5 de agosto de 2021

Gestión de la riqueza y aversión a la desigualdad: ¿morder la mano que da de comer?

 

“No muerdas la mano de quien te da de comer” es un conocido proverbio muy asentado en la sabiduría popular. Seguramente casi todo el mundo conoce algún caso donde se contraviene ese precepto. Es posible que haya excepciones que, desde luego, no confirmarían la regla, sino que, de constatarse, le negarían el carácter de proposición absolutamente general.

En cierto modo encontramos una contravención de dicha prescripción en un ámbito donde tal vez no lo esperaríamos, el de los más sofisticados y selectos gestores patrimoniales de las más grandes fortunas. Entre éstos se encuentra el banco suizo UBS, cuyo primer ejecutivo manifiesta una gran inquietud por cómo podríamos combatir la gran desigualdad existente, a pesar de que, como se recuerda en el diario Financial Times, dicho banco “es uno de los mayores beneficiarios del creciente desfase de riqueza”[1].

A su vez, Credit Suisse se significa por la edición de un informe anual sobre la riqueza personal y su distribución[2]. En el último publicado se destaca que, en 2020, 5,2 millones de personas en el mundo han pasado a ser dólar-millonarias, y que el número de aquellas que tienen un patrimonio de $50 millones o más aumentó un 25%[3].

Asimismo, UBS promueve investigaciones de corte académico en las que se analiza el problema de la desigualdad en la distribución de la riqueza. En una de ellas se pone de relieve cómo, en Estados Unidos, el patrimonio neto del 1% de las personas con mayor renta representa casi 26 veces el valor de sus pasivos. Para el 20% de personas con menor renta, esa relación se sitúa algo por encima de 5 veces[4].

Para Patrick Jenkins, a tenor de las reacciones de UBS, “hay un mensaje global que huele a remordimiento o a hipocresía -o quizás incluso a una genuina sensibilidad acerca de las distorsiones causadas por la aplicación de las políticas económicas, aunque quejarse sugiere una clara tensión entre el valor para el accionista y la responsabilidad con los grupos de interés”[5].

Sin duda, debe de ser bastante duro saber que el éxito de la actividad profesional realizada agudiza el problema que nos apena y que queremos combatir. No digamos si encima nuestra performance está sujeta a una retribución variable.



[1] Vid. P. Jenkins, “Why some wealth managers hate wealth”, Financial Times, 2 de agosto de 2021.

[3] Vid. A. Gray, “More than 5m people become millionaires despite pandemic”, Financial Times, 2021.

[4] Vid. J. Rennison, “How the Fed’s fine intentions feed US wealth inequality”, Financial Times, 2021.

[5] Vid. op. cit.

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