11 de febrero de 2020

La importancia de la neolengua, según Orwell y Scruton

“… Desde un principio, pues, fue necesario disponer de etiquetas con las que estigmatizar también a los enemigos internos y justificar su expulsión: revisionista, desviacionista, izquierda infantil, socialista utópico, fascista social… El éxito de esas etiquetas para marginar y condenar a los críticos, fortaleció la creencia … de que era posible transformar la realidad cambiando las palabras”.

La anterior cita, aunque pudiera parecer que proviene de la sobrecogedora obra de George Orwell “1984”, está tomada del libro “Fools, frauds and firebrands” (2015), publicado en España con el título “Pensadores de la nueva izquierda”, realmente el subtítulo que aparece en el libro en su edición inglesa. Su autor es Roger Scruton, polifacético filósofo británico.

Según él, “Fue George Orwell quien acuñó el término ‘neolengua’ en su escalofriante descripción de un Estado totalitario ficticio. Pero la apropiación del lenguaje … es mucho más antigua: comenzó con la Revolución Francesa y sus consignas”.

En el prólogo de la obra citada, comenta Roger Scruton que una publicación, en el año 1985, sobre los mismos contenidos, recibida con “burla e indignación”, significó “el comienzo del fin de [su] carrera universitaria, los críticos plantearon serias dudas sobre [su] competencia intelectual, y también sobre [su] carácter moral. Esta repentina pérdida de estatus condujo a que todos [sus] escritos fueran atacados, tocaran o no aspectos referentes a la política”.

El pasado mes de enero, (Sir) Roger Scruton falleció a la edad de 75 años. Como recomienda Tom Burns Marañón (“Conservadurismo en tiempos de cólera”, Expansión, 20 de enero de 2020), merece la pena atender los vídeos con intervenciones del filósofo inglés que circulan por Internet, como “mejor introducción a su extensa obra escrita”. También la merece la lectura de este último artículo de referencia.

Según me han comentado, una de las comparsas de los carnavales gaditanos de este año repasa, con su tradicional enfoque empírico, los nuevos cánones del lenguaje. Parece ser que la interpretación también circula por Internet. Seguramente con toda la gracia y el ingenio gaditanos, pero en otros casos, como el de Scruton, ni siquiera con esos atributos sería posible encontrar tintes cómicos. “La destrucción de palabras es muy hermosa”, proclama uno de los personajes de “1984”.

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