11 de agosto de 2024

Normas crediticias de obligado cumplimiento: los preceptos deuteronómicos

 

Contiene el Deuteronomio una serie de mandatos y decretos que Moisés se encarga de transmitir a los integrantes del “pueblo de la alianza”. Los preceptos afectan a ámbitos diversos, entre los que se encuentra el de los préstamos personales. Se trata de pautas claras y determinantes que, de aplicarse en la actualidad, tendrían sin duda importantes consecuencias en los lados de la oferta y de la demanda crediticias.

La remisión ocupa un lugar central en ese marco de obligación mosaica. Con una periodicidad fija de siete años, dicha norma establecía la siguiente obligación: “todo acreedor perdonará la deuda del préstamo hecho a su prójimo”, si bien con una acusada asimetría entre los préstamos a nacionales y a no nacionales. Respecto a los primeros, la pauta condonante era imperativa, mientras que se permitía “apremiar al extranjero”.

Además, a tenor del mandato de excluir los pobres entre los autóctonos, el dictado era “abrir la mano y prestar a la medida de su necesidad”, ya que se reconoce que “nunca dejará de haber pobres en la tierra”. Y se advertía en el sentido de que la proximidad del año de la remisión no debía ser un freno para la apertura y la concesión de las líneas crediticias.

Puede que la aplicación de tales prácticas crediticias implicasen una merma de la riqueza de los prestamistas, pero estos tenían garantizada una sustancial compensación: “… por esa acción bendecirá el Señor, tu Dios, todas tus empresas y todas tus tareas”.



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