William
D. Nordhaus fue galardonado con el Premio Nobel de Economía en 2018. La Real
Academia Sueca de las Ciencias reconoció su labor de “integracion del cambio
climático en el análisis macroeconómico a largo plazo… Su modelo integra
teorías y resultados empíricos de la física, la química y la economía. El
modelo de Nordhaus está ahora ampliamente extendido y es usado para simular
cómo la economía y el clima co-evolucionan”.
En
su conferencia de entrega del Premio (“Climate change: The Ultimate Challenge
for Economics”, diciembre 2018) expone el modelo utilizado para simular la
trayectoria de las temperaturas mundiales en distintos escenarios. Es cierto
que, en uno de estos, la temperatura hacia 2100 podría ser superior a la actual
en más de 4º C. Así, afirma (pág. 452) lo siguiente: “The base path (which is
essentially the path the globe is following) continues to have rising
temperature, passing 4°C by 2100”. Asimismo, indica que “In the DICE model, it
is essentially infeasible to attain the stringent temperature target of 1.5°C,
and the 2°C path requires negative emissions in the near term. Another finding,
much more controversial, is that the cost-benefit optimum rises to over 3°C in
2100 – much higher than the international policy targets. Even with the much
more pessimistic alternative damage function, the temperature path rises to 3°C
in 2100”.
No
obstante, Nicholas Stern y Joseph E. Stiglitz[1],
basándose en el mismo texto de Nordhaus, consideran que este último atribuye el
carácter de “óptimo” a tener políticas donde el escenario central conlleve un
incremento de temperatura de 3,5ºC-4ºC. Y subrayan que “análisis como el de Nordhaus
han hecho una serie de supuestos indefendibles que llevan a estas conclusiones
falaces y peligrosas”.