el libro de referencia, habría tenido, a lo largo
de la vida, una “psicología de las naciones” bien distinta.
[Artículo dedicado a ATU, con el reconocimiento hacia su antepasado, admirable héroe en la historia de la navegación española]