En un artículo publicado a
principios de 2019 en el diario Financial Times (“How to make better financial
decisions”, 30-1-2019), Jason Butler, experto en bienestar financiero y
columnista de dicho periódico, responsable de la sección “The Wealth Man”, efectuaba
algunas consideraciones acerca del proceso más adecuado para la adopción de
decisiones financieras relevantes, como, por ejemplo, cuánto ahorrar con vistas
a la jubilación.
Como primera providencia, destacaba
que es fundamental plantearse las preguntas correctas (cuánto tiempo viviremos
y en qué estado de salud, si heredaremos algo, si pretendemos dejar algo en
herencia, cuál será la inflación…).
Evidentemente, no puede perderse
de vista que, en los años venideros, el riesgo estará presente de forma
permanente, y puede hacer que las cosas vayan peor de lo que creíamos. Como
indica Butler, “cuantificar el posible impacto de un mal resultado y la
probabilidad de que ocurra es esencial para calibrar lo que nos podemos encontrar,
y por si se desea o se requiere hacer cambios ahora”.
Una vez perfilados los posibles
escenarios, llega el turno de otra pregunta: ¿Entonces, qué?
La planificación financiera es el
marco adecuado para modular las decisiones a lo largo del tiempo.
Butler trae a colación un
pensamiento de Séneca (una de cuyas máximas inspira el código canónico de
Edufinet, como hemos señalado repetidamente) como soporte del esquema
defendido: “Nada le ocurre a un hombre sabio que no pueda esperar, como tampoco
todas las cosas resultarán para él como deseaba sino como estimaba, y, por
encima de todo, estimaba que podrían impedir sus planes”.
(Artículo publicado en “EdufiBlog”)