21 de julio de 2024

Cuando la degradación académica puede ser cuestión de grados

 

William D. Nordhaus fue galardonado con el Premio Nobel de Economía en 2018. La Real Academia Sueca de las Ciencias reconoció su labor de “integracion del cambio climático en el análisis macroeconómico a largo plazo… Su modelo integra teorías y resultados empíricos de la física, la química y la economía. El modelo de Nordhaus está ahora ampliamente extendido y es usado para simular cómo la economía y el clima co-evolucionan”.

En su conferencia de entrega del Premio (“Climate change: The Ultimate Challenge for Economics”, diciembre 2018) expone el modelo utilizado para simular la trayectoria de las temperaturas mundiales en distintos escenarios. Es cierto que, en uno de estos, la temperatura hacia 2100 podría ser superior a la actual en más de 4º C. Así, afirma (pág. 452) lo siguiente: “The base path (which is essentially the path the globe is following) continues to have rising temperature, passing 4°C by 2100”. Asimismo, indica que “In the DICE model, it is essentially infeasible to attain the stringent temperature target of 1.5°C, and the 2°C path requires negative emissions in the near term. Another finding, much more controversial, is that the cost-benefit optimum rises to over 3°C in 2100 – much higher than the international policy targets. Even with the much more pessimistic alternative damage function, the temperature path rises to 3°C in 2100”.

No obstante, Nicholas Stern y Joseph E. Stiglitz[1], basándose en el mismo texto de Nordhaus, consideran que este último atribuye el carácter de “óptimo” a tener políticas donde el escenario central conlleve un incremento de temperatura de 3,5ºC-4ºC. Y subrayan que “análisis como el de Nordhaus han hecho una serie de supuestos indefendibles que llevan a estas conclusiones falaces y peligrosas”.



[1] “Climate change and growth”,  Industrial and Corporate Change, 2023.


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