14 de agosto de 2020

La batalla épica de ‘Fortnite’ contra el “impuesto de Apple”

“… si camina como un pato, nada como un pato, y grazna como un pato, es un pato”. Últimamente se cita bastante esta conocida expresión del poeta James Withcomb Riley. Verdaderamente, hay bastantes contextos donde aplicarla, y también numerosos casos donde, a pesar de lo que apuntan todas las evidencias, hay resistencia a admitir la verdad.

Lo contrario suele ocurrir con los impuestos: si no camina como un impuesto, no tiene el mismo destino que un impuesto, y no emana de una ley, ¿por qué se le llama impuesto? En sentido contrario, a veces concurren todas las cualidades de un impuesto, y el empeño es darle otro nombre. En fin, paradojas del lenguaje tributario.

Desde el año 2011, está vigente el denominado “Apple tax”, el “impuesto de Apple”. La gran compañía tecnológica, además de tentarnos con los inigualables productos identificados con la irresistible manzana, también ha demostrado una gran habilidad para desplegar sus redes recaudatorias, aunque no sean tributarias. En dicho año comenzó a cobrar una comisión del 30% de los ingresos por ventas a través de Apple Store, además de establecer restricciones que dificultaban poder competir con Apple Pay.

Recientemente se ha abierto una batalla legal protagonizada por uno de los más exitosos creadores de videojuegos, Epic Games. El juego Fortnite, que, según todos los indicios, levanta auténticas pasiones, puede ser descargado de forma gratuita, pero, circunstancialmente, no los complementos, cuya demanda genera unos ingresos del orden de 34 millones de dólares mensuales.

La empresa desarrolladora, ante ese reparto de ingresos “impuesto”, ha decidido pasar de los juegos en la pantalla a los juegos en la arena legal, donde seguramente tendrá que hacer frente a una epopeya con efectos reales. De entrada, su juego estrella ha sido expulsado de la plataforma de Apple, como represalia por haber intentado una opción de pago que sortea el peaje de Apple, aderezada con el gancho de un importante descuento.

Epic Games sostiene que el sistema de pagos de Apple es “ilegal” y “monopolístico”, y que “el poder de Apple se evidencia además por su capacidad para extraer impuestos supra-competitivos sobre las ventas de apps a través de Apple Store”.

El asunto está siendo investigado por el Congreso estadounidense, donde el presidente de la comisión antimonopolio ha calificado la comisión del 30% como “exorbitante”, equiparándola a un “asalto a la diligencia” (P. McGee, “‘Fortnite’ maker goes to war over ‘Apple tax’”, Financial Times, 14 de agosto de 2020).

Es evidente que el “Apple tax” -aunque firmemente impuesto por un poder que, en algunas vertientes, supera el estatal- no es un impuesto, pero no puede olvidarse que las protestas por la aplicación de tributos sobre las colonias fue un destacado “driver” de algunas señaladas guerras de independencia.

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